Ya están sobre el tablero de juego todas las piezas del panorma político vasco tras las autonómicas del 21-A. Con el PNV empatado a 27 escaños con EH Bildu, y una ligera ventaja de 30.000 votos de los jeltzales respecto a los soberanistas, la vara de mando caerá, con casi toda seguridad, en manos de Imanol Pradales. El candidato a lehendakari de los nacionalistas vascos que, como su antecesor, Iñigo Urkullu, necesitará de una segunda fuerza política para conformar un Gobierno.
De nuevo, al igual que en las dos pasadas legislaturas, se espera que el PNV llegue a un acuerdo de coalición con el PSE-EE de Eneko Andueza para conformar un Gobierno estable y de mayoría absoluta durante los próximos cuatro años. Algo que ya parecía asomar durante la campaña, y que la propia noche electoral confirmó el candidato jeltzale una vez conocido el recuento de votos. Pradales, ante las cámaras de EITB, compartió sus deseos de reunirse con los socialistas vascos y sentarse a hablar sobre el futuro político de Eskadi.
Superada ya la jornada electoral y la euforía por haber mejorado sus resultados respecto a 2020 -el PSE ha pasado de 12 escaños a 10 escaños-, este lunes el propio Andueza intervino ante los medios de comunicación para hacer una valoración de lo ocurrido durante el 21-A. El dirigente socialista y candidato a lehendakari calificó de "éxito rotundo" lo logrado en estos comicios y, sin casi dejar reposar el recuento -el voto CERA aún podría arrebatarle hasta dos escaños: uno por Gipuzkoa y otro por Bizkaia-, llamó a reeditar el acuerco con el PNV y a comenzar las negociaciones lo antes posible. A su juicio, "Euskadi no está para perder el tiempo". Puesto que "los retos" que deben afrontarse a partir de ahora "invitan a no perder ni un solo segundo".
Todo indica a que esta coalición se repetirá y Euskadi mantendrá por tercera legislatura consecutiva con un Ejecutivo liderado por el PNV y apoyado en el PSE-EE. Pero la fórmula será considerablemente diferente a la de hace cuatro años. En 2020 los jeltzales tenían 31 escaños y los socialistas 10, pero ahora la distancia se ha reducido, con 27 parlamentarios para los de Imanol Pradales y 12 para los de Eneko Andueza. Lo que hace preveer que el PSE tendrá un peso mayor en este nuevo mandato.
Los socialistas ya lo han pedido, conscientes de que son ellos quienes guardan la llave de la gobernabilidad y de que sin su apoyo el PNV está estancado. De hecho, Andueza incidió este lunes en que su partido "tiene que tener una gran presencia en el gobierno" y debe tener "un peso específico, para que las políticas progresistas estén más que garantizadas y para que la buena gestión impere".
Además, los socialistas, después de la reunión de la Comisión Ejecutiva de Euskadi realizada este lunes han asegurado que "todo el mundo sabía" cuál era su hoja de ruta y su aspiración. Por lo que ahora van a trabajar por que su representación en las instituciones, "especialmente, en el Gobierno vasco se refleje con la claridad y contundencia".
El PNV asume un mayor peso del PSE
Desde la parte de los nacionalistas vascos ya tienen más que asumido que el PSE-EE querrá un peso mayor en este posible nuevo Ejecutivo. La cuestión está ahora en qué pediran los socialistas. Lo más probable es que reclamen una cuarta consejería que se sume a la de Empleo, Vivienda y Turismo que mantenían hasta ahora, así como un cargo como vicelehendakari; pero también cabe la posibilidad de que lleguen a pedir la presidencia de la mesa del Parlamento. Un cargo que hasta ahora ocupa la jeltzale, Bakartxo Tejería y sobre el que la presidenta del BBB del PNV, Itxaso Atutxa, no ha querido hacer conjeturas.
"Es un socio preferente. No hemos negado nunca esa querencia y tampoco lo han hecho ellos. Ayer, el propio candidato Eneko Andueza ya se dispuso a que pudiéramos trabajarlo", ha valorado la dirigente jeltzale que, aún así, ha llamado a la prudencia. "Tenemos que ver si estamos hablando de más carteras, si estamos hablando de contenido diferente... es muy pronto todavía para hablar de cómo se puede configurar ese Gobierno.
Otegi pide una alternativa abertzale y de izquierdas
Mientras, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, volvió a reclamar este lunes que Euskadi debe contar tras estas elecciones con un Gobierno abertzale y de izquierdas. Una alternativa a la fórmula PNV-PSE que solo podría ser liderada por la coalición soberanista. Esta, a través de un gobierno en solitario, sería la única capaz de cumplir con ese "mandato popular" del que habló Otegi tras la reunión de la Mesa Política de Bildu.
"el PNV debe entender que hay 40 diputados que reclaman políticas más a la izquierda de las que ha aplicado hasta ahora y el PSE-EE debe entender que hay 55 parlamentarios que creen que debe haber políticas más abertzales" valoró el dirigente abertzale.