Más a la izquierda del PSE-EE, y todavía más a allá de lo que representa la izquierda abertzale de EH Bildu y la izquierda confederal de Sumar y Podemos, hay un movimiento político que cuenta con una presencia cada vez mayor en Euskadi. Bajo las siglas de EHKS, el Consejo Socialista de Euskal Herria se está convirtiendo en una formación de referencia para un sector amplio de la juventud vasca y en una 'amenaza' para los objetivos a largo plazo de la coalición dirigida por Arnaldo Otegi. 

La agrupación conformada principalmente por Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), cuyas bases están en Ikasle Abertzaleak, es para la izquierda abertzale casi un tema 'tabú'. No hacen declaraciones respecto a este colectivo ni dada de lo que tenga que ver con su actividad, porque saben que buena parte del voto joven de Euskadi tienen puesta su mirada en esta nueva formación política. De hecho, GKS ya ha comenzado a erosionar el poder casi indiscutible que hasta ahora tenía Ernai, las juventudes de Sortu, y el pasado Primero de Mayo hicieron gala de su fuerza en una movilización multitudinaria en Bilbao. 

Su discuro se aleja de la izquierda abertzale en el sentido de que no está tan enfocado en la independencia de 'Euskal Herria', como en el impulso de la clase obrera y la crítica absoluta al actual sistema político. Que valoran como "burgues" y atado a "los oligopolios empresariales". Pero esto ha sido más que suficiente para desatar cierta tensión y escepticismo en un EH Bildu que, pese a estar cosechando los mejores resultados de su historia, ve como su hegemonía en el estrato más joven de la ciudadanía vasca puede peligrar. 

Aunque EHKS optó por no presentarse a las elecciones autonómicas del pasado 21 de abril -donde PNV y Bildu empataron a 27 escaños y los soberanistas se quedaron a solo 30.000 votos de los jeltzales-, y ahora también ha decidido no dar el salto a las urnas, su efecto no pasa desapercibido. Reclaman la abstención como protesta contra los "políticos profesionales" y su alcance, aunque todavía menor, tiene cada vez más efecto. Incluso este pasado martes 150 artistas entre los que se incluyen la actriz Itziar Ituño y el cantante navarro, Enrique Villareal, alias El Drogas. 

Ahora, bajo el paraguas de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebran el próximo 9 de junio, los jóvenes disidentes de la izquierda abertzale, abiertamente contrarios a la OTAN y la Unión Europea han convocado una manifestación para el próximo 7 de junio en San Sebastián para reclamar la abstención en contra de unas elecciones que, según ha denunciado, solo sirven para "legitimar" la agenda de la UE "basada en la guerra y la austeridad".

De hecho, en un comunicado que este colectivo publicó en sus redes sociales, acusan a Bruselas de ser "parte necesaria del genocidio palestino", a través de "las órdenes de la OTAN", y donde tienen culpa "los partidos de izquierdas y de derechas. En este sentido, denuncian que los intereses de Europa responden "a los intereses de los banqueros y grandes empresarios". Algo que "no va a cambiar" en los comicios del próximo domingo 9 de junio cuya única función es "legitimar el carácter anti-democrático de las instituciones europeas".

Mientras, EH Bildu calla y espera paciente que esta ola pierda fuerza antes de que sus efectos afecten seriamente a los intereses de la coalición abertzale. Que de hecho, aunque a través de Sortu, Ernai y las asociaciones juveniles presentes en los municipios vascos y sus comisiones de fiestas, ya han protagonizado varios desencuentros. Especialmente en torno a la participación de GKS y otros grupos de esta ideología en el conjunto de las txosnas y otros espacios. 

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