El vertedero de Gatika sigue sin cubrirse 18 años después de su compromiso de sellado

A simple vista, al pasar por el barrio de Zurbano, de Gatika, no queda ningún rastro de su antigua ocupación, sino que parece una campa más de esta localidad vizcaína, pero lo cierto es que bajo su capa más superficial, la contaminación persiste a pesar de que pasen los años. Y es que aunque el vertedero cesó su actividad en 2006, lo cierto es que no ha sido sellado ni se ha restaurado el área, tal y como dictamina la ley cuando una infraestructura de este tipo agota su vida útil.

Gatikako Zabortegia S.L., la empresa gestora, presentó entonces un proyecto en el que se comprometía a iniciar las tareas de sellado y restauración del área, pero finalmente no llegó a hacerlo, por lo que las partículas contaminantes y los gases que se producen por la reacción de los compuestos químicos allí concentrados siguen disipándose en la atmósfera y filtrándose por el suelo a día de hoy.

El pasado mes de mayo, el Gobierno vasco enviaba, desde su departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, una notificación a dicha empresa en la que advertía de una corrección sobre la resolución que realizó en 2006 en torno a las condiciones de sellado, post-clausura y relleno del vertedero.

Concretamente, ahora establece un volumen de rellenos necesario menor al que ordenó en ese momento a causa de "un error" y establece que los residuos compactados y tierras de aportación deben utilizarse "para dar pendientes adecuadas" tras impermeabilizar el área previamente, lo cual podría indicar que va a retomarse su sellado próximamente.

La empresa gestora del vertedero de Gatika se comprometió a sellarlo en 2006. CV

"Polémica” gestión

Habrá que esperar para conocer cuál será el futuro de esos terrenos, pero haciendo un repaso por la historia del vertedero de Gatika ésta se inicia en realidad en 1991, cuando la Viceconsejería de Medio Ambiente, Osakidetza y el Ayuntamiento de Gatika concedieron licencia de actividad como vertedero de residuos inertes, con imposición de medidas correctoras.

En 1994 se solicitó una nueva licencia de actividad para relleno de terrenos, que fue informada por la Viceconsejería de Medio Ambiente, imponiendo medidas correctoras y exigiendo un plan de recuperación de la zona de vertido. Pero en el año 2000, tras una inspección rutinaria, la Viceconsejería de Medio Ambiente denunció ante el Ayuntamiento la existencia de rellenos sin regularización y pidió información sobre las autorizaciones concedidas.

En 2001, una nueva inspección detectó la continuidad de los vertidos y requirió la paralización de los mismos y la regularización de la situación. El Ayuntamiento, por su parte, dio a la empresa dos meses de plazo para adecuar las obras a la licencia concedida. 

"Irregularidades" en su gestión

Sin embargo, fueron numerosas las ocasiones en las que tanto vecinos como asociaciones ecologistas denunciaron irregularidades en la gestión de este vertedero, al que acusaron de recibir, presuntamente, todo tipo de residuos, incluidos los peligrosos, a pesar de que únicamente tenía autorización para tierras de excavación y escombros.

En el caso del vertedero de Zaldibar, el Gobierno vasco ha llevado a cabo las labores de sellado ante la inacción de la empresa gestora del mismo. EuropaPress

En este sentido, en el año 2005, Ekologistak Martxan y vecinos del barrio de Zurbano expresaban su "tremendo malestar y hartazgo" con el vertedero y denunciaban "un "continuo vertido ilegal de residuos". 

Asimismo, aludían a una "manifiesta dejadez del Ayuntamiento de Gatika y del Departamento de Calidad Ambiental del Gobierno vasco", a pesar de que los propietarios del vertedero habían sido sancionados y multados por la Dirección de Aguas del Gobierno vasco "por tapar y contaminar el cauce de un arroyo que discurría por la vaguada sobre la que se fue agrandándose el vertedero".

Por eso pedían que no se admitiera a trámite la solicitud remitida por parte de la empresa al Consistorio de la localidad vizcaína y a la Dirección de Calidad Ambiental del Gobierno vasco para una ampliación que les permitiría contar con una capacidad de 100.000 metros cúbicos más.

Además, exigían no sólo que interrumpieran los rellenos que los propietarios del vertedero estaban realizando "sin licencia" en ese momento, sino que cesase su actividad definitivamente, ya que, según recordaban, desde el año 2001, fecha en la que el Gobierno vasco paralizó inicialmente la actividad del vertedero, éste no había sido "definitivamente zanjado".