Piden respetar el valor patrimonial en la rehabilitación del Palacio Miramar

La asociación Áncora ha pedido al Ayuntamiento de San Sebastián que el proyecto de rehabilitación del Palacio Miramar sea sometido a evaluación por parte del Consejo Asesor de Patrimonio Local antes de su aprobación municipal, con el fin de asegurar que "respetará plenamente" sus valores patrimoniales.

La entidad defensora del patrimonio urbano de la capital guipuzcoana ha anunciado este domingo en un comunicado que ha dirigido esa petición en una solicitud formal al alcalde, Eneko Goia, y a la concejala de Planificación Urbanística, Nekane Arzallus, ante la previsible autorización del proyecto que se acordará en la próxima Junta de Gobierno Local.

Áncora señala en su nota que el citado consejo asesor está "formado por expertos" y tiene entre sus funciones "asesorar sobre criterios de intervención en obras de rehabilitación de elementos catalogados", como es el caso del Palacio Miramar.

Ante "la singularidad e importancia histórica" de ese edificio, considera "imprescindible" que dicho órgano se reúna y "emita un informe exhaustivo, para garantizar que el proyecto respetará plenamente los valores patrimoniales del monumento".

6,5 millones

La asociación patrimonialista avanza que el ejecutivo municipal prevé autorizar la próxima semana trabajos presupuestados en unos 6,5 millones de euros destinados a "mejorar la accesibilidad, la eficiencia energética y la comodidad", al parecer, con el objetivo de que el inmueble "sea más competitivo" y se pueda mejorar su "rentabilidad" en la acogida de ferias, congresos y otros eventos.

Áncora recuerda que la antigua Real Casa de Campo de Miramar fue proyectada para la reina María Cristina por el arquitecto inglés Ralph Selden Wornum y actualmente es "uno de los elementos más destacados" del patrimonio construido de San Sebastián y que fue "declarado como Monumento de Euskadi en 1984".

Tras hacer hincapié en que se trata de un inmueble que goza de "la máxima protección legal", la asociación sostiene que "son los usos los que deben adaptarse" a sus características "y no al revés", dado que "la Ley de Patrimonio Cultural Vasco establece como principio básico la intervención mínima indispensable" y dispone que "el cumplimiento de las normativas sectoriales se supedite en todo caso a la conservación" de los valores culturales.

Concluye por tanto que "cualquier actuación" en el Palacio Miramar donostiarra "debe ir prioritariamente orientada a su restauración científica", lo que incluiría "la recuperación del mobiliario original y otros elementos históricos desaparecidos", y también a su apertura al público general.