Urkullu reaparece para defender la unidad del PNV tras el choque de Esteban y Ortuzar

Tras el relevo del PNV que encara con un cambio de cara: sale Ortuzar y entra Aitor Esteban, el exlehendakari Iñigo Urkullu ha reaparecido para calmar el debate interno del PNV con un llamamiento a “la unidad y al sentido común” de la militancia.

En un artículo de opinión publicado en medios del Grupo Noticias, ha recordado la importancia de la cohesión dentro del partido, utilizando la metáfora de la "cadena" para reforzar la idea de continuidad y fortalecimiento del proyecto jeltzale. En un momento de tensiones internas tras el desencuentro entre Aitor Esteban y Andoni Ortuzar, Urkullu ha insistido en la necesidad de la empatía tanto en las relaciones personales como en el debate de ideas.

El exmandatario ha subrayado que cada militante es un "eslabón" fundamental para el mantenimiento de la "cadena" del PNV, más allá de los resultados de los procesos electorales internos.

Recordando el centenario del partido, ha destacado el respeto al legado recibido y la importancia de fortalecerlo de manera compartida. En este sentido, ha hecho un llamamiento a que la formación siga respondiendo a las demandas de la ciudadanía y afrontando los desafíos del futuro con cohesión.

Urkullu dice que ha sido "un honor" ser lehendakari y se define como "nacionalista humanista"

La realidad de los procesos electorales internos

Urkullu también ha reflexionado sobre la realidad de los procesos internos en las formaciones políticas, señalando que en estos se contraponen diversas visiones sobre la democracia interna, las diferencias ideológicas y los relevos generacionales. Sin hacer referencias explícitas a la pugna interna en el PNV, ha querido poner en valor la importancia de un debate constructivo y de una transición ordenada que refuerce la estructura del partido en lugar de debilitarla.

Asimismo, ha comparado la situación interna del PNV con la de otras formaciones en Euskadi, como Bildu, destacando las diferencias en los procesos democráticos y la soberanía en los procedimientos. A su juicio, cada persona puede analizar y comparar el ejercicio real de la democracia en cada partido, insinuando que la tradición democrática del PNV es un valor que debe seguir fortaleciéndose.

Con el lema "Katea ez da eten" ("La cadena no se ha roto"), Urkullu ha cerrado su intervención reafirmando su confianza en la unidad del PNV. Ha apelado a la fortaleza y compromiso de cada militante, dirigente y ejecutivo del partido para superar los retos actuales. En un momento de incertidumbre interna, su mensaje busca ser un recordatorio de que la continuidad y cohesión son esenciales para el futuro del nacionalismo vasco.