Eneko Andueza posa en el Parlamento vasco.

Eneko Andueza posa en el Parlamento vasco. Paulino Oribe

Política

Eneko Andueza: "La patronal y los sindicatos deben sentarse a estudiar el salario mínimo vasco"

El recién reelegido como líder del PSE habla sobre la reforma fiscal, el caso de Talgo, la llegada del TAV u Osakidetza

Más información: Andueza, reelegido como secretario general del PSE, mantiene su bloque y avisa que crecerán "aún más"

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Eneko Andueza (Eibar, 1979) acaba de ser reelegido secretario general del PSE-EE en el reciente X Congreso del partido. Se consolida así como líder de los socialistas vascos arropado por Pedro Sánchez o el expresidente Zapatero, entre otros, y con un objetivo claro pero difícil por delante: que Euskadi vuelva a tener un lehendakari socialista. 

Andueza recibe a Crónica Vasca en el Parlamento de Vitoria, donde ejerce también el liderazgo del grupo socialista tras renunciar a entrar en el Gobierno de coalición con el PNV. Habla de la actualidad económica, política y de su partido con la pasión propia de un político joven pero con larga militancia. 

¿La reforma fiscal que pactaron con el PNV acabará siendo una realidad? Bildu ya ha anunciado que presentará una enmienda a la totalidad en las tres Juntas Generales…  ¿Qué socio prefiere usted?

Es que se está constantemente hablando de socios, pero se debe hablar de contenido. Lo que quiero saber es qué propuestas ponen encima de la mesa otros grupos políticos.

Tengo muy claro que hay diferencias entre lo que en puridad puede pensar el Partido Nacionalista Vasco y lo que puede pensar el Partido Socialista, pero hemos encontrado ese punto en común que es ese acuerdo entre ambos partidos. A partir de ahí tendremos que negociar y tendremos que ver qué nos ofrecen el resto de de partidos.

¿Y por ahora qué ofrecen?

De momento veo que el Partido Popular solo ha puesto encima de la mesa un modelo muy similar al que está aplicando en otras comunidades autónomas. Yo no quiero eso para Euskadi, porque quiero una Euskadi con servicios públicos fuertes, con una fiscalidad progresiva, en igualdad para que la sanidad o la educación no dependan del dinero en el bolsillo y que crezca no a costa de las clases medias y trabajadores.

Hacer un discurso de bajar a todo el mundo los impuestos es muy fácil, pero es muy muy demagógico, muy irresponsable y muy populista, porque supone un crecimiento a costa del que menos tiene. Luego los niños están dando clase en barracones, la sanidad pública está por los suelos y los ancianos se les mueren en las residencias. Tengo claro que no quiero el modelo del Partido Popular, sino que Euskadi vuelva a estar en la vanguardia de tantos servicios públicos como ha estado en otros momentos.

Algunas comunidades autónomas van a perder la oportunidad de poder aliviar sus finanzas por una cuestión de mera estrategia política (...) Están siendo torpes y están anteponiendo los intereses de Feijóo a los propios intereses de sus ciudadanos

Ya que habla de otras regiones, estos días se habla mucho de la famosa quita de deuda a las comunidades autónomas. ¿Cómo va a afectar aquí?

Pues yo creo que mínimamente. Nosotros tenemos una relación financiera con el Estado que está garantizada a través del concierto y del cupo. Es un sistema muy consolidado, reconocido por la Constitución, que es solidario y que a su vez tiene sus riesgos. Fruto de la buena gestión se garantiza la pervivencia de ese sistema. Yo no le veo ningún riesgo ni ninguna arista a la propuesta que ha hecho el Gobierno de España.

Lo único que veo es que algunas comunidades autónomas van a perder la oportunidad de poder aliviar sus finanzas por una cuestión de mera estrategia política. Y eso va en perjuicio de la de su ciudadanía. Están siendo torpes y están anteponiendo los intereses de Feijóo a los propios intereses de sus ciudadanos. Ellos verán, pero desde luego se están haciendo un flaco favor.

El otro día usted presumía un poco al respecto: ¿cuál fue el papel del Partido Socialista en conseguir que Talgo pasara a manos vascas?

Desde un primer momento tuvimos un contacto muy directo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sobre todo con la oficina económica de Moncloa, que es quien ha gestionado principalmente esta cuestión, pero también con el Ministerio de Transportes y también con el Ministerio de Economía, que han tenido una implicación clave. Entre otras cosas en el ámbito internacional, donde han cortocircuitado otras opciones que ya estaban encima de la mesa.

Nosotros hicimos saber al Gobierno de España que Talgo se tenía que quedar en Euskadi, en manos de personas vascas que tuvieran un perfil netamente industrial. Y también hicimos contactos con Sidenor para hacerlo posible. Yo mismo me reuní con José Antonio Jainaga. Hemos hecho factible esto a través de la pedagogía, a través de muchas conversaciones y al hacer un seguimiento muy exhaustivo de esta cuestión yendo de la mano de las instituciones.

El caso de Talgo es uno de los mejores ejemplos que podemos poner encima de la mesa de la colaboración entre las instituciones. Sin embargo, tenemos otros casos que son muy negativos. Por ejemplo, Euskaltel o Gamesa, cuando el Partido Popular estaba al frente del Gobierno de España

¿Y cree que el Gobierno vasco tiene que invertir en más empresas para mantener el arraigo? Aunque puede parecer una cosa simple, mucha gente se puede preguntar, ¿por qué sí en Talgo, pero no en Guardian o en otras empresas con problemas?

Evidentemente hay empresas que son estratégicas. En este caso se ha aprovechado la oportunidad de que el Gobierno vasco entre con capital en Talgo, como en otro momento entrará también la SEPI. Las instituciones están para hacer posible que empresas estratégicas para nuestro tejido productivo se queden en nuestro territorio. 

Claro que soy partidario que el Gobierno vasco a través de instrumentos como Finkatuz o a través de fondos en los que también participen las fundaciones de las cajas de ahorros haga posible que estas empresas se sigan arraigando a nuestra tierra y sus centros de decisiones estén aquí.

El caso de Talgo es uno de los mejores ejemplos que podemos poner encima de la mesa de la colaboración entre las instituciones, de la implicación del Gobierno de España y del Gobierno vasco. Sin embargo, tenemos otros casos que son muy negativos. Por ejemplo, Euskaltel o Gamesa, cuando el Partido Popular estaba al frente del Gobierno de España y fue incapaz de hacer posible lo que ahora ha hecho posible Pedro Sánchez

Eneko Andueza en un momento de la entrevista con este diario.

Eneko Andueza en un momento de la entrevista con este diario. Paulino Oribe

¿Ve posible que se ponga en marcha un SMI vasco o estamos hablando todo el día de una quimera? Históricamente siempre ha parecido que esto no se podía decidir en Euskadi. Sin embargo, parece que las últimas semanas la cosa está cambiando y el propio vicehelendakari socialista ha alimentado esa opción.

Los agentes sociales, tanto sindicatos como empresarios, se tienen que sentar en la mesa de diálogo social a abordar esta cuestión, para estudiar esa posibilidad. No pedimos nada más. Es una cuestión que merece la pena que sea analizada para que no se genere más desigualdad. Sentarse no solo para analizar un salario mínimo, sino incluso las propias retribuciones en Euskadi. 

La unión sindical parece cada vez más difícil...

Hay sindicatos que están dispuestos y que nunca han tenido ningún problema en sentarse en esa mesa de diálogo social, como son Comisiones Obreras y UGT. Otros desde el primer minuto han rehúsado esa posibilidad, porque me da la sensación que su estrategia es muy distinta a la que todos desearíamos. Y también me ha chocado la posición tan beligerante de Confebask.

La patronal también debe tener ese compromiso de sentarse en la mesa de diálogo social a hablar y a contrastar. Eso no hace daño absolutamente a nadie. Yo apelo a eso haciéndome también eco del llamamiento que ha hecho el vicelehendakari, Mikel Torres, y también el propio lehendakari Pradales

Lo primero que hay que decir es que la conexión del tren de alta velocidad con Navarra se hará, sea por donde sea, pero se hará. Tenemos que ser muy respetuosos con los informes técnicos sobre que se están elaborando desde el Ministerio

Hace unos días el portavoz del Partido Socialista de Navarra decía que la conexión del TAV entre Euskadi Navarra "se hará por Vitoria o no se hará". También Javier Hurtado, consejero socialista, se decantaba por esta opción. ¿Qué opina al respecto?

Lo primero que hay que decir es que la conexión del tren de alta velocidad con Navarra se hará, sea por donde sea, pero se hará.

A partir de ahí, creo que tenemos que ser muy respetuosos con los informes técnicos que se están elaborando desde el Ministerio. Yo siempre he dicho que la decisión no va a ser una decisión tanto política como técnica. Esa conexión se producirá a través de la vía que sea más sostenible técnica, económica y medioambientalmente. Esto no tiene que convertirse en una pelea territorial.

Tenemos que tener altura y pensar en el conjunto del país, en qué es lo mejor para todos y no para un territorio u otro. Y tenemos que ser además muy prudentes en las declaraciones, porque el otro día también escuché a la diputada general de Gipuzkoa poner en tela de juicio el sesgo de esos informes técnicos.

O sea, decidirán los técnicos.

Tenemos que ser conscientes de varias cosas. Primero: los informes técnicos son perfectamente objetivos y en ningún momento se puede poner en tela de juicio el criterio técnico de un funcionario o de una funcionaria.

Punto segundo: que esos informes técnicos no le den la razón no es óbice para que eso suponga un perjuicio para su territorio. Y, en tercer lugar, ya llevamos suficientes años de retraso precisamente por el empecinamiento político de algunos. Esto ya tendría que haber estado hecho.

¿Qué empecinamiento?

Si algunos responsables políticos del Partido Nacionalista Vasco y otros agentes políticos como la izquierda abertzale no hubieran metido en el cajón este tipo de proyectos, en el primer caso, o no lo hubieran boicoteado de manera activa, en el segundo, muy probablemente a día de hoy el tren de alta velocidad sería una realidad en Euskal.

La vivienda es ya la segunda preocupación de los vascos, según el último Sociómetro. Desde el Partido Socialista, con Denis Itxaso a la cabeza, están planteando varias medidas, pero ¿cree que son suficientes o que con ellas habrá cambios reales?

Claro que van a traer cambios reales. Nosotros tenemos una gran suerte en Euskadi y es que las políticas de vivienda no parten de cero. Porque parten en primer lugar de una ley de vivienda que impulsó y aprobó el Partido Socialista desde la oposición en el año 2015. Y parten sobre todo de un trabajo hecho durante las últimas legislaturas porque este ha sido un departamento liderado por el Partido Socialista. 

Esas políticas que se han puesto en marcha en legislaturas anteriores son una base fundamental que, sumadas al liderazgo del actual consejero, en un espacio medio de tiempo van a dar frutos.

Euskadi tiene retos en el ámbito industrial y económico en cuanto a su tejido productivo que son de una relevancia inmensa. El primero es nuestra dependencia energética

Esta semana tuvo lugar la sexta reunión de la mesa del Pacto vasco de Salud. ¿Confía en que este gran acuerdo sobre Osakidetza se hará realidad finalmente?

Puede ser un buen ejemplo de la colaboración entre instituciones y entre agentes diferentes. Me da la sensación que la inmensa mayoría de las personas que están sentadas ahí están con un ánimo constructivo. Eso va a dar sus frutos. 

Evidentemente ya se han empezado a producir cambios que han demostrado que muchas de las cuestiones que poníamos encima de la mesa desde el Partido Socialista eran ciertas. Afortunadamente, el grueso del programa de gobierno es nuestro programa electoral. Eso me lleva a confiar en que muchas cuestiones que han supuesto un problema para Euskadi están ya en vías de resolverse.

El líder del PSE, Eneko Andueza, en el Parlamento vasco.

El líder del PSE, Eneko Andueza, en el Parlamento vasco. Paulino Oribe

En estos meses de enero y febrero están teniendo lugar las primeras huelgas en educación. ¿Cómo las afrontan desde el Gobierno vasco?

Espero y deseo que esas huelgas que están promovidas por algunos no tengan el ánimo de boicotear o dar una sensación negativa del Gobierno. Siempre apelo al diálogo y a la búsqueda de acuerdos entre instituciones y agentes sociales.

Nosotros nos empeñamos mucho en que la ley de educación que se aprobó en la pasada legislatura fuera aprobada en los términos que entendíamos que eran razonables. Para que nuestros alumnos y alumnas tengan un mejor rendimiento y tengan un currículum escolar que les haga posible un acceso al mercado laboral en un futuro con una mejor garantía. 

Si algunos agentes juegan a otra cosa, que sepan que a lo único que están contribuyendo es a que el futuro de nuestros hijos y nuestras hijas no sea el que todos deseamos.

Hacen falta oportunidades y desde luego también hace falta un clima social que invite a ello. El absentismo y, sobre todo, la conflictividad no ayudan en absoluto a que inversores tengan Euskadi como un punto de referencia

La economía vasca sigue creciendo a buen ritmo. Pero se ven no pocos nubarrones sobre todo para la industria, por crisis de la automoción o los aranceles de Trump. ¿Cómo ven ustedes este momento y qué proponen sobre todo para para la industria vasca, para todas esas empresas que ven con preocupación lo que lo que estaba pasando?

Evidentemente lo vemos con preocupación. El periodo de hacer discurso y de analizar cuál es la situación real tras la victoria de Trump ya ha pasado. No tenemos que perder ni un solo minuto para pasar a la acción.

Euskadi tiene retos en el ámbito industrial y económico en cuanto a su tejido productivo que son de una relevancia inmensa. El primero es nuestra dependencia energética. Creemos que hace falta un gran pacto en torno a esta esta cuestión para que desde luego Euskadi transforme absolutamente la cuestión energética en lo que se refiere a esa dependencia.

Hacen falta infraestructuras que hagan posible que Euskadi sea un un país atractivo para invertir. Hacen falta oportunidades y desde luego también hace falta un clima social que invite a ello. El absentismo y, sobre todo, la conflictividad no ayudan en absoluto a que inversores tengan Euskadi como un punto de referencia. 

Y hace falta evidentemente una política industrial desde las instituciones, con un liderazgo que acompañe a nuestras empresas y las impulse en el ámbito internacional. Con inversión en i+d y en digitalización, así como aprovechando las posibilidades de la inteligencia artificial. Tenemos que pasar ya de las palabras a los hechos.