El lehendakari, Imanol Pradales, en la celebración del Alderdi Eguna

El lehendakari, Imanol Pradales, en la celebración del Alderdi Eguna Adrián Ruiz-Hierro EFE

Política

Ibermática, Talgo y Uvesco: Pradales acelera el arraigo de grandes empresas en Euskadi

El lehendakari se toma más en serio que nunca las operaciones para mantener o hacer volver a compañías estratégicas

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El Gobierno vasco que dirige Imanol Pradales acelera el arraigo de grandes empresas estratégicas de Euskadi. El lehendakari y su lugarteniente como consejero de Industria, Mikel Jauregi, parecen tomarse más en serio que nunca las operaciones para mantener o hacer volver a suelo vasco a grandes compañías.  

Hace años que el término "arraigo" parecía haber perdido el sentido para las empresas vascas. Porque se hablaba mucho de ello, con el habitual manoseo de los políticos incluido, pero a la hora de la verdad la gran mayoría de cambios consistían en llegadas de fondos foráneos o de multinacionales que desarraigaban compañías de origen vasco. 

Durante la campaña de las últimas elecciones autonómicas, tanto PNV como EH Bildu pusieron especial énfasis en resucitar el arraigo mediante cambios de calado, fondos soberanos y otras promesas. Ahora, por lo visto en los últimos tiempos, puede decirse que el Gobierno vasco de Pradales está cumpliendo en buena medida con ese compromiso. 

Al inmimente cierre de la compraventa de Talgo por parte de un consorcio vasco que lidera como socio industrial José Antonio Jainaga, presidente de Sidenor, hay que sumar los fuertes movimientos de las últimas semanas para que Uvesco e Ibermática 'regresen'. En realidad, físicamente nunca se fueron pero sí cambiaron de manos porque aparecieron Pai Partnes y Ayesa, respectivamente, para controlarlas.  

El gasto en industria tensa el presupuesto de Pradales y eleva el riesgo de más desvíos fiscales

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Todas esas operaciones cuentan con el evidente impulso político de Pradales y Jauregi. Aunque los ritmos de cada una de ellas sean distintos porque sus cierres no están exentos de dificultades, lo cierto es que las tres parecen bien encaminadas. De forma que el final de 2025 está siendo frenético para ese arraigo que ya no es un concepto vacuo sino una realidad que se va materializando. 

Un final de año frenético

El próximo 12 de diciembre la junta de accionistas de Talgo dará el plácet, salvo sorpresa mayúscula, a la toma de control de la ferroviaria por parte del consorcio que lidera Jainaga y en el que también están el propio Gobierno vasco y otros socios necesarios como las cajas vascas y la Sepi. Socios que han llegado por el empeño y las maniobras del Ejecutivo para impulsar el arraigo. 

Está previsto que antes de que acabe el año pueda cerrarse la compra de Ibermática por otro consorcio vasco, que en este caso lideran Kutxabank y la fundación BBK junto al propio Ejecutivo y a la espera de un socio inversor que aparezca cual mirlo blanco para dejar la empresa en Euskadi aunque los Manzanares sigan en el accionariado.

Abundan ya las quinielas y, entre ellas, muchos miran a Teknei, el proyecto revelación a nivel tecnológico que acaba de negociar la compra a Indra del negocio BPO (servicios externalizados de las empresas). 

También avanzan las cosas para que un grupo de inversores liderado por Ángel Jareño se quede con Uvesco tras los intentos fallidos de hace un año, cuando parecía que Carrefour tenía cerrada la compra pero después la operación se fue al traste sin demasiadas explicaciones. 

Además del respaldo explícito del Ejecutivo, el actual CEO de la compañía cuenta con el apoyo de Kutxabank a través de su nueva sociedad de inversión Indar, así como de Inveready y Stellum, que entrarían con fuerza en el capital de la propietaria de los supermercados BM y Super Amara

Un caso diferente

Por último, está el caso, más simbólico que dinerario, de Astilleros Balenciaga, que como viene contando este diario está a falta de que el comité de empresa apruebe el aterrizaje de Abu Dhabi Ports. Una operación que no es comparable estrictamente a las antedichas, ni por volumen ni por relevancia de la compañía ni por su idiosincrasia, pero que también ha contado con el respaldo del Departamento de Industria. 

La apuesta por arraigar empresas en Euskadi tiene también sus detractores, claro está, sobre todo porque no son pocos los que remarcan que debe vigilarse cada céntimo de dinero público que se destina a estos movimientos. Tiempo habrá para ver el resultado de las operaciones. Pero está claro que, tras años de parálisis, Pradales va en serio con el arraigo.