Protonterapia: la tecnología refuerza la lucha contra el cáncer
Mediante la aceleración de protones, esta avanzada técnica se perfila como la más segura y eficaz para destruir tumores
5 octubre, 2021 00:00El cáncer es una de las principales causas de muerte provocada por una enfermedad. En 2020 se diagnosticaron en todo el mundo más de 19 millones de casos nuevos y se cobró diez millones de vidas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las previsiones indican que el número superará los 30 millones de afectados en las dos próximas décadas.
Los tumores más frecuentemente diagnosticados en el mundo el pasado año fueron, según datos de la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), los de mama, pulmón, colon y recto, próstata y estómago, todos ellos con más de un millón de casos. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) señala que los cánceres más frecuentemente diagnosticados en España en 2021 son los de colon y recto (43.581 nuevos casos), próstata (35.764), mama (33.375), pulmón (29.549) y vejiga urinaria (20.613). El informe indica que la incidencia del cáncer en España superará los 270.000 nuevos casos a final de año.
La lucha que no cesa
La lucha contra esta enfermedad es posiblemente uno de los mayores retos a los que se viene enfrentando la medicina en los últimos cien años. Por ello, la investigación médica y tecnológica es fundamental para seguir dando pasos para combatirla. Aunque el número de personas con cáncer se ha incrementado debido al crecimiento de la población y su envejecimiento, en términos reales las muertes por cáncer están disminuyendo. ¿La razón? Que la supervivencia ha aumentado gracias a los avances médicos.
En los últimos años, una nueva terapia se está abriendo paso como una de los tratamientos con mayor porcentaje de éxito en esta batalla. Es una alternativa a la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia. Aunque la primera unidad del mundo fue instalada en Estados Unidos en 1950, hasta hace poco más de un año solamente estaba disponible en Suiza, Alemania y Francia. Ningún centro en España público o privado había utilizado esta terapia hasta que Quirónsalud la incorporó hace apenas dos años.
¿Qué es la protonterapia?
La protonterapia emplea protones en el tratamiento radiológico, en lugar de rayos X. Un protón es una partícula con carga positiva con alta potencia que puede destruir las células cancerosas. En este sistema, los protones se dirigen con precisión milimétrica hacia el tumor y depositan la dosis específica de radiación. De esta forma, minimiza el riesgo de dañar los tejidos sanos circundantes y reduce el riesgo de desarrollo de tumores secundarios.
Gracias a las propiedades físicas de los protones, la protonterapia es la técnica radioterápica más avanzada y segura para tratar determinados tipos de cáncer. Por ello, esta terapia está indicada en pacientes infantiles y en determinados tipos de tumores, especialmente en los pediátricos, oculares, sarcoma (cerebrales), cabeza y cuello.
Llega a España con Quirónsalud
El Centro de Protonterapia Quirónsalud de Pozuelo de Alarcón (Madrid) abrió sus puertas a finales de 2019 y ese mismo año trató al primer paciente en España con este tipo de radioterapia avanzada. Solo en el primer año trataron más de un centenar de pacientes, el 60% pediátricos.
Los tratamientos con protonterapia contra el cáncer han tenido que adaptarse durante la crisis sanitaria generada por el Covid-19. Sin embargo, en el centro de Quirónsalud la actividad no ha cesado. A pesar de haber sido un año plagado de dificultades a causa de la pandemia, el proyecto ha avanzado los suficiente para cumplir los objetivos. Entre sus logros, destaca una red telemática para facilitar la comunicación con otros profesionales y pacientes, y fusionar y consolidar un equipo multidisciplinar de alto nivel.
El equipo tecnológico
La terapia se administra a través del sistema Proteus One, un acelerador de la familia de los ciclotrones que utiliza la criogenia. Es el que utilizan el 70% de los centros que ofrecen esta terapia en todo el mundo y entre sus ventajas destaca que incorpora un sistema de escaneado del tumor para facilitar al médico la aplicación de la dosis más adecuada. Cuenta, además, con los equipos más avanzados de toma de imágenes y puede girar 220 grados sobre el paciente para aplicar el haz de protones desde cualquier ángulo.
Los 30 centros que ya están en funcionamiento (15 de ellos en Europa) han tratado con esta tecnología a más de 70.000 pacientes y hay otros 23 centros de todo el mundo que están en proceso de instalar un equipamiento de similares características.
El equipo humano
El equipo humano de Quirónsalud está formado por profesionales con una experiencia consolidada en el manejo de la protonterapia, ya que muchos de ellos han trabajado durante muchos años en otros centros europeos. Su director científico, Raymond Miralbell, ha sido director del Swiss Proton Users Group y Jefe de Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Ginebra (Suiza).
La doctora Carme Ares se incorporó al equipo como Jefa de Oncología Radioterápica tras 15 años de experiencia en Protonterapia, principalmente en el Paul Scherrer Institute (Suiza); mientras que el actual director de Física Médica del Centro, el doctor Alejandro Mazal ha trabajado durante más de tres décadas en el Instituto Curie de París (Francia), los 14 últimos años como director técnico de su Centro de Protonterapia y Jefe del Servicio de Física Médica de este organismo.
Junto a ellos trabaja un equipo de profesionales que, liderados por el doctor Ignacio Azinovic como director médico, se ha formado en centros de referencia en protonterapia en Estados Unidos (Universidad de Pensilvania, Willis Knighton Cancer Center), Suiza (Paul Scherrer Institute) e Italia (Trento).
Tratamiento personalizado
Cuando un nuevo caso llega al centro, un comité multidisciplinar realiza una evaluación pormenorizada del historial del paciente. Éste pasa por la consulta médica, donde el oncólogo radioterápico le explica con detalle el proceso, el plan de tratamiento y el protocolo de actuación. A partir de ahí, se lleva a cabo una sesión de planificación y se realiza un TAC de alta definición e imagen espectral que ofrecerá información específica sobre la composición de los tejidos sanos que se van a someter a la terapia.
Para recibir el tratamiento, se sitúa a la persona que va a ser tratada en una mesa que está acoplada a un sistema robótico que permite ubicar su posición en cada sesión con precisión milimétrica. A continuación, una estructura semicircular llamada gantry orienta el haz de protones hacia un isocentro, permitiendo tratar el tumor desde cualquier ángulo. Y tras localizar con precisión el volumen a irradiar, la avanzada tecnología llamada Proteus One suministra una terapia de protones de intensidad modulada mediante la tecnología pencil beam scanning.
Todo el tratamiento se efectúa desde la zona de control, y cada sesión tiene una duración aproximada de unos 25 minutos, aunque la mayor parte de ese tiempo se emplea en la preparación, colocación, inmovilización y posicionado del paciente. Finalizado el tratamiento, el paciente puede incorporarse, salir de la sala y abandonar el centro por su propio pie.