La inmunoterapia, el gran pilar en el futuro de la alergología

La alergia, uno de los problemas de salud más frecuentes y popularizados, es una reacción anormal del organismo cuando entra en contacto con determinadas sustancias provenientes del exterior llamadas alérgenos. 

Los más comunes se encuentran en los pólenes de plantas (gramíneas), en los ácaros del polvo, hongos, pelos de animales, abejas y avispas, el látex, en algunos alimentos e incluso pueden llegar a originarse a causa de los medicamentos.

Medicación individualizada

La doctora Estefanía Quílez, alergóloga de Policlínica Gipuzkoa, explica que esta alteración “es una respuesta de hipersensibilidad del sistema inmunitario y suelen ser respiratorias, alimentarias o cutáneas. Sin embargo, advierte de que también “hay otro grupo de patología alérgica poco frecuente y difícil de diagnosticar que sería como un cajón de sastre”.

En ese sentido, la especialista del Servicio de Alergología de Policlínica Guipuzkoa explica que gracias a la investigación “cada vez hay medicación mucho más específica e individualizable”. Se refiere concretamente a la “inmunoterapia, o también llamada vacuna de alergia”, especialmente indicada para “la alergia ambiental (polen, ácaros, hongos o epitelios animales) y “los tratamientos biológicos individualizables a cada paciente por enfermedades alérgicas moderadas y graves”.

El polen

Aunque la alergia al polen suele ser la más común, la tipología es muy diversa. “La polinosis y la aerobiología es diferente en cada zona geográfica”, expone la doctora, para apuntar que en la zona norte costera “hay mucha prevalencia de ácaros de polvo y de polen de árboles de la familia del abedul y de gramíneas”. Se trata de una alergia respiratoria predominante en primavera que “se manifiesta como rinitis, con o sin conjuntivitis, y como asma alérgica”.

En cuanto a la prevención, la alergóloga de Policlínica Guipuzkoa no esconde que “protegerse de un alérgeno ambiental como un polen es difícil porque no vamos a quedarnos en casa todo el verano…”. Sin embargo, afirma que conociendo el calendario polínico del alérgeno se pueden tomar medidas. Como ejemplo, menciona que después de un día de lluvia es conveniente “usar gafas de sol para protegerse porque es cuando las flores más polinizan”. 

Mosquitos e insectos

Por lo que se refiere a las picaduras de mosquito, la alergóloga manifiesta que el veneno inoculado apenas provoca una reacción alérgica. En todo caso, si lo fuera, se detectaría “si la reacción es demasiado exagerada, grande y dura mucho en el tiempo”. De ser así, la doctora Estefanía Quílez advierte de que “hay que consultar siempre al alergólogo”.

Por último, la alergóloga señala que es conveniente diferenciar la alergia producida por una picadura de mosquito de la provocada por otros insectos. Mientras que la primera “es muy poco frecuente y se da a nivel local, en el punto de la picadura”, la que está causada por abejas y avispas “puede ser de riesgo y producir una anafilaxia, es decir, una reacción alérgica grave”.