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Los beneficios de la cirugía robótica frente a múltiples patologías

La incorporación de robots quirúrgicos permite aumentar la precisión y mejorar los resultados en especialidades como la oncología, la ginecología, la otorrinolaringología o la urología

23 febrero, 2022 05:00

La introducción de nuevas tecnologías ha revolucionado el sector de la medicina y, más concretamente, el de la cirugía. Los dispositivos digitales han alterado notablemente las técnicas en las intervenciones quirúrgicas y ha mejorado enormemente el posoperatorio de los pacientes. 

Estos avances han dado pie a la cirugía robótica. Se trata de una técnica mínimamente invasiva que facilita la intervención, obtiene mejores resultados, genera menores complicaciones y reduce, todavía más, las secuelas en el paciente, que necesita menos días de permanencia en el hospital.

El robot quirúrgico Da Vinci

Oncología, ginecología, otorrinolaringología y urología son algunas de las especialidades de la medicina que más se están beneficiando de la llegada de los robots quirúrgicos gracias a la reducción de los efectos adversos asociados a la cirugía.

La estrella el sistema robótico Da Vinci. El Hospital Quirónsalud Barcelona fue el primer centro privado en utilizarlo, en 2011, en el tratamiento del cáncer. Hasta la fecha ha realizado con éxito medio millar de intervenciones de tumores urológicos, como el de próstata, vejiga o riñón. 

En diferentes patologías

Carlos Chiesa, doctor del servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Día Quirónsalud y Policlínica Gipuzkoa, valora positivamente este sistema quirúrgico. “Es útil para el tratamiento de patologías de la vía aerodigestiva superior (cavidad oral, orofaringe, hipofaringe y laringe)”, indica.

Resalta también el auge que la cirugía robótica ha experimentado en la otorrinolaringología, especialmente “en el tratamiento de patologías oncológicas o tumorales malignas de la orofaringe y en el de patologías del trastorno del sueño mediante el abordaje de otra parte de la orofaringe como es la base de la lengua”. 

El factor humano

Aún así, el especialista recuerda que el factor humano sigue estando presente y es fundamental en cualquier operación.  Pese a las evidentes mejoras tecnológicas, “es importante entender que la cirugía robótica se basa en un aparato controlado por el cirujano, que ordena los movimientos que ejecuta el sistema robótico”. 

Da Vinci hace más fácil la vida del cirujano y con ello, mejora los resultados de las operaciones, especialmente los posoperatorios. El doctor José Luis Elósegui, cirujano general de la Unidad de Enfermedades Digestivas de Policlínica Gipuzkoa, explica que “al llevarse a cabo a través de pequeñas incisiones, disminuye el dolor y rebaja el tiempo de posoperatorio, lo que ayuda al alta precoz y repercute en una incorporación más rápida a la vida laboral activa”.

Imagen de personal especializado durante una intervención con un robot quirúrgico / QUIRÓNSALUD

Imagen de personal especializado durante una intervención con un robot quirúrgico / QUIRÓNSALUD

Ventajas ergonómicas y visuales

Elósegui explica que Da Vinci favorece la ergonomía del cirujano. “Parece simple, pero cuando el cirujano se siente cómodo influye en el resultado”, asegura. El experto explica que este sistema robótico ofrece las mismas ventajas que una laparoscopia peor, además, “anula el temblor que puede tener un cirujano en las manos” y, además, “permite giros de 360 grados”.

El especialista también resalta la importante mejoría visual que supone Da Vinci con respecto a la laparoscopia: “El cirujano, además de manejar sus manos, puede manejar también la imagen por medio de un intercambiador que está situado en los pedales. Con pulsar el pedal, el robot mueve la imagen”.  

Mejor que la laparoscopia

Este sistema robótico aporta múltiples ventajas a un gran abanico de especialidades quirúrgicas, incluso a la urología. Así lo confirma el doctor Gregorio Garmendia, urólogo de Policlínica Gipuzkoa, quien detalla que la posibilidad de intervenir con Da Vinci “aporta un extra a todas las ventajas de la laparoscopia convencional”, puesto que “incrementa sus resultados porque tenemos una mejor visión y ofrece la posibilidad de ver en 3D”. 

Todas estas ventajas se suman a las que ya aporta la propia laparoscopia convencional. Como “la ausencia de incisión quirúrgica, un menor sangrado, una menor estancia posoperatoria o un menor tiempo para la reincorporación a la vida normal”.