El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible aprobó el pasado verano el Plan BIM en la contratación pública que establece la incorporación gradual y progresiva de esta metodología de trabajo colaborativo en diversos contratos públicos de la Administración General del Estado y el sector público estatal relacionados con la construcción. El proyecto define un calendario de implantación que abarca el periodo 2024 -2030 y establece distintos niveles BIM a alcanzar: preBIM, inicial, medio, avanzado e integrado. El reto es que la transformación digital del sector público con BIM (Building Information Modeling) permita al Estado ahorrar entre un 10% y un 20% del gasto en construcción de los proyectos de edificación y de infraestructuras, optimizando el uso de recursos y disminuyendo el despilfarro. 

Objetivos del modelo

El Plan BIM, tal y como explica el Ministerio en su página web, comprende todas las acciones en cuanto a la implementación BIM en el sector público y responde a un doble objetivo: mejorar la eficiencia del gasto público en los contratos del sector público y servir de palanca para la transformación digital del sector de la construcción. Se trata de transformar y digitalizar la construcción publica de infraestructuras y edificios tomando en cuenta factores como la sostenibilidad, la eficiencia y la calidad, aplicándose la metodología BIM con dichos objetivos.

El proyecto ha sido diseñado por la Comisión Interministerial para la incorporación de la metodología BIM en la contratación pública (CIBIM), presidida por el Subsecretario de Transportes y Movilidad Sostenible, y para su elaboración ha contado con el apoyo de un Comité técnico compuesto por expertos en la implantación de BIM en el sector público y privado.

Con su puesta en marcha se cumplen algunas de las exigencias planteadas por acuerdos internacionales como la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo, o planes nacionales como la Estrategia Nacional de Economía Circular y la de Contratación Pública.

Centralizar la información en un único modelo digital

La metodología BIM es una forma de trabajo colaborativa apoyada en estándares y tecnologías que, según explica Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y Director del Máster BIM Manager Internacional (+VR) de la empresa especializada Espacio BIM (www.espaciobim.com), “permite centralizar toda la información de un proyecto (geométrica, documental, etcétera) en un modelo digital desarrollado por todos los agentes que intervienen”. Desde la fase de diseño, construcción, gestión, hasta la de mantenimiento y/o demolición, lo que facilita una gestión más eficaz en los procesos de diseño, construcción y operación de los activos, lo que proporciona una base confiable para la toma de decisiones.

El uso de BIM en la contratación presenta ventajas frente a la forma tradicional de realizar contratos relacionados con la construcción, reduciendo plazos y costes en la ejecución de contratos del sector público y mejorando la productividad. También es beneficioso para la sostenibilidad en el sector de la construcción, al contribuir a la reducción del impacto en el medio ambiente. Este sector en concreto es uno de los que utilizan más recursos y que tienen un elevado potencial de circularidad y BIM puede ayudar a la reducción del volumen de residuos hasta un 15% y a la reducción de los costes de gestión de residuos de la construcción hasta un 57%.

Por otra parte, la implantación de BIM en la contratación pública contribuirá a la mejora de la competitividad de las empresas españolas, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, puesto que les permitirá diferenciarse y destacar sobre otros competidores al disponer de procesos más sostenibles, tanto desde un punto de vista económico como ambiental.

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