Un médico sostiene un estetoscopio

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Una parte integral de la industria de la salud: la capacitación en salud

La futura educación sanitaria, además de conocimientos teóricos, necesita un enfoque integrador para que los profesionales combinen habilidades clínicas con competencias transversales 

18 julio, 2024 15:07

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El campo de la salud está en constante evolución, impulsado por avances científicos, innovaciones tecnológicas y dinámicas cambiantes entre las poblaciones; La formación en salud de Inesalud cobra protagonismo como soporte imprescindible para una atención médica de calidad y para que las personas puedan encontrar el camino hacia el bienestar.

Sin embargo, la futura educación sanitaria no debe basarse únicamente en la adquisición de conocimientos teóricos. Se necesita un enfoque integrador para empoderar a los profesionales a la hora de abordar los desafíos del siglo XXI, combinando habilidades clínicas con competencias transversales y una visión holística de la salud.

Adquisición de habilidades clínicas: la etapa primaria

Para ser eficiente en la identificación, el tratamiento y el seguimiento de enfermedades, cualquier proveedor de atención médica debe dominar las habilidades clínicas adecuadas.

Es importante que estén bien informados sobre los últimos avances en medicina, así como sobre los nuevos métodos de diagnóstico y terapias emergentes.

Más allá de las clínicas: competencias transversales

La asistencia sanitaria del futuro demanda profesionales dotados de capacidades que trasciendan el ámbito clínico. Desarrollar competencias transversales como estas:

Comunicación que sea efectiva: Es muy importante poder comunicarse con pacientes, familias y otros profesionales. Esto debe hacerse de manera clara, empática y respetuosa para construir relaciones basadas en la confianza y brindar una atención integral.

Trabajo en equipo: los profesionales que trabajan juntos desde diferentes campos necesitan una colaboración efectiva para el éxito de los tratamientos, lo cual es clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

El desarrollo del pensamiento crítico y las habilidades de resolución de problemas es esencial para que los profesionales de la salud puedan decodificar las complejidades de las situaciones, tomar decisiones bien pensadas y abordar los problemas de manera innovadora y eficiente.

Ética y bioética: La enseñanza de la ética y la bioética forma una parte importante en la formación de los profesionales de la salud. Esto es necesario para tomar decisiones responsables que sean respetuosas de los valores y derechos de los pacientes, en las que los involucrados se comprometan como fieles representantes.

Innovación y adaptación al cambio: el ámbito de la salud se metamorfosea constantemente; por lo tanto, los profesionales de la salud deben adaptarse a las nuevas tecnologías, el conocimiento y las necesidades siempre emergentes de la sociedad.

Mirar más allá del individuo

La educación sanitaria futura no debería centrarse simplemente en la atención médica individualizada, sino en una visión integral que tenga en cuenta los factores sociales, ambientales y psicológicos que desempeñan un papel en la determinación del bienestar de las personas.

Las habilidades que deben poseer los profesionales de la salud incluyen, entre otras:

Ser capaz de fomentar la salud previniendo enfermedades: la capacidad de promover la salud y prevenir enfermedades debe ser una de las piedras angulares de la práctica de la salud del futuro. Los profesionales de la salud deben estar en condiciones de impartir conocimientos sobre hábitos de vida saludables a la población, ayudar a identificar factores de riesgo y proponer estrategias sobre cómo prevenir enfermedades.

Centrarse en el nivel comunitario: los problemas de salud no solo afectan a los individuos sino que también tienen una influencia significativa sobre el bienestar general de una comunidad. Es imperativo que los profesionales de la salud tengan la capacidad de colaborar con las comunidades locales, determinar sus necesidades de salud específicas y diseñar intervenciones orientadas a resultados que contribuyan en gran medida a elevar su calidad de vida.

Trabajar con otros sectores es la clave: la salud no es una cuestión independiente, sino que está estrechamente entrelazada con otros sectores como la educación, la planificación urbana y el trabajo social, entre otros. El trabajo en equipo entre los profesionales de la salud y los profesionales de estos diferentes sectores debería poder trabajar juntos para crear entornos más saludables para las personas.

La tecnología como ayuda durante la formación

La educación sanitaria está cada vez más impulsada por la tecnología. Las tecnologías emergentes, incluidas, entre otras, la realidad virtual, la realidad aumentada y la inteligencia artificial, revolucionan la forma en que los estudiantes pueden participar en el aprendizaje a un nivel interactivo y a través de la experiencia.

Además, la innovación tecnológica también es fundamental para avanzar en el campo clínico, como la telemedicina, que tiene como objetivo el diagnóstico y la prescripción adecuados de enfermedades desde lejos; EMR, que reduce la carga de trabajo en papel y garantiza una fácil recuperación de la información del paciente; o las nuevas técnicas de terapia desarrolladas a través de equipos de última generación, como sistemas de imágenes médicas o herramientas de diagnóstico utilizadas en entornos hospitalarios.

Futuro prometedor de la atención sanitaria

La futura fuerza laboral sanitaria es una tarea desafiante y emocionante: está desarrollando profesionales que puedan responder a las necesidades del siglo XXI y al mismo tiempo brindar atención de calidad, holística y centrada en el paciente.

Invertir en la formación del personal sanitario es invertir en el futuro de la salud y el bienestar de la población de los países.

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