
Parece Balmaseda pero es el destino medieval más bonito de toda España para visitar en abril (y está en Euskadi)
Parece Balmaseda pero es el destino medieval más bonito de toda España para visitar en abril (y está en Euskadi)
Esta localidad mantiene restos medievales de hace siglos, como la muralla de cinco puertas de acceso con las que uno es capaz de viajar al pasado.
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Hay lugares que parecen detenidos en el tiempo. Rincones donde cada piedra, cada calle estrecha, cada aroma que sale de una bodega, cuenta una historia. Euskadi está lleno de estos pequeños tesoros, pero hay uno en particular que deslumbra a todo el que lo visita.
Puede que a primera vista te recuerde a Balmaseda, con su aire antiguo y su esencia de villa histórica. Sin embargo, se trata de otro pueblo: uno que ha sido reconocido como el pueblo medieval más bonito de toda España, y sí, está aquí mismo, en tierras vascas.
En un momento en el que el turismo en Euskadi vive uno de sus mejores momentos —rompiendo récords de visitantes año tras año—, este encantador enclave alavés se ha convertido en parada obligatoria para quienes buscan algo más que una escapada. Historia viva, arquitectura conservada con mimo, bodegas subterráneas que guardan siglos de tradición vinícola y un entorno natural que en abril se vuelve espectacular.
Laguardia: la joya medieval de Euskadi
En pleno corazón de la Rioja Alavesa, entre viñedos interminables y colinas suaves, se levanta Laguardia. Este pueblo, que podría confundirse con otros núcleos históricos como Balmaseda por su encanto y su silueta de piedra, ha sido elegido por la revista National Geographic como el pueblo medieval más bonito de España.
Laguardia es mucho más que un bonito escenario: es una cápsula del tiempo. Fundada, según fuentes históricas, hacia el año 908 por el rey navarro Sancho Abarca como bastión defensivo frente a moros y castellanos, conserva aún hoy buena parte de su trazado medieval original.
Un paseo por la historia… y bajo ella
La villa está rodeada por una muralla con cinco puertas que aún siguen en pie: Mercadal, Carnicerías, San Juan, Páganos y Santa Engracia. Cruzarlas es como atravesar un umbral al pasado. En su interior, calles empedradas conducen a iglesias como San Juan Bautista o Santa María de los Reyes, esta última con un espectacular pórtico policromado del siglo XVII que todavía conserva su color.
Pero lo más sorprendente de Laguardia está oculto a simple vista: una red de cuevas subterráneas que atraviesan el subsuelo del casco antiguo. Estas bodegas excavadas en roca han sido utilizadas durante siglos para almacenar vino, uno de los grandes orgullos de la zona.
Un destino de vino, arte y arquitectura
La arquitectura de Laguardia no se limita al medievo. Paseando por sus calles también se encuentran edificios barrocos, renacentistas y neoclásicos. Un ejemplo destacado es la Casa de la Primicia, considerada uno de los edificios civiles más antiguos de la localidad, datado en el siglo XIV.
Además, quienes visitan Laguardia en abril —uno de los mejores momentos del año, cuando los viñedos comienzan a despertar— podrán disfrutar de una de las mejores rutas enogastronómicas del país. El pueblo y sus alrededores están repletos de bodegas, muchas de ellas con propuestas arquitectónicas vanguardistas que contrastan con el entorno histórico.
¿Por qué visitar Laguardia este abril?
- El clima primaveral permite disfrutar de paseos tranquilos y terrazas al sol sin
- La vendimia aún no ha comenzado, pero muchas bodegas ofrecen catas exclusivas y visitas guiadas entre barricas y calados centenarios.
- Es temporada baja, por lo que es más fácil encontrar alojamiento con encanto y disfrutar de la calma del entorno.
En definitiva, si buscas un destino que combine historia, cultura, vino y belleza natural, Laguardia es ese rincón de Euskadi que parece salido de una postal. Puede que desde fuera te recuerde a Balmaseda o a otros pueblos con herencia medieval, pero basta con recorrer sus calles para entender por qué ha sido coronado como el más bonito de toda España.