
lago de Caicedo Yuso / Añana Turismo
Tienes que hacerla sí o sí: la ruta histórica de Euskadi que tiene la fábrica de sal más antigua del mundo
Hay rutas de senderismo que te llevan a descubrir grandes joyas históricas y es ideal para disfrutar de un paraje natural espectacular
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En Euskadi son muchos los planes que se pueden hacer en primavera. Uno de los favoritos para compartir en familia, descansar y desconectar de todo lo que nos rodea es hacer una ruta de senderismo. Paisajes verdes con increíbles montañas y cascadas que regalan preciosas panorámicas.
No siempre se trata de ir al monte, hay rutas de senderismo que te llevan a descubrir grandes joyas históricas como la que traemos hoy: Ruta por Salinas de Añana y el lago de Caicedo Yuso por el Valle Salado.
Un sendero de aproximadamente 10 kilómetros que se pueden realizar en un tiempo estimado de 3 horas y es ideal para disfrutar de las vistas al Valle Salado y rodear el Lago de Caicedo Yuso y Arreo, un paraje natural espectacular. Tiene una dificultad moderada con una altitud máxima de 669 metros, es decir, es una ruta sencilla y circular que es apto para todos los públicos.
Una vez finaliza el sendero de las salinas te sumerges directamente en un camino frondoso y sombrío, culminando en una atalaya con magníficas vistas sobre el lago Caicedo-Yuso. Según recoge Turismo Euskadi, este lago nutre de agua al Valle Salado de Añana, y en él puede encontrarse una vegetación de lo más diversa.

Una joya histórica a nivel mundial
Lo que más llama la atención de Las Salinas de Añana es su diseño. Miles de eras, plataformas de madera y piedra, junto con canales de distribución de agua, forman un complejo sistema de terrazas adaptado a la pendiente del valle. Este sistema ha permanecido casi intacto desde la época romana, siendo mejorado por generaciones de salineros que perfeccionaron la extracción y producción del "oro blanco".
Las eras, construidas con técnicas tradicionales, se llenan con agua salada que, tras la evaporación, deja cristales de sal listos para recolectar. Este sistema, completamente manual y ecológico, permite una producción de alta calidad y resalta el respeto por el medio ambiente.

Las Salinas de Añana / Wikipedia
La sal: motor económico y cultural
Durante siglos, la sal de Añana fue una de las más apreciadas de Europa. Su pureza y calidad la convirtieron en un bien de comercio esencial para la conservación de alimentos, la ganadería y la industria. En la Edad Media, el control de las salinas era una fuente de riqueza para los señores feudales, lo que llevó al desarrollo de pueblos y rutas comerciales en torno a este recurso.
Con la llegada de la sal industrial en el siglo XIX, Las Salinas de Añana entraron en declive, pero gracias a un esfuerzo conjunto de restauración iniciado en los años 90, se han recuperado tanto su valor económico como su relevancia cultural y turística.

Las Salinas de Añana / Guia Repsol
Reconocimientos y turismo sostenible
Hoy en día, Las Salinas de Añana son más que un sitio de producción de sal. Reconocidas como Bien Cultural de Interés Nacional en España, y candidatas a ser Patrimonio Mundial de la UNESCO, son un modelo de preservación de tradiciones y turismo sostenible. Los visitantes pueden explorar el valle, aprender sobre las técnicas tradicionales de extracción, e incluso participar en la recolección de sal.
El enclave también promueve la biodiversidad y ha sido integrado en proyectos de investigación y conservación ecológica. Además, su sal ha recuperado su fama, siendo utilizada por chefs de renombre y exportada a mercados internacionales.