
El desconocido rincón ideal para vivir y desconectar en Euskadi. Turismo Euskadi
La Nueva Zelanda vasca, entre Bilbao y San Sebastián: el desconocido rincón ideal para vivir y desconectar en Euskadi
Este pueblo es conocido por sus increíbles acantilados y por sus formaciones (flysch), declaradas Patrimonio Mundial de la Unesco.
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Euskadi se halla repleto de preciosos pueblos llenos de vida, como lo son los de Lekeitio, Elantxobe, Hondarribia o Getaria, entre otros. Estos fusionan a la perfección la historia, los paisajes verdes, la costa y la arquitectura gracias a sus empedradas calles, puertos pesqueros, caseríos y una tradición cultural que convierten las localidades en unos rincones de ensueño.
Unos territorios ideales para residir por su calidad de vida, la seguridad que aportan, su maravillosa gastronomía y la naturaleza que los rodea. Se respira vida sin dejar de lado los servicios y la conexión con las ciudades grandes, como Bilbao, San Sebastián o Vitoria-Gasteiz. No hay que dejar de lado, por supuesto, uno de los mejores pueblos por su conexión con estas villas y por todo lo mencionado anteriormente: Zumaia.
Zumaia, uno de los mejores pueblos vascos
Conocida como la Nueva Zelanda de España, Zumaia es una localidad de Gipuzkoa perfecta para vivir por su calidad de vida, la conexión con los pueblos vascos y por la tranquilidad y belleza que la envuelve y que transporta a los vecinos a la otra punta del mundo. Este pueblo es conocido por sus increíbles acantilados y por sus formaciones llamadas Flysch (creadas por la erosión del mar y donde las rocas adoptan una forma laminada), que recuerdan a Nueva Zelanda, declaradas Patrimonio Mundial de la Unesco.
Asimismo, esta coqueta localidad guarda un atractivo único por sus dos preciosas playas (Itzurun y Santiago) y un patrimonio histórico y cultural con lugares que merecen una visita, como un casco histórico y un puerto deportivo moderno, como destaca la web oficial de turismo del Gobierno Vasco, Turismo Euskadi, en su artículo sobre Zumaia.
La visita empieza en el casco viejo medieval, donde el curioso puede disfrutar de la parroquia de San Pedro (iglesia gótica del siglo XIII), elevada sobre el resto de "edificaciones como una gran mole de piedra". Construcción que sobresale por guardar una construcción parecida a la de una fortaleza y por no tener "elementos decorativos en el exterior". Se compone de una sola nave y su interior "constituye uno de los espacios góticos" más hermosos del territorio vasco, en el que hay que visitar el retablo de Juan de Antxieta, que es monumento nacional.
No hay que dejar de lado los palacios Zumaia y Ubillos y las casas Olazabal y Goikotorre mientras se pasea por las estrechas y empinadas calles del casco, puntos que no dejan a nadie indiferente. Así como sus dos atractivas playas. Sobresale la de Itzurun, que es la más cercana al casco histórico. "Abierta al mar y bajo la protección de la ermita de San Telmo, sus arenas y aguas tienen propiedades beneficiosas para la salud por su alta concentración en yodo":

Zumaia. Turismo Euskadi
En cambio, la playa de Santiago se ubica en el extremo oriental de la villa cerca de las marismas formadas por el río Urola. Se halla cerca del Museo Zuloaga, la casa y taller del popular pintor de Eibar, "capilla y antigua hospedería del Camino de Santiago". Es en este lugar donde se guarda "parte de su colección".
Por supuesto, los acantilados nunca pasan desapercibidos en esta villa. Estos, "interesantes desde el punto de vista geológico", recorren la costa desde la playa de Itzurun hasta Deba. "Se puede realizar un precioso recorrido para contemplar las peculiares formaciones rocosas que se alzan sobre el mar. En bajamar, queda al descubierto un peculiar fenómeno denominado Flysch".