Un 'selfie' del rover Perseverance en la superficie de Marte. / NASA / JPL

Un 'selfie' del rover Perseverance en la superficie de Marte. / NASA / JPL

Sociedad

Científicos de la UPV analizan ya los datos del suelo de Marte

Casi 300 días después de la llegada a Marte del rover Perseverance se han hecho públicos los primeros resultados

29 diciembre, 2021 12:37

Casi 300 días después de la llegada a Marte del rover Perseverance se han hecho públicos los primeros resultados de las investigaciones sobre la composición de la base del cráter Jezero de Marte a partir de la información enviada por el vehículo.

En esta operación participa el grupo de investigación IBeA, del Departamento de Química Analítica de la UPV/EHU, ha informado la universidad vasca.

El vehículo amartizó con éxito el 18 de febrero de 2021. "Los datos obtenidos desde su amartizaje son muy abundantes y de gran interés", ha señalado Juan Manuel Madariaga, investigador principal del Grupo IBeA. 

Según recoge Efe, en estos primeros meses el equipo de investigación ha analizado muestras de la base del cráter, un terreno plano que contiene diferentes tipos de rocas enterradas en el suelo/sedimento que quedó tras la desecación del agua que llenó el cráter, a modo de lago de unos 50 km de diámetro. Es decir, se han estado analizando restos de la base de un paleolago de entre 3.300 a 3.000 millones de años de antigüedad.

Según los datos enviados por el Perseverance, en la base del paleolago no existen estructuras sedimentarias, sino que las rocas dispersas han sido transportadas hasta su emplazamiento no por corrientes acuosas sino por transporte de lava procedente de diferentes erupciones volcánicas.

Casi todas las fases minerales detectadas en las muestras analizadas han dado señales positivas de la existencia de agua y/o hidroxilos en las mismas, lo que indica la existencia de eventos de alteración promovidos por la presencia de agua en contacto con los materiales geológicos. 

Sin embargo, estos procesos de alteración de las rocas volcánicas no han llegado hasta la formación de arcillas, tal como se conocen en la Tierra, sino que se han parado en estados previos de alteración. 

Este descubrimiento no esperado va a impulsar un conjunto de estudios de laboratorio para entender cómo se pudo pasar de las fases minerales originales, tras erupciones volcánicas, a las primeras fases de alteración detectadas sin que se lleguen a formar los minerales que componen las arcillas.