"Un solo modelo educativo con el euskera como eje puede resentir aún más los resultados académicos"
El profesor Ricardo Arana ha participado en las ponencias parlamentarias para la nueva Ley de Educación cuyo borrador ya se ha presentado, y modifica los actuales modelos
13 febrero, 2022 05:00La nueva Ley de Educación vasca va camino de ser pronto una realidad. Esta misma semana se presentaba el borrador elaborado por el presidente de la ponencia parlamentaria que ha trabajado sobre el futuro de la educación vasca, Gorka Álvarez y que plantea la implantación de un modelo educativo plurilingüe en el que el eje será el euskera, que se articulará a través de las dos lenguas oficiales y al menos una extranjera.
Este mismo documento, incide en que "los currículos deben garantizar el dominio de las dos lenguas oficiales al finalizar la Educación Secundaria Obligatoria". Incorpora también el "conocimiento suficiente" de una tercera lengua extranjera. En relación a los modelos lingüísticos, el texto no hace una referencia concreta a la posible desaparición de los actuales modelos educativos existentes, el A (enseñanza en castellano), el B (castellano y euskera) y el D (euskera).
No obstante, a lo largo de todo el borrador hace mención a un único "modelo plurilingüe, con el euskera como eje, que comprenda dos lenguas oficiales y, al menos, una lengua extranjera, aunque estarán presentes las lenguas y culturas originarias del alumnado". Además, plantea que al final de la escolaridad, todo el alumnado termine con un nivel B2 de euskera, algo que para los expertos no se ajusta a la realidad.
Para Ricardo Arana, profesor que ha participado en las ponencias parlamentarias para la redacción de dicho borrador, que el sistema educativo vasco pase a tener un único modelo sería "un error y un retroceso". "Tenemos que hablar de un marco, porque si esto desaparece es porque quieren que solo se aplique un modelo sin margen de flexibilidad y sin tener en cuenta las circunstancias de cada alumno", apunta. ¿Qué puede significa esto? Él cree que si esto se termina llevando a cabo, generará un incremento en los problemas porque supondría tener una única estrategia para un alumnado diverso. "Es en error en la práctica, ya se ha demostrado".
Este experto ve el borrador aún "muy impreciso" y asegura que no recoge prácticamente nada de lo que tanto él como otros ponentes expusieron en el parlamento mientras se elaboraba dicho documento. Para él, lo más conveniente sería apostar por un "marco plural del verdad donde todas las lenguas puedan ser vehiculares y pudieran potenciarse unas u otras con herramientas más flexibles y más eficaces".
Los resultados académicos pueden resentirse más
El documento sobre el que basaba su ponencia en el Parlamento vasco, incluía datos absolutamente reveladores. Entre las conclusiones que saca apunta a que, actualmente, el sistema cuenta con más alumnado que dedica mayor tiempo al estudio del euskara pero, preocupantemente, tiene a más alumnado en el nivel inicial. En la Evaluación de Diagnóstico de 2019, más del 53% el alumnado muestra una competencia comunicativa y lingüística en euskera incompleta, solo y poco más del 15% alcanza una competencia comunicativa avanzada que les permite realizar de forma eficiente las tareas encomendadas.
"Que solo vaya a haber un modelo, va a hacer que se resientan los aprendizajes en materias como el resto de lenguas o asignaturas como matemáticas. Si un alumno no tiene el suficiente conocimiento del euskera, no va a poder progresar en el resto de materias si son también en la misma lengua. Para el que tenga un buen aprendizaje esto será fácil, pero este perfil es para aquellos alumnos vascos y con un nivel económico acomodado, que no es precisamente el perfil predominante", detalla Arana.
Para él es importante que "no se tape la realidad". Una realidad que ya se viene analizando desde hace más de 40 años y que ya ha demostrado que el modelo D tiene éxito por franjas. "Poner el euskera por delante del éxito escolar es un error. Con ello contribuimos a la segregación escolar por resultados y por competencias. Convertir el euskera en el único idioma vehicular puede resentir aún más los resultados académicos", considera Roberto Arana.
Además, considera que la extensión de este modelo como única alternativa de escolarización, es "injusto e ineficiente" porque convierte al sistema en muy vulnerable a las circunstancias externas del centro, y esa situación resulta "más perjudicial" para la obtención de buenos resultados del alumnado con menos recursos económicos y que no tiene el euskera como lengua mayoritaria en su entorno. "No se puede condicionar el éxito educativo de nuestros estudiantes al progreso de factores externos. Solo una cuarta parte de la población en Euskadi tiene el euskera como idioma materno", puntualiza.