Hogares clandestinos en Bilbao ante la incapacidad de emancipación de los jóvenes vascos

Vistas desde el exterior, nada hace sospechar que algunas de las tiendas que han echado el cierre en la ciudad han encontrado recientemente un nuevo uso. La persiana de metal permanece bajada y la cristalera, en otro tiempo escaparate, ha sido cubierta con papeles opacos o adhesivos translúcidos. Pero esta visión es, en realidad, un mero espejismo.

Al otro lado de los elementos empleados para simular la inactividad comercial, se encuentra el hogar de cada vez más personas. Se trata, en su mayoría, de jóvenes que han encontrado una alternativa más ventajosa que la que les ofrece el mercado inmobiliario.

Una solución económica para la emancipación de los jóvenes vascos

Estos locales se han convertido en la única salida viable para la emancipación de los jóvenes. No obstante, estos espacios no suelen disponer de permiso de habitabilidad. Por ello, se ven obligados a extremar las precauciones para que nadie les denuncie ante la policía. Si fueran descubiertos, se verían obligados a pagar una multa por vivir de manera ilegal, además de exponerse a ser desalojados.

La dificultad de acceder a vivienda en venta o en alquiler en el País Vasco a causa de sus altos precios les lleva valorar esta opción. Por menos de lo que acostumbra a costar una habitación en un piso compartido, disponen de lonjas que les permiten abandonar el hogar familiar. Sin embargo, estas no siempre se dotan de las necesarias comodidades, ya que algunas carecen de un cuarto de baño completo e incluso de cocina.

A pesar de que las condiciones no son las deseadas, son el único recurso de la juventud. También el de otras personas cuya situación económica no goza de una gran solvencia.

Fachada de un edificio con un cartel de una vivienda en alquiler. / EP

Bilbao, una de las capitales con alquileres más caros

Es una realidad que la emancipación de los jóvenes vascos se ve frenada por la inestabilidad laboral que caracteriza al actual contexto económico. El otro motivo es la imposibilidad de hacerse con una vivienda en Euskadi dada la elevada cuantía de sus precios. Este hecho se agrava aún más en el caso de la capital vizcaína.

Los alquileres caros de Bilbao son, hoy por hoy, un obstáculo prácticamente insalvable. Y no se trata de ninguna exageración. Esta es la cuarta capital de toda España en la que arrendar una casa requiere de más dinero que la media del país.

Según datos de la plataforma inmobiliaria Brains RE, el precio medio publicado al alquilar un piso en la capital vizcaína es de 1002 euros al mes. En cuanto al precio del metro cuadrado, se sitúa en un total de 12,6 euros y, por tanto, uno de los más elevados de los contabilizados. Los barrios bilbaínos en los que los precios se disparan por encima de las cifras ofrecidas son, por este orden, Abando, Indautxu, Arangoiti y Olabeaga.

Solo otras tres capitales nacionales superan a la de Bizkaia. La primera de ellas es Barcelona, con un alquiler que roza, de media, los 1300 euros al mes. El segundo puesto lo ocupa Madrid, con una cuantía de 1219 euros; y el tercero, Palma de Mallorca, con 1146 euros al mes de media.

Con estas condiciones, que no tienen visos de mejorar, la emancipación de los jóvenes parece destinada a llevarse a cabo en la clandestinidad. Los comercios que se vieron abocados al cierre representan ahora la esperanza para quienes desean construir su propia vida.