Doce paneles, cartas y poemas para "vacunar" contra el odio y el olvido
Una exposición que recuerda a Joxeba Pagaza y que pretende reflejar la realidad de lo ocurrido aquellos años y hacer reflexionar a los asistentes
12 febrero, 2023 05:00Joxeba Pagazaurtundua (Hernani, 1957- Andoain, 2003) fue asesinado por un miembro de ETA mientras desayunaba en un bar de Andoain (Gipuzkoa) el 8 de febrero de 2003. Joxeba fue jefe de la policía municipal, veterano militante del PSE-EE y miembro del colectivo ciudadano, Basta Ya!.
El pasado 8 de febrero se cumplieron 20 años de su asesinato y con motivo del aniversario, el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo de Vitoria presenta la exposición ‘Joxeba Pagaza. Un grito de libertad’. Una exposición que estará abierta al público hasta el 26 de marzo y que, además de recordar a Joxeba, pretende mostrar la realidad de aquellos años de terror y hacer reflexionar a los asistentes.
"La memoria bien entendida es una vacuna"
En la presentación de la exposición, la hermana de Joxeba, Maite Pagazaurtundua —actualmente eurodiputada de Ciudadanos—, agradecía el trabajo que realiza el Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo “por luchar contra el olvido” porque asegura que es “absolutamente necesario en una sociedad que ha sufrido décadas de dictadura, autocensura, de miedo, de silencio y de ideología fanática”. “La memoria bien entendida es una vacuna, un antídoto contra nuevas formas de fanatismo”, es decir, saber y entender lo que pasó, puede evitar que algo así o similar —sea por el motivo que sea— vuelva a suceder.
Otra de las cuestiones que quedan patentes —señalaba Maite Pagazaurtundua— es que aún existen tabúes en las familias para hablar claramente de lo que pasó. “Hubo el tabú de hablar en familia de lo que estaba ocurriendo y ahora también detectamos un enorme desconocimiento. En las familias sigue sin hablarse de lo que los padres y madres, abuelos y abuelas, vieron y sintieron”. Esa es una asignatura pendiente y Maite aseguraba que “no deberíamos tener la conciencia tranquila sobre ello”. En su opinión, además, conocer lo que ocurrió, evita que se pueda llegar a justificar lo sucedido. “Tenemos que evitar que quienes causaron el dolor y el terror, ahora generen una industria de blanqueamiento que termine por imponer una línea roja de nuevos tabúes”.
En este sentido, el director del Centro Memorial, Florencio Domínguez, señalaba que con la exposición “no se puede cambiar la historia, pero sí podemos recordarla para que los más jóvenes la conozcan y saquen la lecciones oportunas” y, por supuesto, “recordar a las víctimas de estas historias”.
A lo largo de varios paneles, la exposición repasa la vida de Joxeba, su asesinato y la persecución y acoso al que fue sometido antes de que ETA acabase con su vida. Asimismo se presentan fotografías, documentos e, incluso, escritos y poemas inéditos del propio Joxeba. A partir de este momento, hacemos un breve viaje por algunos de los paneles que están expuestos.
Andoain, epicentro del odio
Muchos fueron los municipios vascos en los que ETA sembró el terror. Andoain fue uno de ellos y, como muestra, en uno de los paneles hay un listado en el que aparecen, desde 1990, los actos que llevó a cabo la kale borrroka en este municipio, también los asesinatos. “Se asesinaba a uno para atemorizar a muchos y cuando en una comarca en dos, tres o cinco años se asesinaba a una o dos personas, estaba sembrado el miedo, asegurada la autocensura y el terror. No actuaban con asesinatos masivos, pero sí selectivos”, contaba Maite. Además de matar, ponían en marcha otros actos como la violencia moral, publicidad y propaganda extrema que generaban el miedo entre los vecinos.
El acoso que precede al asesinato
Joxeba, al igual que otros muchos, sufrió años de acoso y persecución previos a su asesinato. Quemaron su coche en tres ocasiones y también arrojaron cócteles molotov a su vivienda, donde residía con su mujer y sus dos hijos. Su hermana destaca que esto se debía a que Joxeba era percibido como un “líder local” y ETA sabía que debía neutralizar a estos líderes. Joxeba, por ejemplo —contaba su hermana— era una persona que transmitía una “enorme” seguridad a los de su alrededor y, además, “era una gran analista”. Eso ETA no lo podía permitir.
Se pueden leer además, varias de las cartas y poemas que dejó escritos Joseba y que su familia descubrió pocos días después de su asesinato. “Poemas que hablan de libertad, compromiso, miedo y que muestran a un hombre que sentía amenazado su futuro”, explicaba su hermana.
Joxeba sabía que estaba vigilado, que seguían sus pasos, su rutina y que, tarde o temprano, acabarían con su vida. Lo dejó por escrito y, por desgracia, no se equivocaba.
Un asesino lleno de odio
El asesino de Joxeba, Gurutz Aguirresarobe Pagola, fue detenido —explicaba Maite— “gracias a la actuación extraordinaria de la camarera que estaba aquel día en el bar”. Pero años antes, ya fue detenido por la Ertzaintza por otro motivo y la hermana de Joxeba destacaba el “odio extraordinario” que mostró en aquel momento, cuando los ertzainas colocaron flores en Hernani para recordar el asesinato de algunos de sus compañeros años atrás e intentó que la gente del pueblo se sublevara y los atacara. “Reflejó entonces el odio, les decía, ‘las flores te las van a tener que poner a ti’, hacía referencias obsesivas. Pensaba que Hernani les pertenecía a los asesinos”, recordaba.
Políticos con corazón de hielo
El dolor porque ciertas instituciones no condenaran aquellos hechos aún sigue patente. Para las familias y para gran parte de la sociedad. Cuando asesinaron a Joxeba, el entonces alcalde de Andoain, José Antonio Barandiarán, no condenó los hechos y la teniente de alcalde, Ainhoa Ozaeta, había huido poco antes. “Decían en el pueblo que había ido a estudiar inglés. Realmente había pasado de ser etarra a tiempo parcial a ser etarra a tiempo completo”. En 2008 ambos serían detenidos en Francia, Ozaeta acusada de ser tesorera de las cuentas de la organización terrorista.
Maite asegura que entre aquellos políticos “el victimismo siempre ha estado presente y que lo utilizaban de forma propagandística”. “No permitiré el linchamiento de mis alcaldes y concejales. La condena de un atentado no sirve para nada”, dijo Arnaldo Otegi en 2003, cuando por aquel momento era portavoz de Batasuna en el Parlamento Vasco.
El buzón de Joxeba
En 2015, la familia instaló —junto a la escultura homenaje de Joaquín Ibarrola— en Andoain el conocido como ‘Buzón de Joxeba’ para que los vecinos tuvieran la oportunidad de reflexionar sobre su “responsabilidad difusa o explícita en el asesinato” y también sobre la postura que tomaron durante los años en los que ETA asesinó y amedrentó a la sociedad. Y no solo los vecinos de Andoain han dejado cartas en este buzón a lo largo de estos años, personas de diferentes lugares han escrito al buzón virtual que pusieron en marcha. Ahora, muchas de estas cartas se pueden leer en el Centro Memorial. Cartas que hacen reflexionar, rememorar y con las que, probablemente, muchos de los asistentes se sientan identificados. “Más allá del dolor acumulado y el miedo, tenemos que ser capaces de saber cómo mejorar las cosas con los más jóvenes o incluso con aquellos que simpatizaron o miraron a otro lado”, decía una emocionada Maite.