Con el otoño a la vuelta de la esquina, algunos buscan realizar algunas escapadas para aprovechar los últimos días de verano. Hay personas que incluso prefieren el otoño por la llegada del frío y porque los vuelos salen más baratos.

Euskadi es uno de los destinos favoritos de España para marchar de vacaciones. No le falta de nada. Cuenta con costa, montes, bosques, castillos, ríos, ciudades muy fáciles de ver y preciosas, buena gastronomía y unos paisajes que no dejan indiferente a nadie. Sin embargo, el gran olvidado sigue siendo el País Vasco francés. Y resulta que tiene una de las estancias más preciosas

Villa Magnan: donde los sueños se hacen realidad

No tiene teléfono, página web ni dirección postal. Su localización es todo un misterio. Tan solo se puede saber escribiéndoles a través de Instagram, pues ellos darán la ruta exacta para llegar al destino. 

Este tesoro escondido de la costa vasco-francesa se encuentra en Biarritz y se llama Villa Magnan. Una casa de huéspedes de ensueño en un entorno natural. Se sitúa en bosque lleno de robles y al lado de un precioso lago. Uno se puede sentir como si estuviera dentro de una película de Disney, ya que puede rodearse de todo tipo de animales, desde gallinas y ocas hasta pavos, perros y un burro. 

Este edificio fue parte de una finca que era del káiser Guillermo II y en este tuvo lugar el compromiso del rey Alfonso XIII y la princesa Victoria Eugenia de Battenberg. Pero, después de la Primera Guerra Mundial pasó a manos del Gobierno de Francia y el Ayuntamiento de Biarritz se dedicó a vender varias las parcelas. 

Villa Magnan, de 1.400 metros cuadrados, fue obra del arquitecto Louis Amédée Aragón, quien decidió regalarle un estilo art déco vanguardista en 1927. De hecho, la casa principal fue una de las primeras villas de este estilo en la zona. La elegancia y la sofisticación son las claves de Villa Magnan. Uno de sus símbolos fue la escalera de mármol rosa que descendía hasta cerca del lago. 

Cuenta con dos apartamentos con habitación, baño, salón privado y vestidor. La primera parte de la casa fue una vivienda de la portería de unos 600 metros creada en los años 30, donde residían los propietarios. Los cuartos de baño contienen mosaicos en las paredes y algunas de estas tienen colores mexicanos y algunos objetos de los artistas Claude Lalanne, Pierre Paulin o Gaetano Pesce. Posteriormente, a esta estancia la acompañaron la pajarera, las residencias de los jardineros y chóferes, el invernadero y las cuadras. Había un hall con un enorme salón, un comedor, las dependencias de los servicios u el salón. 

La casa de huéspedes estuvo a la venta desde hace tiempo. Entre los interesados se encontraban la cantante y esposa del expresidente francés Nicolas Sarkozy, Carla Bruni; la millonaria que heredó L'Oréal, Liliane Bettencourt; y los Israel, del mundo del cine. Pero esta fue reformada con el objetivo de volverla una casa de invitados cómoda envuelta en naturaleza. 

También te puede interesar...

Noticias relacionadas