Desde el año 1940, la ciudad de Bilbao ha sido testigo de innumerables jornadas marcadas por la lluvia y el sol, acompañadas de música, alegrías, tristezas y momentos de reconciliación. Durante décadas, este icónico enclave ha visto transitar a sus habitantes y visitantes sobre un impresionante mosaico compuesto por cerca de 70 millones de baldosas que conforman sus calles.
No son solo un trozo de cemento. Estas decoran las calles de la villa, pero también los pañuelos de fiestas, collares, ropa, negocios, pulseras, arte, jabones e incluso vajillas.
La tarta con forma de baldosa
Se encuentra en cualquier pastelería bilbaína. Este pastel a base de mousse de caramelo de café montado sobre un bizcocho de barquillo tiene 15cm de largo por 15 centímetros de ancho. Se cubre con tofe y una capa de chocolate negro y blanco para lograr el color gris de la baldosa.
[Estas son las palmeras de chocolate que se agotan todos los días en Bilbao]
Se creó hace 19 años y los vascos no han dejado de comprarla desde entonces. Existen otras variedades del pastel para quienes no son tan amantes de las tartas, como las famosas baldosas de galleta, chocolate o mazapán de 6,5cm de largo por 6,5cm de ancho.
Historia de la baldosa de Bilbao
El diseño de la baldosa de Bilbao, que originalmente tenía forma de romboide, según informa Bilbaopedia, se creó entre 1940 y 1950 en el taller del ayuntamiento. Fue, probablemente, una recreación de la baldosa catalana diseñada por el arquitecto Joseph Puig i Cadafalch.
En el siglo XX, Cadafalch creó la 'flor de Barcelona', un diseño con una flor de cuatro pétalos para decorar el patio de carruajes de la casa Amatller. Con este diseño en mente, los trabajadores del ayuntamiento de Bilbao crearían la baldosa bilbaína con forma de roseta.
Esta originalmente se fabricaba con un compuesto de hierro y virutas que se incorporaba al hormigón y al mortero con la intención de aumentar su resistencia. Actualmente se fabrica con cemento. Otras fuentes aseguran que se elaboraron por primera vez en las décadas de 1920-30 con un grabado de flor para evitar la formación de charcos cuando lloviera.
Otros iconos típicos de Bilbao
- Fosteritos: son las marquesinas de acero y vidrio del metro de Bilbao diseñadas por Norman Foster.
- Mercado de la Ribera: antiguo mercado inaugurado en 1929 y diseñado por el arquitecto Pedro Ispizua. Tiene un récord guinness que ganó en la década de los 90 por ser el Mercado Municipal de Abastos Más Completo. En aquel momento era el más grande en cuanto a número de comerciantes y puestos y el mayor mercado cubierto de Europa.
- Puente de San Antón: ¿sabías que aparece en el escudo del Athletic Club?
- Estadio de San Mamés: el proyecto para la construcción del campo del segundo equipo más antiguo de España, el Athletic Club, comenzó en 1912.
- Virgen o 'Amatxu' de Begoña: existe una mención geográfica de Begoña que data del año 1162.
- Puppy: situado en el Guggenheim, este perro compuesto de flores de distintos colores tiene 12 metros de altura y 26 años. Desde su creación, no ha dejado de recibir decenas de fotos cada día.
- Alhóndiga: centro cultural que se creó a principios del siglo XX sobre un antiguo almacén de vinos.
- Teatro Arriaga: teatro centenario de estilo neobarroco fundado en 1890 por el arquitecto Joaquín Rucoba.
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