La isla de Zorrotzaurre, ejemplo para toda la UE de adaptación al cambio climático

La isla de Zorrotzaurre, ejemplo para toda la UE de "adaptación al cambio climático" Irekia

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La isla de Zorrotzaurre, ejemplo para toda la UE de "adaptación al cambio climático"

La Comisión Europea selecciona el gran proyecto de regeneración de Bilbao dentro de su última guía de directrices para ayudar a los Estados miembros

11 septiembre, 2023 05:00

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Hay pocas antologías más dilatadas y vistosas que la del disparate urbanístico. Errores derivados de planeamientos fundamentalmente especulativos, el olvido de la escala humana y la indolencia hacia el entorno natural, que se han ido arrastrando durante décadas con aparente despreocupación. El problema es que al final ha llegado el tío Paco con las rebajas. O sea, el cambio climático. Una amenaza real que pone en evidencia la hostilidad del entorno urbano y obliga a resignificar el propósito del urbanismo. El ladrillo ya no puede ser el objetivo, sino el medio para atajar las malas praxis, afrontar los desafíos medioambientales y procurar un desarrollo sostenible. Aquí en Euskadi tenemos un ejemplo. Y está sirviendo de referencia para toda la UE. 

Es Zorrotzaurre, última gran operación de regeneración urbana puesta en marcha en Bilbao. La Comisión Europea la ha incluido a modo de paradigma dentro un nuevo conjunto de directrices para ayudar a los Estados miembros a desarrollar y actualizar su estrategias y políticas de adaptación al cambio climático. Si los países han de tenerla en cuenta es por cuatro medidas adoptadas específicamente para evitar posibles inundaciones: la apertura del canal de Deusto, que convierte la península en isla, la construcción de un muro de protección contra inundaciones de 1,5 metros para los nuevos edificios, la instalación de tanques de aguas pluviales y la creación de espacios públicos verdes que puedan absorber el agua en caso de desbordamientos.

Todas esas acciones forman parte además, y así lo destaca la Comisión Europea, de “una estrategia basada en la colaboración público-privada”. Es lo que la ONU viene reclamando en los últimos años: la necesidad de que administraciones y empresas hagan esfuerzos conjuntos y urgentes para aumentar la financiación y puesta en marcha de acciones que permitan adaptarse a los crecientes impactos del cambio climático. En el caso de Zorrotzaurre hay una Comisión Gestora formada por el Gobierno vasco, la Autoridad Portuaria de Bilbao, el Ayuntamiento de la capital vizcaína, la Sociedad Promotora Inmobiliaria Margen Derecha y Vicinay Cadenas. Además está la Junta de Concertación de la Unidad de Ejecución 1, que incluye los anteriores socios más la Administración General del Estado, FCC y otros dos propietarios particulares. Juntos suman en torno al 75% de la propiedad del suelo. 

Plan integral e interconectado

La sostenibilidad suele entenderse en clave medioambiental, pero para existir debe ser cuádruple: también social, económica y cultural. Si a la Comisión Europea le gusta el proyecto bilbaino tanto como para ponerlo de ejemplo es justamente porque la apertura del canal de Deusto y demás medidas de adaptación al cambio climático forman parte de una estrategia que va mucho más allá. El Master Plan del proyecto, diseñado por la prestigiosa arquitecta Zaha Hadi, quiere convertir este espacio actualmente degradado con una superficie de 838.781 metros cuadrados en una isla humanista que integra Bilbao a lo largo de tres kilómetros. Un barrio nuevo “para vivir, trabajar y disfrutar” mejor. 

Eso incluye transporte público, nuevos equipamientos sociales y culturales, mucha vivienda a precios accesibles, áreas de implantación empresarial no contaminante y espacios verdes. Piezas interconectadas del mismo puzzle. Ejemplo. Hace apenas un par de meses se anunció para la ribera derecha de Zorrozaurre el diseño de un paseo de 2 kilómetros con más de 400 árboles, estanque de 680 metros cuadrados con vocación de espejo, tremenda fuente de colores con efecto niebla y graderíos. Ahora bien, acometer esta intervención conlleva anteriormente trabajar en la urbanización del kilómetro y medio que se corresponde con los dos extremos; esto es, los espacios que se ganaron al canal cuando se ejecutaron los rellenos de la isla para dar al acueducto de Deusto una anchura uniforme que hiciese más eficiente el discurrir el agua en caso de avenida.

Las empresas que se encargaron de esas obras lo hicieron a cambio de que se les permitiera rentabilizar el dinero invertido, la friolera de 24 millones de euros, levantando 780 viviendas. Ahora bien, antes de construirlas hay que urbanizar la zona: poner aceras, que no viales porque el tráfico circulará por el centro de la isla. Por tanto, lo que resulta es esa suma de zonas verdes. Las previsiones municipales indican que las obras de los extremos arrancarán a principios del próximo año y se prolongarán dos. Para la parte central del paseo ribereño, con la promoción de pisos, habrá que seguir esperando. Hay planos pero no fechas.

Referente en adaptación climática

Aunque muchas actuaciones aún solo estén en papel, la Comisión Europea destaca la anticipación demostrada por el proyecto de Zorrotzaurre al buscar solución “al aumento de las precipitaciones extremas que se darán en el País Vasco en el futuro” mediante una estrategia alineada con “la necesidad de nuevas viviendas”. Además, el Gobierno vasco tienen claro que en la selección del plan bilbaino ha tenido mucho que ver “el papel de liderazgo que viene asumiendo Euskadi” de un tiempo atrás.

En 2022, sin ir más lejos, la UE seleccionó Euskadi como región referente en adaptación y resiliencia para integrarla en la bautizada Misión de Adaptación al Cambio Climático. “Este nombramiento significa que Euskadi está preparada para ser el espejo en el que se miren otras regiones de Europa y comparta, entre otros aspectos, su experiencia en la gobernanza climática con el despliegue de las políticas de adaptación y mitigación a escala local a través de la red de municipios vascos Udalsarea 2030”, afirman desde el Ejecutivo autonómico.

Además, la UE también tiene puesto el foco en el proyecto Urban Kima 2050, liderado por Ihobe, financiado al 50% con fondos europeos y en el que participan una veintena de entidades. Por tanto “no es casual”, o nadie pensaría lo contrario, que Zorrotzaurre encabece el listado de ejemplos europeos en su guía de directrices para la adaptación de estrategias y planes al cambio climático. A continuación, aparecen proyectos ubicados en Botkyrka (Suecia), Basilea (Suiza), Isola Vicentina (Italia) y Alemania.

La reducción del riesgo sanitario por olas de calor es el motor del proyecto sueco. A raíz del aumento de mortalidad en residencias de ancianos allá por 2010, se inició un programa que incluye formación a personal sanitario y soluciones innovadoras para la mejora del confort térmico interior. En Basilea lo inspirador está arriba, en los tejados: es la ciudad con mayor superficie de cubiertas verdes per cápita del mundo, gracias a una estrategia que incluye subvenciones y hasta una ley que exige que todas las cubiertas de las nuevas viviendas sean planes, para aprovechar al máximo su potencial medioambiental.

El río suena en Isola Vicentina, una localidad destacada por la Comisión Europea por su política de gestión de agua. Un plan que analizó al detalle cada cuenca y masa hídrica, para luego identificar e implantar medio centenar de medidas de protección, crear reglamentos en áreas específicas y experimentar en una zona piloto. Igualmente exhaustiva es la iniciativa alemana, el proyecto de vigilancia llamado Mückenatlas para elaborar un atlas de mosquito en Alemania que permitirá controlar la propagación del insecto.