Uno de los alimentos más amados en todo el mundo, además de la pizza, es la pasta. Además de ser uno de los más usados en los cinco continentes. Pastas Gallo apunta que se creó en el siglo IV a.C porque se descubrió un grabado, en una tumba etrusca, de un grupo de personas cocinando pasta. Aunque en China preparaban los fideos desde el año 3000 a.C.

La pasta llegó al Nuevo Mundo gracias a los ingleses, que la "descubrieron durante una gira por Italia". Los colonos ingleses trasladaron a Estados Unidos "la práctica inglesa de cocinar fideos al menos media hora y luego sofreírlos con salsa de crema y queso". Estos eran lo que hoy en día conocemos como mac & cheese

El creador de Pastas Gallo, José Espona, creó en 1956 la primera semolería española y compró un molino en El Carpio cuando no había "mercado para la pasta en España". Este lo volvió en una fábrica de pastas. "Poco más de una década después, ya era posible encontrar Pastas Gallo en más de 100.000 puntos de venta en toda España", señalan. Hoy día se ha vuelto en un imprescindible en muchos hogares y en un alimento, además, muy fácil de preparar. 

Basuki: la pasta más viral de Bilbao

En el restaurante de Basuki, en la calle Juan Ajuriaguerra, 14, se cuece la pasta más viral de la villa de Bilbao. Se trata de un lugar centrado en el disfrute de la gastronomía de calidad mediante, como señalan desde la página web, "una cocina social, creativa y con la mejor materia prima". Basuki se dedica a unir la cocina vasca con las técnicas más "innovadoras junto a un toque único, cuidado y sorprendente". Un lugar que busca que cada comensal salga con el mejor sabor de boca

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Por ello no es de extrañar que su pasta sea la reina de la casa. Concretamente el tagliatelle fresco trufado a la carbonara y mantecado en rueda de parmesano por un precio de 18 euros. Su carta se basa en entrantes fríos, calientes, paellas y pasta, pescados, carnes y postres. Todo a partir de 12 euros y con toques vascos, asiáticos y europeos. Destacan, además, su risotto de chipirones y langostinos, el canelón crujiente de pato con café y foie y la zarpa de oso a baja temperatura con ensalada de col y parmentier de patata. 

Toda una experiencia única y creativa, en un espacio "donde la tradición y la innovación conviven a la perfección para crear nuevas recetas con texturas, sabores y presentaciones que consiguen sorprender a los paladares más exigentes".

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Para ello saben cómo innovar "en la cocina como fuera de ella" intentando, siempre, "ser pioneros a la hora de tratar productos tradicionales con ingredientes, matices y sabores de otros países, redescubriendo así la infinita cantidad de opciones culinarias que hay a nuestra disposición. Todo sin perder el espíritu vasco".