En el mundo existen restaurantes en lugares impresionantes que llaman la atención de los foodies. Por ejemplo, en las islas Maldivas se ubica un restaurante de ensueño bajo el agua, en Madrid se puede comer en un palacio y en Bélgica y en Bilbao se puede comer en el cielo, aunque de distintas maneras.
Mientras que en el restaurante belga se come en una mesa flotante, en Bilbao se saborean los platos dentro de una construcción de 165 metros de altura. Una propuesta original dentro del edificio más alto de la capital vizcaína.
El restaurante de la Torre Iberdrola
Se trata de la Torre Iberdrola, donde el Grupo Iruña está a cargo de la cafetería y del restaurante de uno de los símbolos de Bilbao. Un comedor privado de cocina tradicional con toques vanguardistas (a veces se unen diferentes restaurantes de la villa) y listo para conquistar los paladares de los comensales más exigentes con un menú del día self-service y de lunes a viernes por 13,70€.
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Cuenta con un menú exprés por 10,50€ y también dispone de un menú Ejecutivo de lunes a viernes por 36,50€ más 10% de IVA. Además, la planta número 29 de la torre permite celebrar eventos especiales a través de una experiencia inolvidable.
Los clientes comerán con unas vistas únicas a la ciudad de Bilbao, el Museo Guggenheim, los montes Serantes, el campo de San Mamés, Artxanda, Ganekogorta, Pagasarri y el mar Cantábrico.
La torre de Iberdrola
La Torre Iberdrola, del diseñador César Pello, con 165 metros de altura y 41 plantas, ha supuesto un gran hito en la transformación de la villa de Bilbao. Es la construcción más alto de Euskadi y, además, el más grande entre todos los rascacielos de España al poseer una superficie de 50.000 metros cuadrados, según expone la web de Bilbao Turismo en su artículo Torre de Iberdrola.
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Es toda una fusión de funcionalidad, tecnología y diseño, tal y como apuntan en su propia web, pues se han utilizado las últimas tecnologías "en materia de sostenibilidad, seguridad e instalaciones, entre otros, lo que lo convierten en uno de los edificios referentes a nivel nacional".
Su diseño, de prisma triangular, lo crean materiales de alta calidad, como sus 4.800 unidades de un cristal. Estos están diseñados "en exclusiva para la torre". Asimismo cuenta con un helipuerto para las emergencias en la parte superior.
La Torre de Iberdrola es todo un referente en sostenibilidad, tecnología y diseño que se ha vuelto un lugar de visita imprescindible para decenas de turistas. Motivo por el que admite visitas a un precio económico de unos 9 euros.