Barrio de Zaramaga / WIKIPEDIA

Barrio de Zaramaga / WIKIPEDIA

Sociedad

El barrio con el proyecto de regeneración urbana más revolucionario está en Vitoria y ya no hay quien lo pare

Comienza la cuenta atrás para Zaramaga. Tras un proceso de coordinación, escucha yparticipación referente en toda España, más subvenciones por valor de 14 millones de euros, en julio llegará la contratación de las obras

5 mayo, 2024 05:00

Zaramaga nació, como muchos barrios, con la eclosión industrial de los sesenta. Pero habrá pocos en Vitoria, dentro de Euskadi, puede que incluso en España, que rezumen tanto carácter. Se levantó casi de un día para otro. Había que acoger a miles de familias guipuzcoanas, castellanas, gallegas y andaluzas que llegaban con hambre y esperanza. El vecindario discurría muy cerquita de Michelin, Galycas o Forjas Alavesas, así que los humos, olores y ruidos de las fábricas pasaron a ser una seña más de identidad del sitio. La gente, tan distinta, tan igual, trabajaba mucho. También luchaba. Aquí se derramó sangre el 3 de marzo de 1976: cinco obreros asesinados por los grises en plena huelga general. Todo eso deja huella. 

Han pasado sesenta años desde el germen de Zaramaga. Ahora refugia a unos 11.000 residentes, nada que ver con las más de 30.000 personas de sus años mozos. Mucha es gente mayor, la misma que puso en pie el barrio. También hay numerosas familias inmigrantes que encuentran en esta parte de Vitoria alquileres no tan disparatados. La mayoría de hijos e hijas de aquellos obreros decidieron irse a las orillas renovadas de la ciudad. Las viviendas no son atractivas. Han envejecido por dentro y por fuera. El calor se escapa por las fachadas, los tejados tiemblan, demasiadas comunidades siguen sin ascensores. Son reformas caras para un vecindario profundamente trabajador. Pero hacen falta: para mejorar la calidad de vida, para construir una Vitoria más equilibrada.

Por eso, hace apenas dos años, se fraguó un plan de regeneración urbana inédito. En realidad, hacía varias legislaturas llenas de promesas de rehabilitación que no terminaban de cuajar. Con el gabinete de Gorka Urtaran, llegó la vencida. Hablamos de un proyecto de mejora de la eficiencia energética y accesibilidad de los inmuebles que se ha convertido en referente para toda España. Dos razones lo hacen único: el esfuerzo institucional para subvencionar al máximo las obras y el proceso de coordinación, escucha y participación para hacerlo realidad. Sobre todo, la segunda.

No es costumbre en política que los planes se diseñen por, para y con el pueblo, pero algo de esto ha sucedido en Zaramaga. Y ahora, están llegando los frutos. Ensanche 21, la sociedad municipal que lidera el proyecto, ha informado a Crónica Vasca de que "se están redoblando esfuerzos para que las obras se contraten en julio y puedan arrancar en otoño". Las actuaciones afectarán a 24 edificios, un total de 358 viviendas, que son las que finalmente han entrado en el plan. Las ayudas ascenderán a 14.648.570 euros, lo que supone cubrir entre el 65% y 70% de cada intervención. El pasado fabril está a punto de dar paso a un presente más eco, cómodo y digno.

Por eso, estos días en Ensanche 21 echan la vista atrás y recuerdan la intensidad, todavía la viven, del proceso. Desde el principio, la obsesión fue impulsar el proyecto de manera compartida. Si no, se corría el riesgo de que quedara en agua de borrajas. El 2 de noviembre de 2022 tuvo lugar un encuentro de presentación en el centro cívico con la presencia del alcalde. El mismo mes, un poco más tarde y en el mismo sitio, dos jornadas abiertas al vecindario. Ahora bien, el hito más relevante para la buena marcha de los planes, el que más sensación ha causado en toda España, llegaría unos meses después. El 27 de marzo de 2023. La inauguración de la Oficina Técnica y de Gestión de Proximidad de Zaramaga.

Tres arquitectas, un abogado-contable y una administrativa han trabajado desde allí, a pie de barrio, para atender directamente a los vecinos. También, con el propósito de coordinar todas las gestiones que conlleva una iniciativa así: desde trámites administrativos, hasta la relación con estudios de arquitectura, constructores y administraciones de fincas, o la canalización de las ayudas financieras.

En realidad, la Oficina no es un invento gasteiztarra. Viene del programa del Gobierno vasco Opengela para la regeneración urbana integral en barrios vulnerables. Y éste, a su vez, forma parte del Plan interinstitucional de inversiones estratégicas PIIE-24 del Ejecutivo autonómico, que es el que ha puesto parte del dinero para las obras de rehabilitación energética y accesibilidad en este rinconcito de Vitoria. De hecho, como explican desde Ensanche 21, en este momento no hay proyecto con más ayudas por parte de la Administración en la capital vasca que el de Zaramaga.

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Gobernanza abierta

Y eso se nota, porque Gasteiz está cumpliendo con los objetivos marcados por Opengela. No sólo en lo relativo a la mejora de la eficiencia energética y accesibilidad, sino por la capacidad de articular una política de intervención que centra esfuerzos en lo social, en una gobernanza abierta. Desde la oficina y fuera de ella, el trabajo de Ensanche 21 con todos los actores locales implicados en el proyecto ha sido un no parar. El año pasado volvió a haber varias jornadas informativas para aclarar dudas sobre la financiación de las obras, se buzonearon dípticos y la reacción no se hizo esperar. En junio de 2023, al finalizar el plazo de adhesión de comunidades interesadas, 41 habían dicho "sí, quiero".

Rápidamente se publicó la convocatoria para la concesión de las subvenciones. En septiembre, 18 equipos técnicos presentaban sus propuestas. En octubre, quedaban configurados los doce encargados de redactar los proyectos y llevar a cabo la dirección facultativa de las obras. También se celebraban dos sesiones a pie de calle para difundir el estudio de los conjuntos edificatorios de Zaramaga. En noviembre, finalizaba el plazo de presentación de solicitudes de ayudas. Y se conocía el número definitivo de beneficiarios: 24 inmuebles, 358 viviendas.

De todos esos edificios, 23 han optado por una reducción del consumo energético superior al 60%, lo que se traduce en una subvención máxima del 70% sobre el coste de las obras. El otro, ha optado por un ahorro de entre el 45% y 60%, con lo que la ayuda cubrirá el 65% de la intervención. Además, el proyecto incluye la instalación de 14 ascensores, el cambio de tres cabinas y obras en tres comunidades a cota cero. O sea, Zaramaga ha ido a por todas.

Otros organismos quieren conocer el proyecto

La contratación de las obras está al caer, julio si no se tuercen los buenos deseos, así que Ensanche 21 anda con más trajín que nunca. Además, hay que viajar porque muchos municipios y organismos españoles quieren conocer de primera mano este proyecto de regeneración energética y accesibilidad. "Vitoria-Gasteiz es pionera en sostenibilidad, en medio ambiente, y así lo vemos cuando salimos fuera. Es hora de felicitarnos", opina uno de esos incansables técnicos de la sociedad municipal. El plan de Zaramaga ha sido protagonista del Conama en Zaragoza, de cursos de verano en Donostia y en Cantabria, ha formado parte de un seminario con expertos internacionales, está en el punto de mira del Ayuntamiento de Elche…

Además Zaramaga es una pieza clave dentro de Urbanew, ambicioso programa financiado por la Comisión Europea que busca crear un modelo urbano para acelerar la descarbonización del parque edificado a partir de procesos participativos, de multigobernanza, que impliquen a todos los actores locales. Justo lo que está pasando en este barrio de Vitoria. Por eso, se ha convertido en campo de experimentos, en prueba piloto para toda la UE.

Quién lo iba a decir. Las fábricas levantaron Zaramaga. La revolución energética, de continuar la estrategia, volverá a ponerlo en pie.