Unas croquetas con jamón serrano por encima.
Estas son las mejores croquetas de Bilbao: conquistan a Euskadi desde hace años
La sencillez y la apuesta por los platos clásicos es lo que le da éxito a este tradicional bar decorado con cuadros antiguos.
13 mayo, 2024 14:57Harina, leche, sal, mantequilla, nuez moscada, pan rallado, carne o pescado. Son los ingredientes que se necesitan para crear uno de los mejores bocados de la cocina: las croquetas. Hoy existen cuatro teorías sobre el origen de la bechamel, la salsa estrella a la hora de elaborar este alimento, aunque solo existe una con base documental, tal y como expone el artículo Salsa Bechamel de la Universidad CEU Cardenal Herrera.
La más extendida cuenta que la bechamel fue creada por el cocinero Luis XIV François Pierre de la Varenne (1615-1678), el creador de la cocina francesa. Este escribió el libro Le Cuisinier François en 1651, en el que se recoge cómo se pasa de la cocina medieval a la moderna y donde, además, aparece por primera vez la receta de la bechamel. Su preparación le debe su nombre al marqués Louis de Bechamel, que sería el padre de las croquetas. Cabe destacar que antiguamente no contenía leche, pero sí un jugo de ternera que ya no se usa.
La página web de La Cocinera en su artículo Origen de las croquetas y tipos de croquetas, por su parte, expone que en España se cree que el origen tuvo lugar durante la guerra de la Independencia Española entre 1808 y 1814. En aquel entonces se adoptaron varias costumbres francesas. En 1830 se recogió la primera receta de croquetas, aunque no era igual que la croqueta de hoy día, esta era una croqueta de arroz.
Las mejores croquetas de Bilbao
Hoy día se ha innovado la receta de la croqueta y se encuentran todo tipo de sabores, desde las de jamón serrano (de las más queridas por los españoles) hasta las de bacalao o merluza, chipirones, cocido, espinacas, boletus o gambas, entre otras. Sea como sea son todo un manjar muy preciado en el país.
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También en Bilbao, donde el bar Txiriboga, en la calle Santa María número 13 del Casco Viejo, sirven unas de las mejores croquetas de la villa. "¡Una de croquetaaaaas!", grita el camarero por la mañana desde bien temprano. Un grito que abre el apetito. Así da la orden al cocinero que, con las manos en la masa, procede a preparar los pequeños manjares redondos, las estrellas de la casa.
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Txiriboga nació hace décadas con una barra repleta de variados pintxos típicos vascos. La sencillez y la apuesta por los platos clásicos es lo que le da éxito a este tradicional bar decorado con cuadros antiguos. Por eso mismo sus croquetas no se pueden comparar con las de un restaurante refinado, con unas esferas de interior más líquido.
Estas son cremosas, crujientes y muy grandes y se preparan con jamón serrano, bacalao o ternera, entre otros ingredientes. No hay que dejar de lado tampoco sus maravillosas gildas y pintxos de tortilla y de jamón serrano. Así como las rabas de los domingos.
