Así es la costumbre que en Euskadi no pueden evitar: el resto de España no la entiende
Existe una costumbre desde hace años que se usa en la mayoría de las casas vascas.
13 julio, 2024 12:00Euskadi es un territorio español muy lluvioso. Prueba de ello es que en Donostia es la ciudad vasca donde más llueve al año, como expone la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en 2022, ya que recoge unos 141.12 días de precipitaciones. A este le siguen Santiago de Compostela (Galicia) con 139.53 días, Pontevedra (Galicia) con 131.34 días, A Coruña (Galicia) con 129.65 días, Vigo (Galicia) con 129.26 días, Lugo (Galicia) con 126.3 días, Bilbao con 124.08 días y Santander (Cantabria) con 123.6 días.
Por eso los vascos tienen unas costumbres muy distintas a la del resto de españoles. Para empezar, no pueden no tener un nombre concreto para nombrar a la llovizna o a la lluvia muy fina: para ello utilizan la palabra sirimiri. No les puede faltar tampoco, como no, un paraguas en el bolso. Por si acaso.
La costumbre vasca
Pero existe una costumbre desde hace años que se usa en la mayoría de las casas vascas. Esta es la de utilizar unos tendederos con una cubierta azul para evitar que la ropa se moje y pueda secarse al mismo tiempo. Este tendedero de nombre 'Marta' no se ve fuera del territorio vasco y algunas personas incluso se preguntan su historia.
EITB explica en su pieza, María Teresa Pinero, la santurtziarra que inventó el tendedero Marta, que este tendedero fue todo un invento de una mujer del municipio de Santurtzi (Bizkaia), María Teresa Pinero en los años 90. "La lona que tapaba el tendedero fue toda una revolución en el sector" y se sigue vendiendo de manera continua hoy día. El presentador Ion Aramendi comenta en el programa de EITB ¡Qué me estás contando! que "ella estaba harta de colgar la ropa y que se mojara, así que inventó el tendedero Marta".
Con este invento consiguió dos medallas de oro en la Feria Internacional de Inventos de Ginebra. La mujer falleció, aunque el negocio lo lleva ahora Carmelo Merino, que es su hijo. "Ella era una trabajadora que llegaba a casa y se encontraba la ropa sucia y tenía dos niños que atender", entonces pensó en inventar un producto que solucionase el problema y perdurase en el tiempo. "De hecho, hay tendederos con 45 años", dice Merino.
El nombre de Marta deriva de la hermana de Carmelo y, por supuesto, el tendedero "tenía que ser azul", por Bilbao. "En el año 93 me pidió que la acompañase a Ginebra", para recoger sus merecidos premios. "Era un torbellino, pero además tenía una capacidad de convencer y de vender, era una mujer muy fuerte. Su proyecto era su vida, muchos días había que llamarla para que saliera, tenía una cama y se echaba a dormir porque a las 17.00 horas quería estar con las manos en la masa".