El castillo más curioso de Euskadi es un hotel.

El castillo más curioso de Euskadi es un hotel. Jesús Flickr

Sociedad

El castillo más curioso de Euskadi es un hotel: un secreto en un pueblo pesquero y donde se alojaron reyes

Publicada

Euskadi es el lugar perfecto en el que pasar las vacaciones, visitar pueblos con encanto los fines de semana o descubrir secretos escondidos en lugares asombrosos y preciosos. El territorio vasco ofrece hermosas localidades en las que pasar una agradable estancia con las mejores vistas.

Existe una localidad de la provincia de Gipuzkoa muy llamativa por su asombroso pueblo pesquero. Se ubica a escasos minutos de la capital, Donostia, y hace frontera con Francia. Esta es la pintoresca ciudad de Hondarribia, una de las más visitadas del País Vasco que mezcla tradición con modernidad. En este lugar existe el mejor parador de Euskadi en cuanto a la relación calidad-precio, según la web de reseñas más popular, TripAdvisor.

El castillo de Hondarribia convertido en hotel

El Parador de Hondarribia, en la Plaza de Armas número 14 del casco histórico, se ubica dentro del antiguo Castillo de Carlos V. Este monumento de estilo gótico y con siglos de historia fue, en su día, un castillo y palacio al mismo tiempo, pues se componía de una fortaleza de cinco pisos, depósitos de pólvora, almacenes y calabozos, entre otros, según el Gobierno Vasco. Así como de una zona que pertenecía al palacio y donde se alojaban la familia real que paraba en la ciudad y el capitán.

La página web de Paradores de España expone que en este se alojaron desde Carlos V y Felipe IV y V hasta Velázquez. Hoy día, este parador de gruesos muros y gran altura sobre el río Bidasoa guarda en su interior "tesoros" como "los tapices diseñados por Rubens con el tema de la Historia de Aquiles", armaduras, lanzas o cañones.

Sus habitaciones, con suelo de madera, TV, caja fuerte y baño privado, se caracterizan por la combinación del "diseño y los servicios modernos". En estas se podrá disfrutar de la comodidad, la "elegancia del diseño y el mobiliario" y las vistas más alucinantes. Una noche en una habitación estándar para dos personas tiene un precio de 230 euros. El parador cuenta, además, con dos amplias terrazas, patios, salas para banquetes y no tiene restaurante, aunque se sirve a diario un desayuno buffet con productos artesanales en su cafetería informal.

La web de Hondarribia Turismo señala que Hondarribia es la villa amurallada "mejor conservada" de Gipuzkoa. Una localidad con más de 17.000 vecinos en la actualidad y con mucho curioso que se enamora de ella cada año por sus preciosas casas coloridas, su puerto y sus históricas calles. Y es que su casco viejo, al que se llega cruzando la Puerta de Santa María, está declarado Conjunto Monumental, tal y como expone el propio Ayuntamiento de Hondarribia. 

Cafetería del parador con la mejor calidad-precio de Euskadi.

Cafetería del parador con la mejor calidad-precio de Euskadi. Paradores de España

Este corresponde "con el antiguo recinto amurallado de la villa" y todavía se conserva una parte de "las murallas y baluartes que lo rodean". Así como las dos puertas que dan a la Plaza Fuerte. Donde se encuentra el casco histórico se ubica el Castillo de Carlos V, al lado de la Plaza de Armas y la Iglesia parroquial, unos imprescindibles de la villa.

Entre sus empedradas calles se pueden observar edificios históricos, como la Casa Consistorial, la Casa Iriarte, la Casa Ladrón de Guevara, el Palacio Zuloaga o la Casa Casadevante. En la calle Nagusia se puede visitar la Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, templo de estilo gótico de los siglos XV y XVI. Así como el Palacio Egiluz o 'Casa de Juana la Loca', pues la leyenda cuenta que se alojó en este lugar la futura reina de Castilla y Felipe el Hermoso.

Una de las habitaciones del Parador de Hondarribia.

Una de las habitaciones del Parador de Hondarribia. Paradores de España

Disfrutar del monte Jaizkibel (al que se le considera el más bonito de Gipuzkoa) y la Playa de Hondarribia son, además, los planes ideales en esta época primaveral de mucho calor. Asimismo, la cata de la mejor gastronomía de la zona, como unos pinchos en la Marina con vistas a la bahía de Txingudi, no puede que faltar.