Una pensionista recupera su casa okupada tras dos años: “Por fin en mi casa. Ha sido muy duro y esto pasará factura”

Ana Flor hace poco más de un mes que pudo volver a su vivienda entre lágrimas, destrozada y cansada. “Me siento como si me hubiera pasado un tren por encima”, asegura la vecina de Bermeo a los medios de comunicación.

Un caso más de okupación ilegal que finalmente ha tenido un final feliz. La resolución del conflicto ha sido gracias a la presión vecinal y mediática, porque por la parte judicial no ha tenido lugar, pues el juicio fue pospuesto en varias ocasiones por excusas que han ido poniendo los propios okupas.

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El camino ha sido “muy largo y duro”. Ana ha estado luchando por su casa todos los días. Cada mañana se ponía con su silla frente a su vivienda, pidiendo y rogando que le devolvieran lo que era suyo. Tras la insistencia y casi dos años después, la bermeotarra pudo acceder a su casa después de que los “okupas sacaran sus pertenencias y entregaran las llaves a la Policía Municipal”, poniendo punto y final a esta pesadilla.

“¡Por fin estoy en mi casa!”, aseguró la propietaria de la vivienda, según recoge el Diario Deia. Ana Flor, que al entrar en la vivienda se derrumbó: “Me vine abajo, estoy muy cansada y me ha dado el bajón después de tanto tiempo de lucha”.

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Afortunadamente, según ha explicado la bermeotarra la vivienda no ha sido destrozada, tan solo que los okupas se han llevado algunas de sus pertenencias como calzado y ropa, también algún desperfecto. Pero después de tanto, nada que no se pueda arreglar viviendo ya en su propia casa.

Ana Flor, víctima de la okupación en BErmeo / @leyantiocupas

Dos años sin poder entrar a su casa

Todo comenzó en 2023, cuando Ana, movida por la confianza y la buena fe, accedió a un favor que jamás imaginó que se convertiría en una pesadilla. Un amigo le pidió prestada su vivienda durante unos días para que otro conocido, recién llegado a Bermeo por una oferta laboral, tuviera un lugar temporal donde quedarse.

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Ana, que se disponía a salir de viaje con su familia, accedió a dejarle las llaves, con la promesa de que solo se haría una copia temporal y que se las devolverían. Esa devolución nunca llegó. En su lugar, llegó la puerta cerrada para siempre y un proceso legal que, lejos de ser inmediato, se extendió durante dos largos años.

La batalla silenciosa de Ana por su vivienda

El caso de Ana no es un hecho aislado, sino una muestra más de cómo el vacío entre la ley y la realidad puede transformar la vida de una persona común en una larga batalla por lo que le pertenece.

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Su historia refleja la necesidad urgente de revisar los mecanismos legales que regulan la okupación y garantizar que el derecho a la vivienda no se convierta en un laberinto sin salida para quienes, como Ana, solo quieren regresar a casa.

Una situación desesperante, en la que le han ido dando largas mientras ella ha tenido que buscarse la vida. Juicios que han sido pospuestos, en varias ocasiones, por excusas que han ido poniendo los okupas.

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Después de tanto, ayer tuvo lugar el juicio “por coacciones y amenazas, tanto yo como mi exmarido”, tras ser denunciada por los propios okupas porque “le da miedo su cara (Ana)”. Una situación compleja en la que Ana ha sido absuelta.

Qué hacer cuando te okupan la casa

Si te ocupan la casa, lo primero que debes hacer es denunciar la okupación ante la policía lo más rápido posible. Es crucial reunir toda la documentación que demuestre tu propiedad, como escrituras y fotos, y contactar con un abogado especializado en derecho inmobiliario. Si la ocupación es reciente (menos de 48 horas), la policía podría desalojar a los okupas sin necesidad de orden judicial.

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1. Denuncia inmediata:

Acude a la comisaría más cercana y presenta una denuncia por ocupación ilegal. Aporta toda la documentación que acredite tu propiedad y cualquier evidencia de la ocupación.

2. Contacta con un abogado:

Un abogado especializado en derecho inmobiliario te guiará en el proceso legal y te ayudará a solicitar medidas cautelares si es necesario.

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3. Desalojo por vía judicial:

Si no se puede desalojar por la vía rápida, se puede iniciar un proceso judicial de desahucio por precario o por ocupación ilegal.

4. Medidas de protección:

Una vez recuperada la vivienda, toma medidas para evitar futuras ocupaciones, como instalar sistemas de seguridad y mantener la vivienda en buen estado.