Los sindicatos piden el cese inmediato de la cúpula de la Ertzaintza: "Desastre organizativo y auténtico caos operativo"

La concentración de La Falange que tuvo lugar en Vitoria este 12 de octubre, Día de la Hispanidad, dejó 19 detenidos, que ya han sido puestos en libertad, por el lanzamiento de objetos, entre otros desórdenes públicos.

Ante los incidentes, el sindicato de la Policía vasca, ErNE, ha pedido el cese inmediato del Jefe de la Policía autonómica, Josu Bujanda, así como del Jefe de División de Protección Ciudadana, Alfonso Garaikoetxea, después de que se desplegara un dispositivo "deficiente" en la concentración que acabó en una "batalla campal con jóvenes radicales". 

Una postura que cuenta con el apoyo del Sindicato Profesional de la Ertzaintza, SiPE, pues este ha definido el dispositivo desplegado como "desastre organizativo". Opina, asimismo, que ello demuestra la "incapacidad de la dirección del Departamento de Seguridad" y pide responsabilidades. 

Cese de la cúpula 

Los mandos de la Ertzaintza para los que solicitan el cese inmediato "acumulan una trayectoria repleta de errores de previsión", además de "falta de actualización táctica y desconexión con la realidad operativa de las calles", según ErNE. Motivo por el que la permanencia de la cúpula se ha vuelto una "réplica insostenible para el avance y la dignificación de la Ertzaintza".

La central sindical ha denunciado en un comunicado que el planteamiento del operativo ha sido, de nuevo, "ridículo y completamente alejado de los estándares que deben regir una actuación policial eficaz, proporcionada y centrada en la defensa de la seguridad ciudadana".

Por ello, piden una "actualización de los medios materiales y técnicos", y que se deje de lado "la gestión basada en miedos y complejos". Apuestan, así, por "un modelo policial moderno y eficaz que devuelva a la Ertzaintza el papel de referente en operatividad policial que nunca debió perder".

"La imagen ofrecida a la ciudadanía y el riesgo innecesario asumido por los agentes y por los propios ciudadanos son responsabilidad directa de quienes lideran desde hace años la planificación operativa. Este último episodio no es sino la enésima muestra del desgaste y de la inoperancia de una forma de gestionar que dejó de responder hace tiempo a las necesidades reales del servicio", ha añadido.

Con el respaldo de su afiliación, ErNE ha subrayado "el compromiso con una Policía Vasca digna, preparada y protegida, y advierte que no tolerará más decisiones que pongan en riesgo ni la imagen del cuerpo, ni la seguridad de la ciudadanía, ni la integridad de los agentes".

Un "desastre organizativo"

SIPE, que ha denunciado que los agentes se vieron "completamente desbordados" y que la coordinación, escasa previsión y la falta de efectivos provocaron "situaciones de auténtico caos operativo", ha hecho hincapié en que "llevan tiempo" denunciando la "falta de personal". Así como los "medios insuficientes y una ausencia total de la planificación ante eventos perfectamente previsibles". 

Para SIPE, la decisión del jefe de la Brigada, que "dio la orden de no intervenir con la contundencia necesaria, a pesar de que la situación lo exigía de manera evidente", fue una decisión "política y no técnica" que puso "en grave riesgo la integridad física y la seguridad de los agentes, que se vieron obligados a aguantar agresiones y situaciones límite". 

"Resulta especialmente indignante comprobar cómo, una vez más, la dirección de la Ertzaintza se escuda en el silencio y la opacidad. Denunciamos que la Unidad Disciplinaria, con la complicidad del viceconsejero de Seguridad, sigue negándose a abrir investigaciones disciplinarias contra mandos que cometen errores organizativos graves", ha apuntado.

Ha considerado lo ocurrido como "la consecuencia directa de una gestión nefasta" y por ello exige que se asuma "la realidad del déficit de personal y de medios".