Turronería Iváñez. Turronería Iváñez
Eladio Iváñez, artesano, sobre el turrón más vendido en Navidad en la turronería más emblemática de Bilbao: "Tenemos el kilo a 45 euros"
Se venden como roscas durante dos meses, únicos meses en los que este comercio con solera se dedica a la venta limitada de los turrones.
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El turrón es el postre por excelencia en épocas navideñas. Un dulce que no ha dejado de enamorar a la población vasca pese a su antigüedad. Eladio Iváñez y Celina, hermanos turroneros y artesanos en la emblemática turronería de Bilbao, Iváñez (en pie desde 1855), apuestan por los de toda la vida: el blando, el duro, el de fruta y el de yema, entre otros pocos clásicos. Ninguno más. La tradición prevalece por encima de la novedad.
"Nosotros nunca incorporamos ninguna novedad, somos especialistas en turrones clásicos", confirma Iváñez a CRÓNICA VASCA. Pese al 'boom' de los turrones de pistacho, Oreo o crema de avellana, los vecinos (e incluso los turistas) no dudan en pasarse por la tienda y en anteponer la calidad de los de toda la vida.
Un manjar demandado
Sus turrones se venden como roscas durante los meses de noviembre y diciembre, únicos momentos del año en los que este comercio con solera se dedica a la venta limitada del producto. "Nosotros hacemos una producción limitada y que vamos a vender seguro con la cosecha del año, no vendemos turrón todo el año, solo en época de Navidad", aclara Eladio. "Una vez se nos acaba el turrón ya se ha acabado".
Debido al incremento del precio de sus almendras que, como consecuencia, ha provocado la subida del precio de sus turrones, Iváñez solo ha aumentado "un 4%" el precio de sus turrones. Pese a ello, los clientes no han dejado de llegar, incluso han pasado nuevos por la tienda, además de los turistas: "El boca a boca funciona, siempre hay un aumento".
La clientela tiene un claro ganador: el blando. "El más vendido siempre es el blando, supone el 30% o 40% de las ventas y tenemos el kilo a 45 euros", explica el artesano. Algunos compran mucho y otros "solo una barrita". Sea como sea, la venta está asegurada.
"Hasta Nochebuena es cuando más vendemos, en Nochevieja se vende mucho menos, ya que el turrón tiene sus épocas, y de Nochebuena hasta Reyes se vende mucho menos aún", subraya.
Calidad en un bocado
Celina y Eladio Iváñez regentan la Turronería Iváñez de la calle Correo nº23, en el Casco Viejo de Bilbao, desde hace años. Forman parte de la cuarta generación de la familia Iváñez, cuyos orígenes se remontan a la segunda mitad del siglo XIX, como destacan en su web oficial.
Fue su bisabuelo Miguel Galiana quien erigió el comercio en el portal del edificio de la calle Bidebarrieta nº7, donde se comercializaron por primera vez. Su bisabuelo llegó a la capital vizcaína, ya que se hizo amigo del Sr. Victoria De Lecea, quien fue propietario del inmueble. Este le cedió el uso del portal para vender sus turrones que preparaba en Jijona (Alicante), donde quedaba su obrador.
Turrón de Alicante. Turronería Iváñez
Cada Navidad hacía la misma ruta de Jijona a Bilbao para brindar a los vascos los mejores manjares. Y ahora continúan con la tradición elaborando esos mismos turrones Jijona con almendras Marcona, producto mediterráneo tostado y de calidad "en su justo punto". Ingrediente básico en sus turrones.
"Mezclando la almendra con la miel y el azúcar, se obtiene el turrón de Jijona tierno y blando", explican en la web. "El más famoso postre navideño, que lleva el sello del consejo Regulador e indicación geográfica protegida, ya que lo fabricamos en Jijona, de donde somos oriundos".
La fabricación del turrón de Jijona es "totalmente artesana y depende de la maestría de los maestros turroneros, los cuales le dan el punto exacto a este manjar". Después, el turrón Jijona se corta y se envuelve, todo ello de forma artesanal y manual, pues los procesos de fabricación "siguen siendo los mismos" que cuando su bisabuelo dio nacimiento a la Turronería Iváñez.