El próximo martes el comité de empresa de Mecaner se reunirá con representantes del grupo francés Stellantis en busca de una solución ante el inminente cierre de la troquelería. Es el primer encuentro después de que la multinacional comunicase en septiembre de 2023 a los 148 trabajadores de la planta su intención de cerrarla y se llevará a cabo una vez ya iniciado el periodo de negociación del ERE. Y es Pablo Puey el que, desde febrero de este mismo año, es el máximo responsable del grupo en España y Portugal.
Los intentos por parte de la plantilla para evitar el cierre han sido numerosos, entre ellos una huelga indefinida por parte de ELA, un plan de reconversión de la troquelería para "obtener más beneficios" o el apoyo de toda la comarca y de algunas agrupaciones o actores políticos que han defendido la histórica fábrica los últimos meses, como Oskar Matute, diputado del Congreso por EH Bildu.
De nada han servido todas estas acciones porque, según afirman los sindicatos, el grupo -que en 2023 obtuvo beneficios millonarios- ya tendría tomada desde hace tiempo esta decisión con el objetivo de "deslocalizar el empleo y buscar mano de obra barata". A esta denuncia por la parte sindical, se le suman las múltiples ayudas que ha recibido el gigante francés -que incluye marcas como Abarth, ALFA Romeo, Chrysler, Dodge, FIAT, Jeep, Lancia o Maserati- por parte de las instituciones.
Ya que al mismo tiempo que Stellantis comunicaba a los trabajadores de Mecaner el cierre de la fábrica, recibió más de 68 millones de euros de manos del Gobierno español en concepto de ayudas PERTE. Además, a día de hoy este está esperando a la resolución definitiva de la línea B de la segunda convocatoria del Perte del vehículo eléctrico y conectado. Resolución que se espera que deje en la planta de Vigo del grupo francés un buen monto de dinero.