Las Emergencias de Osakidetza están que arden. O, al menos, eso es lo que se deduce de las informaciones que hemos ido publicando esta semana. Primero ELA, CCOO, LAB, SATSE, SME, ESK y UGT denunciaban que durante el pasado mes de julio un total de 88 turnos de los centros coordinadores y en ambulancias medicalizadas de Emergentziak Osakidetza no estuvieron dotados de personal médico.

Un día después, el sindicato ESK insistía en denunciar la persistente falta de personal médico en Emergentziak Osakidetza e instaba al consejero de Salud, Alberto Martínez Ruiz, a intervenir de manera inmediata para "frenar esta situación". Al decir de la central sindical, la falta de facultativos sigue poniendo en riesgo la atención sanitaria en situaciones de emergencia en el País Vasco.

Además, días antes había trascendido, como aquí recogimos, que el Sindicato Médico de Euskadi (SME) planteaba un plante a los pases de visita hospitalaria los sábados, domingos y festivos con el objetivo de lograr mejoras en las retribuciones salariales de los profesionales durante esas jornadas. 

Denuncias todas ellas que reabren de nuevo el debate sobre la falta de medios y el desgaste permanente del servicio en Osakidetza. Seguramente el nuevo consejero, que apenas lleva en el cargo dos meses, no puede ser señalado como responsable directo de esta situación. Y, de hecho, en sus primeras semanas en el cargo ha mostrado un talante de diálogo y profesionalidad dignos de elogio. Pero, eso sí, los problemas en Osakidetza no entienden de vacaciones. 

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