Kars no deja de ser una ciudad rural con aire cosmopolita, rodeada de infinitas llanuras / A. VIRI

Kars no deja de ser una ciudad rural con aire cosmopolita, rodeada de infinitas llanuras / A. VIRI

Cultura

Kars, ciudad redonda

11 junio, 2024 10:02

La multi historia de Kars

Docenas, quizá cientos, de gatos y perros identificados pasean por las calles de Kars. Nadie les pasea, lo hacen solos y ellos, habituados a la gente, se acercan con naturalidad al ser humano.

Son miles, sin duda, los pájaros que cada día sobrevuelan los cielos de Kars, la ciudad turca a la que el Nobel de literatura Orhan Pamuc puso en el mapa mundial al convertirla en escenario de su obra "Nieve". Nieve bien podría ser el apellido de Kars porque ostenta el título de ser la región más fría de Turquía. Lejos de todo, cerca de nada, esta región turca con casi tantos nidos como viviendas esta situada en el este de Turquía. Es el hogar de unos 500.000 habitantes, la mitad de los cuales viven en la capital, del mismo nombre.

A los pies del castillo, que data de 1153, se encuentra el Hotel Katalina que fue realmente una de las residencias que de la esposa del zar tenía en la región. Otras dependencias de la mansión han sido cedidas a la universidad / A. VIRI

A los pies del castillo, que data de 1153, se encuentra el Hotel Katalina que fue realmente una de las residencias que de la esposa del zar tenía en la región. Otras dependencias de la mansión han sido cedidas a la universidad / A. VIRI

La historia se arraiga a las piedras que componen su vasto patrimonio cultural. Hay ambiente, aunque no bullicio, en sus calles salpicadas de edificios de arquitectura rusa o báltica, como la oficina del Tesoro o la antigua Mansión del gobernador, reconstruidos con la ayuda de fondos de la UE. Desde lo alto el castillo, varias veces reconstruido, ofrece la mejor panorámica de la ciudad. Un gran observatorio desde el que se perciben mezquitas o iglesias ortodoxas a un palmo unas de las otras, consecuencia de las distintas influencias a lo largo de la historia.

El puente Tas Köprü, del siglo XV, custodiado a cada uno de sus márgenes por un hamman, tuvo que ser reconstruido en el XVI, debido a un terremoto / A. VIRI

El puente Tas Köprü, del siglo XV, custodiado a cada uno de sus márgenes por un hamman, tuvo que ser reconstruido en el XVI, debido a un terremoto / A. VIRI

Abierta nuevamente como mezquita hace 30 años, Kümbet Camii, construida entre los años 932 y 937, ha pasado de ser iglesia a mezquita o incluso museo, en varias ocasiones.

En su día recibió el sobrenombre de Catedral de Kars y es conocida popularmente como la iglesia de los apóstoles. A su lado, en la misma explanada se encuentra la mezquita Evliya Camii, construida en el siglo XVI. La Ulu Camii , reconstruida en 2009,es la tercera mezquita en la misma explanada y a poca distancia, aunque más alejada se encuentra otra de las mezquitas destacadas, Fethiye Camii / A. VIRI

En su día recibió el sobrenombre de Catedral de Kars y es conocida popularmente como la iglesia de los apóstoles. A su lado, en la misma explanada se encuentra la mezquita Evliya Camii, construida en el siglo XVI. La Ulu Camii , reconstruida en 2009,es la tercera mezquita en la misma explanada y a poca distancia, aunque más alejada se encuentra otra de las mezquitas destacadas, Fethiye Camii / A. VIRI

Paraíso del queso

De la misma manera que perros, gatos o aves son protagonistas en el paisaje de Kars, otros animales como ovejas, vacas, gansos y abejas lo son en la gastronomía.

El queso al que le han dedicado un museo es, sin duda, uno de los atractivos de Kars. En el no solo se venden más de 30 tipos de queso, sino que se explica el proceso histórico en la elaboración de este producto que durante siglos ha sido parte de su cultura. El gruyere, del que el 95% se produce en Kars, es el más afamado.

El Gruyere de Kars se remonta al siglo XIX cuando, tras una visita a Bogatepe, un productor de queso suizo decidió establecer aquí su propia fábrica. Los sabores de los quesos son enriquecidos con la adición de plantas locales / A. VIRI

El Gruyere de Kars se remonta al siglo XIX cuando, tras una visita a Bogatepe, un productor de queso suizo decidió establecer aquí su propia fábrica. Los sabores de los quesos son enriquecidos con la adición de plantas locales / A. VIRI

Situada a 2.000 metros del nivel del mar, la vegetación de Kars es adecuada para la cría de animales y las condiciones climáticas imprimen sabores distintos incluso a la mantequilla. No hay comida que no incluya alguna variedad de queso, incluso en los desayunos, donde, además de börek, un pastel de queso hecho con masa filo, es frecuente encontrar Van Herby, un queso de hierbas duro que se presenta desmenuzado, o el apreciado Beyaz Peynir, curado en salmuera y de apariencia ligera. Sin embargo, los más sorprendentes, a mi parecer, son las distintas versiones de quesos en hebras, Kars Cecil o Kars Mould Cecil, que aparentan madejas de lana deshilachadas, con un mayor o menor grado de curación.

En Kars las tiendas de venta de queso se suceden como una costura apretada, en muchas de ellas exponen directamente en el exterior / A. VIRI

En Kars las tiendas de venta de queso se suceden como una costura apretada, en muchas de ellas exponen directamente en el exterior / A. VIRI

Dulce como la miel

Con casi 2.000 variedades florales, un centenar de ellas exclusivas de esta región, la miel de Kars es otro producto con denominación de origen e impulsor de la economía de la zona. Las abejas son de una raza del Cáucaso, capaz de seleccionar exclusivamente el néctar de las flores silvestres. Encontrarla a la venta es tan sencillo como entrar en cualquier establecimiento de quesos.

Miel / A. VIRI

Miel / A. VIRI

Ganso y cordero

El cordero y, fundamentalmente, la carne de ganso es el plato especial de invierno y  la especialidad de varios restaurantes que, frecuentemente, combinan comidas con espectáculos musicales y danzas caucásicas.

Curiosidades

La última parada del Eastern Express, tren que está de nuevo activo, es Kars. Un larguísimo trayecto de 1.400 km que el tren tarda en recorrer 24 horas. Existe una versión para turistas con paradas más largas, lo que hace que el trayecto tarde hasta 30 horas en ser recorrido. Hay que reconocer que el paisaje nevado es realmente atractivo.

Kars ha estado a lo largo de la historia bajo los imperios persa, bizantino y otomano. Rusia ocupó la ciudad en varias ocasiones y los británicos la cedieron a Armenia; desde hace un siglo es parte de la República turca.

Alojamiento

Hay diversidad de opciones pero apostamos por Qrista Managed By Dedeman, en el centro neurálgico o Chelticov, más retirado. Se trata del edificio histórico que ha sido restaurado.

Dónde comer

Uno de los restaurantes más populares es Pushkin, donde se aderezan con espectáculos algunos de los platos tradicionales como el "Piti", una especie de  cocido de garbanzos, con verdura y cordero.

No está a la zaga Gastrokars, también con espectáculo, es otro de los restaurantes recomendados. Sus platos estrella son Kaz Evi, el ganso y cordero tandoori con arroz pilaf.

Lo mismo puede decirse de 1855 Gazi Restaurant, con vistas a Evliya Camii y una calidad de servicio superior. En ninguno de ellos falla la sopa de entrante ni la música. En 1855 no deberías perderte el Hangel Manti.

Kaz Evi es otro gran restaurante en el que la cocinera y propietaria, Nuran Ozyilmaz, se preocupa personalmente por el bienestar de los comensales. Una maestra preparando el ganso y pionera al ser la primera mujer que abrió un restaurante en Kars. Maestra de muchas y ganadora de numerosos premios.

Comida típica / A. VIRI

Comida típica / A. VIRI

Llegar a la ciudad de Kars es fácil tomando un vuelo desde Estambul. El aeropuerto está a apenas seis km de la ciudad.