Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA

Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA Araba Press

Economía ENTREVISTA

Mitxel Lakuntza (ELA): “El objetivo de las mesas de Pradales es solo hacer propaganda”

El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, asegura que, pese a que las formas "han cambiado", después de un año de legislatura la gestión del lehendakari, Imanol Pradales, "no ha cambiado" respecto a la de su antecesor, Iñigo Urkullu

ELA da continuidad a la era Lakuntza y desafía la política de pactos de Pradales

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El pasado mes de junio, Mitxel Lakuntza era reelegido secretario general del sindicato mayoritario de Euskadi con más del 90% de los votos de los delegados. Lo hacía en un momento clave para el sindicalismo vasco y para ELA, que suma ya 104.159 afiliados

Lakuntza recibe a Crónica Vasca y aborda la relación actual de la central sindical con el Gobierno vasco y su ausencia en pactos acordados en los últimos meses, como el de Salud o Educación.

¿En qué momento está ahora mismo ELA?

Superamos los 104.000 afiliados, con un incremento muy importante en la incorporación de mujeres y de trabajadores migrantes, y somos el principal sindicato de Euskal Herria, con una implantación por encima del 40% en Euskadi y cerca del 23% en Navarra… A esto se le suman los resultados de la negociación colectiva que hemos logrado estos últimos años. Es un momento de ratificación de la línea del sindicato y de su estrategia, que no solo tiene el respaldo de la clase trabajadora vasca, también un respaldo estadístico en la medida en que los convenios que firma son los mejores. 

En el discurso que pronunció tras su reelección tuvo gran protagonismo su crítica hacia la “política de pactos” adoptada por el Ejecutivo de Pradales y el diálogo social… 

Hace ya mucho tiempo que el sindicato tomó una decisión definitiva con respecto a lo que daban esas mesas. Hemos entendido que las posibilidades de mejora de los trabajadores no están en ellas, están en la capacidad que tengan de organizarse en sus centros de trabajo, lo que el sindicato llama poder sindical. Hablamos de organizarnos para vencer el miedo y tener capacidad para poder confrontar con la dirección de una empresa. 

Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA

Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA Araba Press

También aseguró que de las mesas convocadas “no sale nada bueno para los trabajadores” y eran “la foto de la derrota”.

Estas mesas son la muestra de un fracaso, porque no pueden proyectar ningún tipo de decisión que mejore la vida de los trabajadores tal y como están planteadas. El objetivo de estas mesas no es hacer cambios estructurales, es solo hacer propaganda. Esto ha sido otra de las políticas del lehendakari para dar la sensación de que se hace algo cuando realmente el fondo no cambia. Forma parte de la teatralización y en este sentido nos hacemos una pregunta… ¿Qué tipo de voluntad tiene el Gobierno para modificar las cosas?

Entiendo que esto pasó con la Mesa del Pacto de Salud, de la que se desvincularon desde el principio.

Ningún sindicato lo ha avalado. Es algo que sabíamos que iba a pasar desde el principio. Estaba escrito cómo iba a terminar esto porque hay que leer los presupuestos del Gobierno y en ellos se ve que este no destina a Osakidetza cuantitativamente, por tanto, las cosas no se iban a poder cambiar en este ámbito.

“Veníamos de un lendakari que ni siquiera quería recibirnos, ahora no hay problema de interlocución ni con el lendakari ni con ninguno de sus consejeros ni consejeras”

Y tampoco firmaron el acuerdo en Educación, cerrado el pasado mes de mayo

Es un acuerdo muy insuficiente, en el que no había avances estructurales porque hay una reducción de los ratios que es baja y unos incrementos salariales totalmente insuficientes sin ligarlos al IPC. Tampoco se abordó una cuestión que es especialmente sensible para los docentes, que es el tema de la desburocratización. Hay una carga excesiva de trabajo burocrático que necesita solución. 

Sin embargo, sí que fue firmado por el resto de sindicatos vascos.

Venimos de una huelga importante, y en esa huelga ELA fue el único sindicato que le dijo a los trabajadores del sector cuáles eran sus reivindicaciones y por debajo de qué contenido no iba a firmar. Esas huelgas han merecido la pena porque son las que han puesto en la agenda del Gobierno las reivindicaciones importantes, aunque al final el Gobierno busca aquellos sindicatos más baratos para poder hacer el acuerdo, y ELA evidentemente no está ahí. 

Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA

Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA Araba Press

Con todo esto, ¿se podría decir entonces que ha habido un cambio de gestión respecto a la etapa de Urkullu?

Las políticas de fondo no han cambiado nada, estas son prácticamente las mismas. No puede decirse que un año después ha habido un cambio en la orientación de carteras o de responsabilidades… Más allá de las formas, que sí lo han hecho. Veníamos de un lendakari que ni siquiera quería recibirnos, ahora no hay problema de interlocución ni con el lendakari ni con ninguno de sus consejeros ni consejeras. Esto era una situación de principio democrático que teníamos que solucionar. 

Movimiento nunca antes visto también ha sido la deuda que el Gobierno vasco ha adquirido con estos 1.000 millones destinados a dar un impulso a la Industria, ¿cómo lo ve? 

Nosotros somos críticos, primero con la política fiscal acordada por PNV, PSE y Podemos, porque te endeudas, pero decides no recaudar más, cuando evidentemente hay margen recaudatorio. Y segundo, nos preguntamos, ¿qué tipo de política se hace para poner ese dinero en manos de empresas? Las ayudas públicas tienen que estar condicionadas al arraigo de esa empresa, a la descarbonización, a las cuestiones medioambientales y a preservar o a lograr unas condiciones de trabajo buenas. Y eso es lo que no se hace.

Cuando en una situación como la que vivimos no se plantean referencias de confrontación democrática, el propio papel de oposición se desdibuja y genera además un contexto de desmovilización

Con mirada más amplía, ¿cómo ve la actualidad política vasca?

Aquí se sigue dando una política continuista. En este país seguimos estando en crecimiento económico, se sigue generando riqueza y algunas empresas, sobre todo de una manera muy clara la banca o las empresas energéticas, están teniendo amplios beneficios. Y todo esto ocurre en un contexto de empobrecimiento... Lo que está sucediendo con el incremento de la inflación o con el acceso a la vivienda, está situando a una parte muy importante de la población en situaciones de mucha complejidad. Y si a todo eso además se une un deterioro de los servicios públicos, evidentemente la fotografía es muy preocupante. 

Aquí entra en juego el papel de la oposición, llegó a decir que ELA tendría que hacer oposición al Gobierno porque Bildu no la hacía, mostrando así una "falta de compromiso para defender una alternativa de izquierda transformadora". ¿Sigue pensando eso?

Actualmente, tenemos una diferencia estratégica con el primer partido de la oposición que es EH Bildu, porque creemos que hay cuestiones, sobre todo de ámbito social, que no están formando parte de una estrategia de oposición, y en vez de plantear una estrategia de oposición para desarrollar alternativas diferentes, lo que hace es una estrategia de aproximación a esos partidos mediante acuerdos. Y cuando en una situación como la que vivimos no se plantean referencias de confrontación democrática, el propio papel de oposición se desdibuja y genera además un contexto de desmovilización que el sindicato no comparte.

Por otro lado, ¿desde ELA se percibe que el auge de la ultraderecha está teniendo impacto en Euskadi?

Aunque en este país no haya una expresión de ultraderecha significativa, nuestra preocupación es que alguna parte de su ideología está presente en una parte de la sociedad vasca y no podemos ignorarlo, porque sería un error. Y aunque en este país se han construido determinados blindajes contra la ultraderecha, que tienen que ver con su memoria antifranquista y con su tradición de lucha social, sindical y política, hay que estar alerta y combatir ese tipo de actitudes.