Economía

Tomás Arrieta: "Si no se pacta cómo gestionar la inflación, la subida es cero y ahí todos pierden"

El presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) es defensor del pacto de rentas a nivel salarial para poder sacar adelante los grandes convenios y evitar más conflictividad y un nuevo frenazo económico

5 junio, 2022 05:00

Con la jubilación a la vista, Tomás Arrieta (Bilbao, 1958) asiste a una nueva sacudida de la negociación colectiva a causa de la elevada inflación justo cuando parecía que en Euskadi volvían a brotar consensos. Satisfecho por cómo se ha dado salida en términos económicos y sociales a la crisis del covid, el presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) no oculta su sintonía con la última reforma laboral, que "da estabilidad y refuerza las dinámicas negociadoras" y supone "un cambio radical" respecto al escenario de 2012.

Euskadi recupera su techo histórico de afiliados a la Seguridad Social. ¿Queda atrás la crisis del covid?

Lo primero es decir que ha habido una gestión de la crisis diferente de la de 2008. El uso masivo de ERTE ha tenido un alto nivel de consenso y ha sido determinante. El virus tuvo un efecto inmediato sobre el empleo en contratos temporales, que siempre sufren primero, pero el aumento del paro ha sido mucho más moderado que en otras crisis. Lo que vemos ahora es que la recuperación del empleo cuando ha pasado la pandemia es más rápida que en las crisis anteriores, es decir, el haber mantenido el grueso del empleo te permite salir de otra manera cuando la situación mejora. Esa lectura está avalada por esos datos de afiliación que comentas.

También ha sido una crisis más corta. De un día para otro prácticamente se levantaron las persianas.

Sí, claro, ha sido una crisis coyuntural y eso ayuda. Pero cuando se abren las persianas hay que poder volver a trabajar a pleno rendimiento al día siguiente. Necesitas tener a tus plantillas disponibles. Por eso digo que la salida es más fácil cuando se mantiene el empleo. 

¿Hasta qué punto ese consenso en torno a los ERTE puede tener efecto en Euskadi? ¿Ha cambiado algo la pandemia la posición de ELA y LAB?

Lo primero que me sale decir es ojalá. Me encantaría que la confrontación se hubiera moderado porque le hemos visto las orejas al lobo y hemos visto que en situaciones como una pandemia un nivel de consenso mínimo es importante. Ahora voy a la realidad y, bueno, el clima laboral, medido en cómo avanza la negociación colectiva, no ha mejorado. Tenemos datos de negociación muy mediocres. Claro, hay un elemento nuevo enormemente perturbador como es la inflación.

Los ERTE han demostrado que es más fácil salir de una crisis si se mantiene el grueso del empleo

Aparecen la pandemia y ese elemento adverso como es la inflación justo cuando parecía que la negociación vasca remontaba, allá por 2019.

Sí es cierto que cerramos 2020 con buenos datos habiendo recuperado ámbitos que llevaban tiempo bloqueados y bajando el número de personas sin convenio. La tendencia era buena pero ahora otra vez el sudoku se ha vuelto complejo. Por señalar lo positivo, al menos hay actividad negociadora. Las mesas estan abiertas y las partes hablan, algo es algo. 

¿Cuál es el camino para esquivar la inflación? ¿Defiende el pacto de rentas en convenio?

Estamos condenados a llegar a acuerdos. No hay alternativa al desacuerdo, eso lo sabemos todos. La inflación es muy difícil de gestionar, hay intereses que parece que se excluyen. Yo entiendo que los sindicatos digan que hay que mantener el poder adquisitivo, es normal, pero también es verdad que una traslación automática de la inflación a salarios alimenta la espiral inflacionaria. Creo que una clave es abrir el foco y el objetivo de mantener el poder de compra de los salarios hacerlo a más largo plazo. Sí, sería algo muy parecido a eso que llaman un pacto de rentas. Yo cedo parte de mi reivindicación ahora, usted modera su expectativa de beneficio empresarial, y el gobierno por su parte ayuda allá donde tiene capacidad para incidir en la moderación de precios.

¿Cuánto es a más largo plazo?

Tres años por ejemplo. Si este escenario inflacionario como dicen es coyuntural pues dentro de tres años los incrementos pactados pueden estar perfectamente por encima de la inflación. Se recuperarían entonces los puntos que te dejas ahora. Ya sé que el papel lo resiste todo, pero creo que algo hay que hacer. Recordemos que la alternativa a los acuerdos es el bloqueo del convenio, es decir cero. Y tenemos experiencia en eso. Recordemos lo que pasó con la reforma de 2012, que nos impuso un contexto en el que no acordar era incluso peor que cero. Y luego, a nivel macro, la economía se va a resentir sin subidas salariales porque el salario es un factor de crisis vía consumo. Que las subidas salariales sean cero no le interesa a nadie, tampoco al empresario.

El sudoku de la negociación colectiva se ha vuelto complejo pero al menos las partes hablan

Sin embargo esa lectura no predomina por ahora en grandes sectores. ¿Se enquistarán el Metal de Bizkaia y Álava? 

No quiero entrar en convenios concretos, pero soy optimista. Sí digo que la recuperación de un convenio de eficacia general en el Metal de Bizkaia en 2019 fue muy relevante y debemos seguir en esa senda.

Fuera de los grandes sectores, en la empresa las partes sí llegan a un punto de entendimiento.

Sí, comparto esa sensación. Cuanto menos foco hay en las negociaciones más fácil es avanzar. Se están produciendo acuerdos tanto vía convenios de empresa como vía pactos de empresa.

Volviendo a ese acuerdo en el Metal de Bizkaia en 2019, para llegar a ese punto fueron necesarios varios meses de conflicto. En la pandemia hemos visto también una larga huelga en Tubacex. ¿Ve la conflictividad como un fracaso colectivo?

No debo valorar conflictos concretos. Esa afirmación que haces corresponde hacerla a los ciudadanos y, sobre todo, a los agentes concretos. Que cada uno saque sus conclusiones.

Le quiero preguntar también por el informe de Zedarriak. Los costes laborales también suelen aparecer en el debate sobre competitividad.

Zedarriak ha impulsado un informe complejo y sesudo. Vivimos en una sociedad que busca la simplificación. A mí me parece que por elemental que suene el objetivo de una sociedad es que sus ciudadanos tengan una vida digna y que no se agrande la brecha entre los que más tienen y los que menos. Las sociedades verdaderamente competitivas son las que están cohesionadas a nivel social.

No tengo duda. Estoy más cómodo con esta reforma laboral que con la de 2012

¿Cómo va a influir la última reforma laboral en el clima laboral de Euskadi?

No lo sé, pero sí creo que la reforma está produciendo efecto. La contratación indefinida se está incrementando. Es verdad que hay una prevención sobre qué tipo de empleo indefinido se está creando, pero los datos de momento dicen que los fijos discontinuos no llegan al 10% sobre los indefinidos, es decir, parece que el incremento de la contratación estable es real.

¿Está Tomás Arrieta más cómodo con esta última reforma del Gobierno de Pedro Sánchez que con la de Mariano Rajoy?

Me mojé en su momento y me tengo que mojar ahora. No tengo dudas. Estoy más cómodo con esta norma, que da estabilidad a la negociación colectiva, recupera la ultraactividad y reconoce la primacía del convenio sectorial en materia salarial. Refuerza las dinámicas negociadoras y eso es un cambio radical y muy bueno respecto a la reforma de 2012.

Por último le pregunto por la denuncia de ELA sobre la decisión del departamento de Trabajo del Gobierno vasco de otorgar sus puestos en algunos organismos como el CRL a sindicatos que sí participan.

La distribución de puestos en el CRL está establecida en su ley reguladora, que contempla el supuesto de falta de asistencia de alguna organización. No voy a hacer una valoración política de este tema pero es obvio que como presidente del organismo me toca acatar y cumplir la ley vigente.