La crisis de los microchips obliga a Mercedes a revisar su producción "semana a semana"
A pesar de recuperar la produccion, la escasez de estos componentes fuerza a la empresa a abrir un proceso de negociación el próximo 1 de julio para aplicar un ERTE
25 junio, 2021 05:00La falta de elementos electrónicos, chips y semiconductores no hace más que traer quebraderos de cabeza a Mercedes y a todo el sector de la automoción en general. Fueron varios los avisos hasta que, finalmente, el pasado 17 de junio, la empresa comunicaba a sus empleados que la producción en la planta de Vitoria se paraba durante una semana, del 21 al 26 de junio. Hace unas horas, la compañía anunciaba que la actividad volverá el próximo lunes pero anuncia que planteará un ERTE si no resuelve la crisis de los chips. Cosa que parece bastante improbable ya que, las mejores previsiones, calculan que esta no llegará hasta principios de 2022. La posibilidad de nuevos parones sigue sobrevolando sobre la multinacional alemana y sobre sus proveedoras.
A pesar de todos los esfuerzos en logística que viene realizando Mercedes en su fábrica de Euskadi, la falta de materiales eléctricos como semiconductores y chips sigue afectando a la producción. La situación obliga a reducir la producción de la planta de Vitoria que hasta ahora había conseguido mantener un ritmo de fabricación diaria cercana a las 600 unidades. Según los sindicatos, en este momento hay en torno a 5.000 unidades de la Vito y la Clase V acumuladas en los alrededores de la fábrica.
A pesar de recuperar la produccion y mantener los objetivos de este año, la situación obliga a Mercedes a abrir un proceso de consultas para aplicar un ERTE. La empresas ha convocado a los sindicatos el próximo 1 de julio para la negociación. "La actual situación crítica de la cadena de suministro derivada de la falta de disponibilidad en el mercado de semiconductores, nos obliga a gestionar la toma de decisiones de acuerdo a la alta incertidumbre existente, y la falta de visibilidad a corto plazo", ha explicado la dirección de la empresa en el comunicado que ha hecho llegar a los trabajadores. Fuentes de la compañía confirman a 'Crónica Vasca' que esta situación les obliga a ir planificando la producción "semana a semana".
Efecto directo en sus proveedores
El lunes vuelve la producción de Mercedes y también las de sus empresas proveedoras que han tenido que parar también durante esta semana. De momento, los cerca de 5.000 trabajadores directos de Mercedes cuentan con la bolsa de horas regulada y la cuenta de referencia de su convenio, que traslada cierto colchón. No ocurre así con los más de 2.000 empleados que desarrollan su labor en las empresas subcontratadas por la compañía y que, en su gran mayoría están están ubicados en el conocido parque de proveedores de Mercedes.
Estas empresas proveen de servicios logísticos o piezas como las butacas, los salpicaderos o los ejes y dependen directamente de la actividad. Esta situación activa las alamas de todas estas empresas proveedoras que se encuentran a un paso de tener que recurrir al ERTE.
Entre las empresas auxiliares de Mercedes se encuentran DHL y Ceva, centradas en tareas de logística. Desde DHL, sienten que con esta crisis tienen "la espada de Damocles siempre encima" y al no tener "capacidad de decisión" viven sumidos en la incertidumbre. "Siempre vamos a remolque", aseguran desde el comité de esta empresa donde ven muy posible que también se vean expuestos a un ERTE.
SAS es una de las más afectadas por los componentes electrónicos que hay en los salpicaderos. Fuentes de la empresa, trasladan a este medio que "ya no van semana a semana, sino día a día" y que están seguros de que durante julio habrá más parones. "En el caso más optimista, no creemos que podamos volver a la capacidad total hasta el primer trimestre de 2022", asguran desde SAS. El parón de la producción les afecta de lleno a todas las empresas proveedoras, y cuentan solo con la bolsa de horas generadas en enero, cuando la producción todavía no estaba a pleno rendimiento.
Sin solución a la vista hasta 2022
Este horizonte se vislumbra desde todas las empresas y actores del sector. Los grandes fabricantes de coches, integrados en Anfac, ya han advertido de que los problemas de abastecimiento seguirán presentes al menos hasta el primer semestre de 2022. Lanzan este mensaje con la producción de Mercedes en Vitoria parada, pero tambien con parones programados en las plantas de Seat, Volkswagen, Stellantis, Renault o Ford. "A pesar de los esfuerzos del sector, el ritmo de producción se está viendo fuertemente condicionado por un factor externo como es el desabastecimiento de los microchips", afirma su director general, José López-Tafall. La situación es "coyuntural", pero afecta "gravemente" a la industria y está "retrasando su recuperación".
La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, también ha hecho referencia a este pronóstico. Esta es una situación que afecta en mayor medida a Mercedes por ser el mayor fabricante de Álava, pero también repercute en la producción de muchas otras empresas vascas. Los semiconductores son componen que solo están en los vehículos sino en todos los elementos electrónicos. Tal y como ha detallado la consejera, crece por tanto la demanda, pero por otra parte, la producción está concentrada en muy pocos países. A esto hay que sumarle la velocidad, mayor de la esperada, con la que se está recuperando la economía mundial que lleva a aumentar la demanda.
"Parece que la situación no se va a resolver o va a volver a normalidad en ese comercio hasta 2022 y la propia Unión Europea se esta planteando tener una parte de la producción de los semiconductores que van a ser necesarios en Europa. Pero no va a ser el único problema, porque vamos a tener también dificultades asociadas al vehículo eléctrico y a todos los materiales que vamos a necesitar para sus baterías. Su producción también está concentrada en pocos países y al crecer la demanda, la UE tendrá que valorar la situación y tomar las decisiones oportunas a la mayor brevedad", ha señalado Tapia.