Los cines de Euskadi pierden 6 millones de espectadores desde el inicio la pandemia
La recaudación de entradas cae 35,2 millones de euros respecto al 2019 y el sector denuncia que las restricciones del Gobierno vasco no le han permitido iniciar su recuperación
15 enero, 2022 05:00Los cines de Euskadi no levantan cabeza. El sector ha perdido 5,9 millones de espectadores durante los dos años que llevamos de pandemia que se traducen en un perjuicio de 35,2 millones de euros por entradas de cines, respecto al 2019. El sector esperaba poder iniciar su recuperación económica durante el pasado 2021, pero los datos aportados por la Asociación de Salas de Cine de Euskadi (EZAE) a 'Crónica Vasca', indican que este recién acabado año ha sido prácticamente tan negativo como el de la irrupción de la pandemia.
Y es que si en 2020 los cines perdieron a 3,2 millones de espectadores, a lo largo del 2021 han sido 2,7 millones las personas que dejaron de acudir a disfrutar del séptimo arte, sin experimentar la ansiada mejoría y muy lejos todavía de los 4,7 millones de asistentes que acudían al cine en tiempo prepandémico, concretamente un 58% menos de presencia. Una caída en el número de espectadores que produce irremediablemente una fuerte rémora en los ingresos por taquilla. La recaudación de entradas ascendía a 28,1 millones de euros en 2019, caía un 67% para un total de 9,2 millones durante el primer año del coronavirus marcado, eso sí, por el confinamiento y el aplazamiento de estrenos por parte de las productoras, y la bajada de este recién finalizado 2021 es del 58% para un total de 11,7 millones de recaudación.
Medidas de seguridad covid-19 en los cines / EUSKADI.EUS
De igual forma, el descenso del número de espectadores tiene una incidencia directa y "gravísima" en la cuenta de resultados de los cines. EZAE estima que las pérdidas en las cuentas de resultados que han acumulado los cines vascos en estos dos años superan los 20 millones de euros.
Restricciones constantes por parte del Gobierno vasco
La salas de cine de Euskadi achacan su merma en la recuperación a las restricciones que el Gobierno vasco ha impuesto al sector y que no le han permitido consolidar la mejora en la asistencia a las salas comenzada en la segunda parte del año. EZAE explica que la entrada de público comenzó a mejorar en los meses de verano gracias al estreno de grandes producciones cinematográficas, muy esperadas por el gran público, al ser películas más comerciales que fueron retrasadas por la pandemia. Una mejoría, que comentan, no llego a concretarse debido a que el Ejecutivo autonómico redujo el aforo de las salas a un 35% durante casi dos meses.
Posteriormente, en octubre y tras eliminarse el estado de emergencia sanitaria, el Gobierno vasco tomó la decisión de permitir el 100% del aforo en las salas, pero, en una decisión muy polémica, prohibió el consumo de alimentos y bebidas, salvo agua, durante los eventos culturales, sociales y deportivos. Una resolución que trajo el desconcierto y la indignación a los cines que vieron nuevamente mermada su caja registradora, ya que las palomitas y las bebidas suponen "entre el 30% y el 45% de los ingresos totales".
Una decisión que recurrieron, pero que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco mantuvo, aludiendo que la argumentación en la que se basaban los cines respecto a los perjuicios económicos que le ocasionan las limitaciones, no eran suficientes para aprobar las medidas cautelares. Ya en ese momento, EZAE avisó que la prohibición amenazaba "gravemente la supervivencia de muchas salas si se prolonga en el tiempo". Pues, la medida continúa en vigor tres meses después y con limitaciones más estrictas en cuanto al aforo que se redujo por la sexta ola en diciembre pasado al 60% y el requisito del 'pasaporte covid'.
Pérdidas de 2,7 millones desde octubre
Los cines estiman que han perdido cerca de 500.000 espectadores y 2,7 millones de euros en los últimos tres meses. Perjuicios de 1,4 millones de euros "por no poder vender en los bares" y de 1,2 millones en taquilla por la venta de entradas. "Cuando parece que el sector va a poder sacar la cabeza para tomar aire y empezar a recuperar poco a poco las pérdidas acumuladas, un nuevo golpe le manda de nuevo al fondo", se lamentan. Y es que el sector cree que las restricciones son las causantes de que los cines en Euskadi no logren reponerse al mismo nivel que los están haciendo en España.
En este sentido, realizan una comparativa en la que analizan los datos de recaudación y espectadores de los últimos tres meses respecto al mismo periodo del pasado año que evidencian que, mientras en España ha crecido un 260% la recaudación y un 248% en espectadores, el País Vasco aumenta un 139% en recaudación y un 124% en espectadores. "Es una recuperación claramente inferior a la del Estado cuando normalmente estas cifras siempre van parejas", señalan para añadir que la razón es que las salas en Euskadi tienen muchas más restricciones que en el resto del Estado".
Las ayudas no compensan
EZAE expone que "la situación es crítica" para muchas salas de cine y que "varias de ellas ya han tenido que cerrar". Alertan que la viabilidad del sector está seriamente amenazada y que si esta coyuntura se alarga aún más en el tiempo será "insostenible" para muchas cines de Euskadi. Por ello, reclaman compensaciones por medio de subvenciones, ya que las ayudas recibidas hasta el momento "no compensan" el daño causado al sector expositivo audiovisual del País Vasco.
El Gobierno vasco destinó 16,2 millones de euros en 2020 destinadas a sufragar gastos realizados a consecuencia de las medidas sanitarias de prevención adoptadas ante la covid-19, así como para favorecer la visibilidad de la reapertura de los cines. Una cantidad que se redujo considerablemente durante el pasado 2021 en el que el Departamento de Cultura destinó 640.000 euros al sector para paliar las consecuencias de la pandemia y que incrementó en octubre en 200.000 euros con otra partida vinculada a la proyección de películas de cine europeo y latinoamericano.
Cultura segura
La Asociación de Salas de Cines de Euskadi no entiende que tengan que sufrir tantas restricciones cuando "se ha comprobado que las salas son lugares totalmente seguros, en los que no ha habido ningún brote y en los que se siguen escrupulosamente todas las medidas sanitarias marcadas por las autoridades". Defienden que en las salas "los espacios son muy amplios, tienen sistemas óptimos de ventilación, la retirada de la mascarilla es puntual, todos los espectadores están en la misma dirección y la actividad se desarrolla en silencio".