La reducción de trámites abre la carrera por el desarrollo de la eólica a nuevos actores
El sector coincide en aplaudir una medida que puede acortar varios años la construcción de parques y dar el impulso definitivo al negocio en Euskadi
30 julio, 2022 05:00La crisis energética ha llevado al Gobierno vasco a reducir considerablemente los trámites para poner en marcha nuevos proyectos de energía renovable, una posibilidad a la que da cobijo la nueva reglamentación del Ejecutivo central. Esta es una vieja demanda de las empresas y de la propia consejera Arantxa Tapia, que en marzo lamentaba la "larga" tramitación administrativa que acompaña a la creación de un parque eólico. Este sector ha recibido con entusiasmo el cambio normativo, que puede dar el impulso definitivo a esta fuente de energía en Euskadi incluso puede dar entrada a actores con poco peso por ahora como Acciona.
El mapa vasco actual de la generación eólica se resume en cuatro enclaves con un puñado de aerogeneradores (el Puerto de Bilbao, el monte Oiz en Bizkaia, Badaia en la llanada alavesa y Elgea-Urkilla, entre Álava y Gipuzkoa), pero en rampa de salida hay más de una docena de proyectos. Uno de los actores principales en esa expansión es Iberdrola, presente también en proyectos fotovoltaicos y que hace una valoración positiva de la medida anunciada por Tapia esta semana.
"Todo lo que sea apostar por los proyectos energéticos autóctonos es bienvenido en un momento de crisis energética como este", indican fuentes de la compañía de Ignacio Sánchez Galán, que tiene entre manos los proyectos más avanzados en el terreno eólico en Euskadi, en concreto en Labraza y Azaceta, en Álava.
En ambos casos la sociedad conjunta con el Gobierno vasco, Aixeindar, mantiene su previsión de poder poner en marcha los aerogeneradores a lo largo del año que viene. Hay que tener en cuenta que la construcción de un parque eólico no conlleva grandes plazos de tiempo y que es precisamente la consecución de todos los permisos, sobre todo para garantizar el menor impacto medioambiental, lo que dilata los proyectos. Asociaciones ecologistas como Ekologistak Martxan han criticado el cambio normativo al considerar que limita la participación y el control de la sociedad a los nuevos proyectos.
Por otro lado, Iberdrola tiene aun en fase de gestación otros tres parques más en Álava, que aun no tienen fecha de construcción. La energética mantiene la prudencia y prefiere no hacer especulaciones acerca de cuánto puede acelerar estos proyectos la nueva norma anunciada por Lakua.
Objetivos ambiciosos para 2030
El objetivo de la administración vasca es superar los 700 megavatios (MW) de energía eólica en 2030, lo que supone un fuerte acelerón tras varios años de parón en este terreno. Junto a Iberdrola encabeza ese tirón Capital Energy, con media docena de parques en proyecto. La firma madrileña ha pasado a liderar la carrera eólica y estaría ya por encima de los 100 MW en Euskadi, si bien las nuevas instalaciones están en fase de tramitación de las autorizaciones. La compañía aplaude la reducción de trámites medioambientales pero asegura que cada proyecto lleva su curso y es difícil hacer estimaciones sobre en qué medida acelerará los futuros parques.
Además tienen en marcha proyectos eólicos en Euskadi la noruega Stakraft y Euskal Haizie (Fisterra Energy), además del parque marino Geroa que prepara Saitec para 2025 frente a la costa de Armintza. Grandes fabricantes como Siemens Gamesa o Haizea Wind miran también con optimismo al empujón que puede dar el acortamiento del proceso administrativo.
Habrá que ver si esta decisión, unida a las continuas llamadas a potenciar la energía local ante el difícil contexto internacional, elevan el número de proyectos eólicos en marcha y si entran en el terreno de juego empresas que por ahora son espectadoras como Acciona, uno de los gigantes en España y que ya puso en marcha los cinco molinos de Punta Lucero, en el Puerto de Bilbao, en 2006.