El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza. / Twitter @ELAsindikatua

El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza. / Twitter @ELAsindikatua

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El portazo institucional de ELA ensombrece la reforma de Lanbide y el diálogo social

El decreto de Mendia que deja en manos de otros sindicatos los asientos vacíos consuma el adiós definitivo del sindicato mayoritario a las instituciones y compromete el posible regreso anunciado por LAB

12 septiembre, 2022 05:00

Este mes de septiembre se va a consumar el adiós definitivo de ELA a organismos sociolaborales como Lanbide o el Consejo de Relaciones Laborales (CRL). Sus sillas serán ocupadas por representantes de CCOO y UGT (LAB, que sí tiene designado delegado en el CRL, no ocupará el asiento que deja ELA) lo que de alguna manera viene a ratificar por la vía de los hechos la renuncia desde hace años del sindicato mayoritario a participar en procesos de concertación institucional. Y eso cuando se avecinan cuestiones tan relevantes para el panorama laboral como la reforma de Lanbide o la búsqueda de un pacto de rentas en el ámbito del diálogo social.

Precisamente cuando LAB anunciaba un proceso de reflexión para abordar un posible regreso a las instituciones vascas ELA deja claro que no va a estar en ellas tampoco este curso y tilda de "antidemocrático" el decreto del departamento de Trabajo de Idoia Mendia que permite a quienes sí van a las reuniones ocupar los huecos que dejan el resto. Un movimiento, el de LAB, que generó ciertas expectativas entre los agentes sociolaborales vascos antes del verano, incluso la propia Mendia aplaudió el anuncio de Garbiñe Aranburu, pero que veremos si se materializa teniendo en cuenta estos 'bailes de sillas' y la posición de ELA.

De momento LAB no va a dar el paso de asumir el representante que le correspondería en el CRL a cuenta del decreto de Mendia, se entiende que por una cuestión de imagen ante los suyos y dada la importancia que los sindicatos abertzales han dado siempre al debate sobre la participación en foros institucionales.

Este posicionamiento conecta directamente con su estrategia sindical global, de ahí que generara cierta sorpresa que Aranburu dijera en el marco del último congreso que LAB iba a "dar una pensada" a esta cuestión y podía plantearse entrar en el consejo de Osalan o del propio Lanbide. En ningún caso el sindicato de la izquierda abertzale participará en la mesa de diálogo social en mayúsculas, esa que reúne a los 'primeros espadas' de Lakua, Confebask y sindicatos, aclaró Aranburu. No hay que olvidar que los sindicatos vascos afrontan periodo concentrado de elecciones de aquí a mayo de 2023, lo que obliga a afinar el discurso ante los trabajadores.

La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia. / IREKIA

La vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia. / IREKIA

Reforma de Lanbide en marcha

El hecho es que la posición de ELA, que cuenta con el 40% de los delegados sindicales en Euskadi, deja muy cojos los procesos de diálogo institucional. Y precisamente Lanbide se va a ver afectado a corto plazo por una reforma integral en el marco de la nueva Ley Vasca de Empleo que prepara la vicelehendakari Mendia. A falta de ver cómo evoluciona esa reflexión abierta por LAB, los cinco representantes en la bancada sindical quedan en manos de CCOO y UGT, por otros cinco de Confebask y cinco del Ejecutivo.

Se trata de una reforma de calado que tiene gran afección en el empleo, los parados y los trabajadores, y que tiene por objeto dar un impulso definitivo a Lanbide como punto de encuentro real con las empresas. La nueva Ley Vasca de Empleo recoge novedades importantes inéditas en otras comunidades autónomas como la realización de un itinerario formativo específico para cada persona sin trabajo, que se modificará al de un tiempo si no presenta resultados.

Por otro lado la ausencia de ELA afecta también a aquellos foros donde se abordan cuestiones relativas a la negociación colectiva, caso del CRL o de la propia mesa de diálogo social, que este curso tiene como sus grandes retos promover un pacto de rentas que acerque los convenios a la inflación. Así lo vienen demandando organizaciones como CCOO o UGT, que reclaman al Gobierno vasco que presione a los empresarios en esa dirección. Habrá que ver cómo se intenta articular esa conexión entre el diálogo social y los convenios, muchos de ellos con mayoría de ELA y LAB, sin la presencia en ese foro de estas dos organizaciones.