Las cooperativas de Euskadi y Navarra hacen piña frente a los retos que se avecinan
KONFEKOOP, UCAN y ANEL sellan un acuerdo de colaboración el miércoles en Donostia, dentro de un foro que pondrá en valor la fortaleza e impacto del modelo cooperativista en el actual contexto de crisis
21 enero, 2023 05:00Con los desafíos y transformaciones de un mundo cada vez más rápido, la retórica empresarial ha mudado. Ahora se habla de la necesidad de construir nuevos modelos de negocio cimentados en la sostenibilidad, la colaboración y la resiliencia, aunque hace años que ya existe una estructura ocupada en tratar de garantizar todo eso. Y no hay que irse lejos para encontrarla. Hablamos de las cooperativas, modelo impepinable en el desarrollo tanto de Euskadi como de Navarra. El País Vasco ha superado las 1.200: sólo el año pasado se constituyeron 132 con 520 socios. La comunidad vecina tiene el mayor número de organizaciones de este tipo por cada 100.000 habitantes. Es su momento y este próximo miércoles van a demostrarlo.
El Palacio Miramar de Donostia acogerá el 25 de enero de 16:00 a 17:30 horas el I Foro de Empresas Cooperativas de Euskadi y Navarra: “Empresas cooperativas y desarrollo económico, una opción ganadora para el futuro”. El encuentro, organizado por KONFEKOOP - Confederación de Cooperativas de Euskadi, ANEL- Asociación Navarra de Empresas de Economía Social y UCAN - Cooperativas Agroalimentarias de Navarra, busca poner en valor la contribución de este modelo al desarrollo económico, compartir la forma en que se están adaptando a los cambios vertiginosos de la nueva era y visibilizar sus respuestas a los retos de país. Habrá presencia institucional, mesas redondas y un acuerdo de colaboración entre las tres entidades.
Hace tiempo que KONFEKOOP, ANEL y UCAN mantenían un contacto fluido, centrado en el conocimiento mutuo, la transferencia de buenas prácticas, iniciativas comunes con foco en el emprendimiento… Pero el contexto actual pedía a gritos algo más. El Foro es la primera iniciativa que reúne a representantes de todo el cooperativismo de ambas comunidades y debía incluir el broche perfecto. “En 2022 tomamos la decisión de dar un nuevo paso y formalizar la relación existente. La intercooperación es para nosotras un elemento nuclear. La firma del acuerdo supone un compromiso que nos permitirá tener un marco más estable y permanente de colaboración”, explica la presidenta de KONFEKOOP, Rosa Lavín.
Más capacidad de adaptación que los modelos tradicionales
La unión hace la fuerza en momentos de incertidumbre, y eso es algo que las cooperativas saben bien por su propia naturaleza. Lavín es muy clara cuando se le pregunta por el papel que están jugando ahora mismo: “Aportamos estabilidad económica laboral, arraigo al territorio -ya que la cooperativa no se deslocaliza-, y a través de elementos como la solidaridad y la intercooperación tejemos en momentos de crisis una resiliencia mayor que los modelos tradicionales de empresa”. Esto se puso de manifiesto durante la pandemia, garantizando abastecimientos como la alimentación o los componentes sanitarios, aunque los desafíos no han cesado desde entonces. “El mundo está cambiando a marchas forzadas y las cooperativas hemos demostrado flexibilidad, capacidad de adaptación y de responder a los retos que vivimos. No nos detenemos”, subraya.
De la búsqueda de soluciones innovadoras a las transiciones de los últimos tiempos han nacido cooperativas de renovables, convivenciales, de cuidados… Y otras que ya existían se han puesto al día, reforzando lo que Lavin llama “compromiso compartido de generar riqueza, estabilidad laboral, cohesión social y desarrollo inclusivo”. Es el caso de Irizar, una de las empresas participantes en las mesas redondas del Foro del miércoles junto a Mondragón, Nafarco, Anasinf, AN S.Coop e Ideko. “Las cooperativas estamos aquí para ser actores clave en la búsqueda de un mundo mejor y para ser un fuerte impulso social, tanto en el entorno más cercano como a nivel global”, afirma Koldo Mendizabal, su presidente.
Compromiso colectivo
En Irizar tienen claro que el desarrollo y la competitividad sólo son posibles con sostenibilidad. Y viceversa. Por eso han diseñado un modelo de negocio inspirado en los mayores referentes mundiales: los 10 Principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Teniendo en cuenta que la cooperativa trabaja en un sector a priori contaminante no parece fácil, y en realidad no lo es, pero “el compromiso está presente en todas las personas que componen el grupo”. Desde ese espíritu compartido y con la innovación bajo el brazo han pasado de palabras a hechos.
Algunos ejemplos. Irizar cuenta con una gama completa de vehículos eléctricos, híbridos y biogás natural (GNC y GNL) y está dando los primeros pasos en la tecnología de hidrógeno. Ha alumbrado un hijo brillante, el Irizar i6s Efficient, y sigue avanzando en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías de fabricación de autocares y materiales para ser referente en ecoinnovación y ecodiseño. En 2019 se convirtió en la primera empresa del sector a nivel mundial en obtener la certificación ambiental de The International EDP System. También ese año abrió la planta Irizar e-mobility, la primera de electromovilidad de energía totalmente sostenible en Europa gracias a la puesta en marcha del mayor parque solar fotovoltaico del País Vasco (EKIAN). Para rematar, en ese ejercicio creó su propia marca de economía circular, Izir, para productos creados a partir de excedentes.
Y como la sostenibilidad no puede ser solo ambiental, en lo social Irizar refuerza la estrategia “con una relación de respeto, abierta y participativa colaborando en la creación de riqueza y empleo”. Esto se concreta, entre otras acciones, destinando una significativa cantidad de dinero anualmente a actividades sin ánimo de lucro relativas a su sector, la educación, la cultura, el deporte y la cooperación. “Lo entendemos no sólo como impulso de un desarrollo universal sino también como puerta a un crecimiento interno”, matiza el presidente.
El discurso de las cooperativas está lleno de esperanza. También sus acciones. Pero eso no puede hacer perder de vista las amenazas que planean sobre el modelo. Lavín admite que uno de los asuntos de su agenda es el relevo generacional. Aunque el sistema reclama otra manera de hacer las cosas, el mercado todavía empuja al individualismo extremo, la insolidaridad social y la búsqueda de felicidad inmediata. “Nos preocupa que se pierda el sentimiento de pertenencia, el compromiso, la cultura cooperativa, nuestra idiosincrasia… Tenemos que acercarnos a las personas jóvenes y debemos dar respuesta a las transformaciones con las luces largas puestas”, sentencia.