Un año del convenio de Mercedes: arranca la ampliación de Vitoria a la espera de los 1.200 millones prometidos

Mañana se cumple un año exacto desde que los trabajadores de la planta de Mercedes en Vitoria-Gasteiz alcanzaron un acuerdo con la dirección de la empresa en aras de lograr una estabilidad con la firma de renovación de su convenio hasta 2026. Y precisamente ayer, el nuevo director, Bernd Krottmayer, convocaba la primera reunión general con la plantilla para conocer el pulso de las cerca de 5.000 personas que trabajan a diario en el centro alavés.

Acompañado del director de la división de furgonetas de Mercedes-Benz, Mathias Geisen, Krottmayer ha garantizado la apuesta decidida de Mercedes-Benz por el futuro de la planta de Vitoria-Gasteiz, después de que el pasado mes de diciembre el grupo anunciara la inversión de 1.230 millones de euros aproximadamente para la fabricación de la furgoneta eléctrica VAN.EA en suelo alavés, que vendrá a sustituir la producción de los vehículos clásicos de combustión que a día de hoy siguen fabricándose en Vitoria: la Clase V y la EQV, completando así su oferta eléctrica de la (e)Vito y la (e)Vito Tourer.

Recientemente arrancaban las obras de ampliación de la fábrica de Vitoria-Gasteiz, que permitirán a la factoría aumentar su superficie con 3.200 metros cuadrados más, para acoger la producción de estas nuevas furgonetas eléctricas, basadas en los modelos medianos VAN.EA (Van Electric Architecture), y que serán lanzadas a producción en 2026.

En la planta de Vitoria-Gasteiz de Mercedes se llevará a cabo la producción de la furgoneta Van.EA. CV

Una señal que confirmaría que la inversión prometida desde la central alemana sigue en pie, tal y como aseguran desde el comité de empresa. Algo que aportaría seguridad, más aún teniendo en cuenta de que, a falta de un calendario detallado, más allá de la fecha límite marcada primero en 2025 y pospuesta después a 2026, haya provocado una merma de confianza por parte de una parte de la plantilla alavesa con respecto al compromiso adquirido desde Alemania.

El retraso en la fecha de lanzamiento en la producción del nuevo modelo de furgoneta eléctrica realizada desde Vitoria-Gasteiz, respondería a “un movimiento estratégico”, según indican fuentes sindicales, teniendo en cuenta “la situación actual del mercado de vehículos eléctricos y la evolución futura que puede desarrollarse”.

Si bien es cierto que los 1.230 millones de euros comprometidos en el Plan Industrial, garantizados tras el acuerdo de paz social alcanzado, podrían variar. Todo dependerá del coste total resultante del proyecto de edificación de este centro de I+D que el grupo Mercedes-Benz acaba de comenzar a levantar en Vitoria-Gasteiz, junto a la actual planta, y que podría ser algo inferior en caso de poder optimizar parte de las instalaciones actuales.

Estabilización del empleo y mejora de las condiciones laborales

Con todo, el balance del acuerdo alcanzado un año después es positivo para los sindicatos que dijeron que sí al acuerdo y no lo es tanto para los que se opusieron. No obstante, los trabajadores de la planta de Vitoria-Gasteiz han visto actualizado su salario este último año un 6 %, porcentaje equivalente al incremento pactado para 2022, lo cual supone una subida superior al IPC, pero, además, seguirá ascendiendo cada año un 2,25 % más hasta 2026. De forma complementaria se han comenzado a dar los primeros pasos para la consolidación de 400 trabajadores eventuales, de los que cerca de una tercera parte ya se han transformado en fijos, con los que el grupo aspira a cubrir las bajas producidas por las 250 jubilaciones previstas en los próximos años, de las que ya se han pactado en torno a 120, detallan.

A pesar de la incertidumbre en torno al futuro devenir de la economía mundial, las directrices de la normativa europea y la llegada de fondos europeos a un sector que requiere de mucha I+D+i para afrontar los retos de emisiones cero necesarios para alcanzar la descarbonización del transporte, consideran que se ha logrado estabilizar el empleo y mejorar las condiciones laborales de la plantilla. 

Eso sí, después del prolongado proceso de desgaste de año y medio que supuso la revisión del convenio de Mercedes Vitoria, la fábrica de mayor tamaño de Euskadi, los trabajadores penalizaron a los sindicatos mayoritarios que lideraron las negociaciones y dijeron que sí al nuevo convenio, principalmente CCOO y UGT, junto con PIM y Ekintza, dando un vuelco en su representación. Ahora, el peso principal recae sobre los hombros del bloque nacionalista formado por ELA, LAB y ESK, que deberán ser los encargados de mantener la esperanza de la plantilla en la nueva furgoneta eléctrica como tabla de salvamento para la fábrica alavesa.