El Puerto de Bilbao se acerca a Euskadi: ¿Logrará el 'vecino' Pradales atar el traspaso?

La lista de competencias pendientes de transferir por el Gobierno central a Euskadi contempladas en el Estatuto de Gernika incluye la gestión de los puertos ahora englobados en la red de Puertos del Estado, que en el País Vasco son Bilbao y Pasaia. El acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez entre PSOE y PNV insiste en acelerar los traspasos y, en lo que respecta al ámbito portuario, se da un paso concreto relevante: más protagonismo para la Ertzaintza en los muelles de Bilbao en detrimento de la Guardia Civil.

¿Será un punto de inflexión hacia un traspaso completo de la gestión del principal puerto de la cornisa cantábrica? La realidad de los puertos es compleja a muchos niveles, también en el lado de la gestión. Pese a estar organizados dentro del ámbito del Estado, sus presidentes son elegidos por las comunidades autónomas, es decir, los dos grandes puertos de Euskadi mantienen un vínculo directo con los partidos vascos, lo que en la etapa más reciente se traduce a un claro control del PNV.

Y es que el puerto vizcaíno es centro neurálgico a nivel económico y empresarial, también un enclave vital como conexión con otras infraestructuras clave. Puede decirse que su gobierno ha vivido unos últimos años de cierta estabilidad, fruto de acuerdos políticos que han dado lugar a mandatos más bien largos. José Ángel Corres, que recientemente dejaba la Cámara de Comercio, encabezó la Autoridad Portuaria durante más de una década hasta la llegada de Patxi López a Ajuria Enea en 2009.

La apuesta de los socialistas, José Ramón De la Fuente, dio paso a cinco años de mandato de Asier Atutxa, mientras que Ricardo Barkala cumplirá seis cuando se celebren las próximas elecciones autonómicas. Y de puertas para adentro ya ha brotado en la instalación portuaria el 'run-run' sobre la posibilidad de que Barkala, que bordeará los 70 cuando se celebren esas elecciones, deje el timón en 2024.

Imanol Pradales, de joven en pleno esfuerzo en una regata con La Sotera EBB

Pradales, ante 'su' puerto

Y eso no solo por los años que cuenta Barkala, también por la conexión que tiene con el puerto el candidato del PNV para relevar a Iñigo Urkullu como lehendakari. Imanol Pradales, nacido en Santurtzi, no solo es geográficamente 'vecino' de la instalación portuaria, es que el actual diputado foral de Infraestructuras (antes lo fue de Promoción Económica) ha cultivado esa relación y a día de hoy es de hecho un agente activo en la realidad de ese ecosistema.

Pradales ocupa el asiento que guarda el consejo de administración de la Autoridad Portuaria para la Diputación de Bizkaia, es decir, orgánicamente es parte de la dirección del puerto. Y su conexión va más allá de los despachos. Uno de sus hermanos trabaja como estibador en los muelles, lo que le brinda la posibilidad de conocer de primera mano la realidad que se respira a pie de barco. La estiba vive en estos momentos un periodo de tranquilidad que contrasta con un pasado muy conflictivo en lo laboral.

Esa etapa convulsa se cerró con la firma de un convenio hasta 2027, es decir, si como se espera Pradales se hace con el bastón de mando del Gobierno vasco en 2024 el santurtziarra tiene garantizado un primer mandato de paz social para 'tocar cosas' en el puerto.

Imagen del Puerto de Bilbao con los tanques de Bahía Bizkaia Gas (BBG) en primer plano

El traspaso pendiente

Se trata de una institución en permanente reconversión, ahora en plena transición hacia 'hub' energético conectado a la descarbonización, que aunque en la práctica ya es gobernado desde Euskadi tiene pendiente el traspaso total de poderes desde Madrid. El propio Barkala viene insistiendo en la necesidad para la mejora en el día a día de lograr la transferencia de la gestión total del Puerto de Bilbao, todavía un 'cruce de vías' entre agentes vascos y otros de titularidad estatal (Adif, Guardia Civil...).

Pocas dudas quedan respecto a las aspiraciones del PNV en este sentido, que topan lógicamente con la resistencia de Puertos del Estado, que a su vez tiene pendiente una reorganización de la actual estructura de gobiernos portuarios. Dejando de lado la Seguridad Social, el control total del Puerto de Bilbao es uno de los puntos más delicados de esa lista de transferencias solicitadas por los jeltzales a los socialistas.