La consejera Arantxa Tapia en las instalaciones de Basquevolt / EP

La consejera Arantxa Tapia en las instalaciones de Basquevolt / EP

Empresas

Basquevolt ultima la planta de prototipos y cumplirá en plazo su primer gran hito

El proyecto de gigafactoría de baterías en estado sólido avanza según los ritmos previstos y anunciará nuevos inversores en los primeros meses del año

22 enero, 2024 05:00

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Basquevolt, la empresa surgida en el seno del CIC Energigune de Miñano que aspira a instalar una gran fábrica de baterías en Euskadi, sigue quemando etapas en su fase inicial y está a punto de poner en marcha el primer embrión a nivel productivo, la llamada zona de prototipos. Es este un primer hito clave para la compañía que encabeza Francisco Carranza que, tal y como estaba contemplado en la hoja de ruta, se alcanzará en el primer tramo de 2024.

La puesta en marcha de lo que puede considerarse la primera línea productiva de baterías a pequeñísima escala, aun son prototipos, es decir, el producto final no está concebido para la comercialización, es el paso previo a la instalación de una fábrica piloto. Esta factoría en miniatura podría llegar a finales de 2025, si se siguen cumpliendo los planes de la compañía, para de ahí ya dar el salto a la etapa final, la gigafactoría para la generación de baterías ya a un nivel industrial anunciada para 2027.

Queda camino por delante y la magnitud del proyecto, más aun teniendo en cuenta el resultado fallido de otras iniciativas de perfil innovador surgidas en el parque de Miñano, obliga a mantener la cautela sobre el cumplimiento de los plazos. El propio Carranza suele referirse a Basquevolt como "Asterix luchando contra los romanos", en referencia a las dificultades que se encuentran en Europa a la hora de competir en iniciativas de este tipo con otros proyectos asiáticos o de norteamérica.

Y es que el propósito final de Basquevolt no es otro que abastecer a Europa de una nueva tecnología más barata y segura que permita dar un acelerón a la electrificación en todos los frentes. El primero, la automoción, que no logra salir de una especie de crisis permanente ante el final de los vehículos diésel. Es hora al fin de "socializar" el coche eléctrico y ahí el papel de Basquevolt puede ser crucial, defiende Carranza.

Francisco Carranza, CEO de Basquevolt / Pablo Saenz

Francisco Carranza, CEO de Basquevolt / Pablo Saenz

Montaje de la línea

Basquevolt ultima estas primeras semanas de 2024 el montaje de las máquinas de las que saldrán los prototipos, que comenzarán a estar operativas entre febrero y marzo. La compañía anunció en noviembre un acuerdo con Siemens y Telefónica para la digitalización de esta primera línea, que será una primera prueba de fuego en primer lugar ante los accionistas y, más allá, como demostración de que el proyecto es viable ante la sociedad vasca en general.

Una vez lograda la tecnología en el laboratorio, el gran reto de la batería en estado sólido es el salto a la producción a gran escala sin fallos ni problemas de seguridad. Poder, en definitiva, ser proveedor estable de grandes fabricantes de vehículos, que miran con lupa las evoluciones de la firma de Miñano. El más cercano, la vecina Mercedes Vitoria, tiene en marcha una transformación para comenzar a producir la nueva furgoneta eléctrica que incluye un nuevo centro de investigación (también con la participación del Gobierno vasco, además de Gestamp y Mondragon) que, a priori, se complementaría con la batería procedente de Miñano.  

Los responsables de Basquevolt, que tiene por ahora como accionistas a Gobierno vasco, Iberdrola, CIE Automotive y Enagás, afirman que en ningún caso el proyecto va a estar limitado a ser una 'subcontrata' de Mercedes Vitoria.

Instalaciones de Basquevolt en Miñano, en Álava

Instalaciones de Basquevolt en Miñano, en Álava

Músculo financiero

A esa nómina de accionistas se unirán próximamente nuevos socios. Tal y como avanzó Crónica Vasca, Basquevolt ha dedicado 2023 a la concreción de nuevos compañeros de viaje y en estos momentos se encuentra cerrando los últimos detalles del proceso burocrático para dar entrada a nuevas compañías en el capital, que debe crecer para poder hacer frente a las nuevas necesidades a medida que la empresa gana madurez.

Será en este primer trimestre del año cuando se cierre esta nueva ronda de financiación que permitirá ya sí poner las miras en esa siguiente meta volante de 2025, la puesta en marcha de la línea piloto. En su presentación, la consejera de Desarrollo Económico Arantxa Tapia señaló que Basquevolt es un proyecto "único" que exportará tecnología "a Europa y al mundo". Con la apertura de la gigafactoría en 2027 se prevé una inversión global de unos 700 millones de euros y la creación de 800 puestos de trabajo.