EEUU despunta como segundo socio internacional de Mercedes Vitoria con el 10% de ventas

Con una marcha menos en cuanto a ritmo de producción mientras avanzan las obras de la ampliación, Mercedes Vitoria coloca este año los cimientos de su futuro. Atrás queda un buen 2023 con un arreón final que llevó la producción a un palmo de la cota de las 160.000 furgonetas que la factoría creía tener en su mano ya antes de la pandemia pero, años después, sigue sin alcanzarse.

No será este año tampoco cuando se rompa ese techo. La dirección que encabeza Bernd Krottmayer ha dejado claro que en 2024 hay que bajar el ritmo ante la apertura de otros frentes, fundamentalmente el acelerón planificado en las obras de la ampliación para dar forma a esa nueva fase que se abrirá con la llegada de la nueva VAN.EA. Tampoco ayuda el contexto general en que se mueve la automoción en Europa, sumida en la incertidumbre desde hace años por las dudas en torno a la vida que tendrán los vehículos de combustión. La llamada 'crisis del diésel' privó a la fábrica alavesa de cumplir esa previsión de 160.000 unidades en 2018, un bache al que dio continuidad el covid y luego la escasez mundial de chips.

A pesar de todo el proyecto de Mercedes en Euskadi parece más que consolidado. Superada la batalla del convenio, dirección y sindicatos han optado por un perfil bajo que permita continuar con las labores de cocina en los nuevos frentes sin estridencias. Y el hecho es que, más allá de la cifra final de furgonetas a cierre de año, el engranaje vasco de la multinacional alemana está sabiendo tener cintura para surfear crisis tras crisis gracias a mercados muy consolidados entre los que gana protagonismo Estados Unidos.

En Europa Alemania copa la mayor parte de las ventas de la fábrica de Vitoria, que destina la mayor parte de su producción fuera de España. Cuatro de cada diez euros que se ingresan en la caja de la firma situada en la Avenida de Los Huetos provienen de clientes germanos, aunque en la parte final de 2023 se produce un pequeño bajón, en especial en noviembre y diciembre, dos meses en los que el porcentaje de exportaciones a Alemania cae al 33 y el 26%, según datos de Eustat.

Planta de Mercedes en Vitoria. EP

La alternativa norteamericana

Como han hecho otras grandes firmas vascas de sectores como el acero o la energía, Mercedes está situando el foco sobre el mercado norteamericano ante las dudas europeas. Desde luego Alemania es, con mucho (más de 2.000 millones de euros en 2023), el principal destino de los vehículos que se ensamblan en la factoría del grupo con sede en Stuttgart y así va a seguir siendo, pero sorprende lo que está sucediendo con el resto de sus exportaciones.

El balance del cierre de 2023 coloca a Estados Unidos como segundo socio internacional con cerca de 400 millones de euros de ingresos, por encima de Francia (segundo destino de las exportaciones de las empresas vascas casi al mismo nivel que Alemania), Bélgica o Reino Unido, que aportan 300 millones.

Movilización de Mercedes Vitoria por el convenio / EP

El salto adelante del gigante americano se consolida además en la segunda parte del pasado ejercicio, con un último trimestre en el que este país supuso el 10% de las ventas al extranjero, un nivel relevante teniendo en cuenta que el mapa global de la compañía está muy diversificado.

El avance respecto a 2022 es muy llamativo. EEUU no superó a lo largo de ese ejercicio los 10 millones en ventas mensuales, con una aportación al saldo comercial de la fábrica que oscilaba mes a mes entre el 0,5 y el 2%. El 'maná americano' fue por tanto decisivo en ese récord de producción de furgonetas en 2023 y se antoja vital como mercado de futuro para la factoría una vez se consoliden las inversiones y arranque la producción de la nueva furgoneta eléctrica dentro de un par de años. La factoría que dirige Krottmayer acaba de arrancar la producción de su nuevo Clase V, incluída la versión eléctrica, que se exporta a todo el mundo.