Visita de estudiantes a las instalaciones de ITP Aero / X

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Empresas

Las ventas a Rolls Royce impulsan a ITP Aero al club de grandes exportadores vascos

El fabricante de motores aeronáuticos de Zamudio apoya el crecimiento de sus ingresos en Reino Unido y EEUU y contribuye a maquillar la balanza comercial de Euskadi

25 abril, 2024 05:00

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Euskadi vende al exterior sobre todo furgonetas, combustible y componentes y ruedas de vehículos. Pero hay vida empresarial más allá de la automoción. Otros sectores con potencial en el extranjero son los tubos y piezas de acero, el ferrocarril y, ganando terreno, la aeronáutica.

En este último segmento destaca el fuerte crecimiento de las ventas de ITP Aero en el extranjero, en especial en Estados Unidos y Reino Unido, una vez superado el parón de la aviación por la pandemia. En un contexto plano para las exportaciones vascas, el año pasado la firma que preside Juan María Nin dejó una de las pocas notas positivas en este apartado que tiene continuidad en el arranque de 2024.

El buen momento que vive ITP, con récord de ingresos tras quedar cerrada definitivamente la nueva configuración de la compañía con Bain Capital como accionista mayoritario, puede ser uno de los sostenes de las ventas de Euskadi al exterior a lo largo de este ejercicio, que se presenta complicado a nivel de mercado para el gran vendedor vasco como es Mercedes Vitoria. En enero y febrero el fabricante de motores para aviación anota uno de los incrementos de las ventas al extranjero más llamativo (junto al negocio ferroviario) frente a una caída global de las exportaciones del 11%, según datos de Eustat.

El impacto en la balanza comercial es aun limitado pero los volúmenes que maneja la firma de Zamudio le sitúan ya entre los principales exportadores vascos. En 2023 los motores aeronáuticos y turbinas se colocaron a las puertas del 'top 10' en el ránking de productos exportados por la industria que dominan varios vectores de la automoción. Y eso que buena parte de sus ingresos, que crecieron un 25% el año pasado, provienen de contratos de mantenimiento, es decir, el impacto económico real de ITP en otros países es mayor incluso que el reflejado en las estadísticas de ventas.

ITP ha nombrado CEO del grupo a Eva Azoulay, en la imagen con Carlos Alzola y Juan María Nin

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Rolls Royce, principal cliente

La que fuera propietaria antes de la venta a Bain Capital, Rolls Royce, sigue siendo uno de los principales clientes. Pese a colgar el cartel de 'se vende', el emblemático fabricante británico tuvo claro desde el principio que quería mantener a ITP como proveedor preferente, una alianza que sigue reportando buena parte de los ingresos de la firma vizcaína.

En 2023 la compañía explicó que aceleró las entregas con hasta 260 turbinas completas para Rolls Royce, en este caso para los motores para vuelos comerciales de doble pasillo que se montan en Derby. Reino Unido, donde ITP tiene instalaciones propias 'heredadas' de Rolls, supone la parte más relevante de los ingresos que obtiene la empresa fuera de España, que superan el 80% de la facturación total. La propia Rolls ha anunciado inversiones en tecnología para acelerar la producción de motores de gran tamaño en previsión de un incremento de los pedidos para aviación civil los próximos años.

Avión con turbinas de ITP Aero

Avión con turbinas de ITP Aero

En segundo lugar destaca Estados Unidos, la 'casa' del nuevo primer accionista y donde la firma de Zamudio acaba de adquirir BP Aero, enfocada a reparación y mantenimiento de motores. El pasado año aumentaron las ventas también al gigante norteamericano en concreto a través del socio Pratt & Whitney con sede en Connecticut y con el que se trabaja desde hace más de una década.

En cuanto a Defensa, el contexto internacional sigue mejorando esta parte del negocio, que en todo caso supone una parte menor de la cuenta de resultados en relación a la aviación comercial. Tras una larga negociación, finalmente Indra alcanzó un acuerdo para la entrada en casi el 10% del accionariado (el Gobierno vasco tiene otro 6%), lo que se interpretó en su momento como un movimiento de control por parte del Ejecutivo central que podía volcar la actividad de ITP hacia los modelos para aviones militares. En estos momentos el fabricante vasco es un pilar en el programa FCAS para el desarrollo del nuevo avión de combate europeo.