Caprabo concentra casi un tercio de las aperturas de tiendas de Eroski en 2024

Eroski empieza a creerse de verdad que puede sacar brillo a Caprabo. La que fue una de las operaciones más cuestionadas en el panorama empresarial vasco puede convertirse, casi dos décadas después y a base de paciencia y mucha fe, en un acierto. La reorganización del negocio a raíz de la entrada del holding checo EP Corporate ha relanzado ventas y la cadena catalana va dando pasos en su ambicioso plan de aperturas hasta 2026.

Caprabo es de hecho una de las principales palancas de esa 'expansión controlada' que ha iniciado la cooperativa vasca, centrada ahora en reforzar sus mercados preferentes de la zona norte como Galicia o Baleares, territorio este último donde opera también la alianza al 50% con el socio checo a través de la sociedad Supratuc 2020.

En el caso de Cataluña el grupo de Rosa Carabel no presenta el dominio que sí tiene en esas comunidades, también en Euskadi, pero aun así Caprabo se ha convertido en una prioridad por las posibilidades que ofrece una economía como la catalana. En la primera mitad del ejercicio (febrero-julio) el grupo cooperativo vasco ha abierto un total de 34 tiendas bajo el sistema de franquicia (además de dos súper propios), de las que diez las ha llevado a cabo la enseña adquirida en 2007 a las familias Carbó, Prat y Botet.

"Las nuevas aperturas presentan un comportamiento muy positivo, lo que refuerza nuestro modelo", indica la cooperativa de Carabel en el balance de los seis primeros meses del ejercicio 2024, en los que en conjunto mejoró facturación un 2,5% con una bajada del beneficio por los ajustes de precios vía promociones y descuentos.

Rosa Carabel, CEO de Eroski

Reforzar Cataluña

En su última comparecencia ante los medios de comunicación, Carabel habló de "poner toda la carne en el asador" a través de inversiones y reajustes del modelo de tienda para dar la vuelta por completo a la situación de Caprabo y hacer de Cataluña un mercado tractor dentro del grupo. Hay que recordar que Eroski sigue una apuesta opuesta a la de Uvesco y optó por abandonar posiciones en Madrid en ese repliegue estratégico hacia el norte cuando el volumen de deuda era insostenible.

La capital española no es una prioridad ahora mismo y quizá por ello, en un negocio en el que el volumen es crucial para mantener la rentabilidad, Barcelona y su entorno sí abren una puerta clave para Eroski. De ahí que la cooperativa haya apostado por mantener a Caprabo bajo su paraguas incluso cuando los números no daban: el sostén económico que aporta el holding checo de Daniel Kretinsky permite ver ahora el mercado catalán como una oportunidad.

Apertura de una tienda Caprabo, del grupo Eroski

Las dificultades de crecer

Y las dificultades están ahí a pesar de los esfuerzos por reajustar la red de tiendas y mejorar el servicio al cliente. El negocio en Cataluña no pudo sostener en la primera mitad del ejercicio la dinámica alcista y se estancó en el entorno de 340 millones de euros, similar a la cifra de los seis primeros meses de 2023. Sí mejoraron la facturación las áreas de Baleares y en especial Galicia, que avanza más de un 6% hasta más de 637 millones siguiendo así como el territorio con mejor evolución del grupo.

A menor ritmo crece el negocio en el País Vasco, por encima de los 800 millones de euros en seis meses. Por ahora la cooperativa de distribución está en disposición de superar el listón de ventas del pasado año, aunque todo apunta a que no se podrá alcanzar el beneficio extraordinario superior a 100 millones en el ejercicio 2023 por esa contención en busca de atraer clientes en base a descuentos.

En cuanto a Caprabo, el objetivo es llegar a 900 millones de cifra de negocio en 2026 desde los 780 millones de 2023 y consolidar una cuota en Cataluña del 5%, para lo que está ya en marcha ese plan de aperturas (38 nuevas tiendas en tres años) con 60 millones de inversión.