Eroski rentabiliza al inversor checo: Caprabo 'resucita' y Baleares dispara el negocio
Las islas y Cataluña, los dos territorios donde opera la sociedad compartida con EP Corporate Group, mejoran sus ventas y se consolidan como áreas estratégicas de la cooperativa vasca
15 julio, 2024 05:00Noticias relacionadas
Han pasado algo más de tres años desde que Eroski vendió la mitad de Supratuc 2020, la sociedad que controla el negocio en Cataluña (con Caprabo como marca de referencia) y Baleares al holding checho EP Corporate Group. Una operación trabajada a fuego lento en los despachos de la cooperativa para sanear su situación financiera y a la vez obtener músculo para relanzar el negocio en dos regiones consideradas estratégicas.
La entrada de los multimillonarios Daniel Kretinsky y Patrik Tkac ha sentado bien a la compañía del Grupo Mondragon, que necesitaba un revulsivo sobre todo para Caprabo, un lastre en los balances de la cooperativa desde su adquisición que empieza ahora a apuntar maneras de la mano de esas nuevas inversiones. La llegada del socio checo coincide con el inicio de un plan de reformas y aperturas para recuperar terreno muy centrado sobre todo en el área metropolitana de Barcelona (80 nuevas tiendas en Cataluña entre 2021 y 2023, principalmente franquicias).
"Vamos a poner toda la carne en el asador para dar la vuelta a Caprabo", decía Rosa Carabel, CEO de Eroski, en la última comparecencia ante la prensa para dar cuenta de los resultados de 2023, año en el que el conglomerado de sociedades que integran el grupo arrojó un beneficio superior a los 100 millones de euros (este ejercicio ha comenzado de forma menos alegre). Caprabo dio otro paso al frente e incrementó sus ventas casi un 5%, aunque la compañía sigue sin detallar el resultado concreto de este área del negocio dando a entender que aun no se han dejado atrás las pérdidas.
Y es que Caprabo ha sido hasta ahora un quebradero de cabeza para la cooperativa de Elorrio, que se hizo con la cadena en 2007 (inicialmente con el 75% para pasar a controlar todo el capital en 2014). Una aventura con un riesgo económico altísimo (Caprabo contaba entonces con una red de 350 establecimientos en España; ahora se sitúa en unas 300) iniciada en el peor momento, justo antes del estallido de la crisis inmobiliaria, que disparó la deuda poniendo en jaque la viabilidad del grupo.
Deuda controlada
Hoy puede decirse que la salud financiera de Eroski está fuera de duda pero toda la estrategia trazada en los últimos años desde Elorrio ha ido enfocada a salvar el agujero de Caprabo, ampliado además por otras inversiones en ladrillo 'pilladas' por la crisis. La última emisión de bonos permitió una amortización de deuda y un nuevo acuerdo con la banca que despeja los fantasmas sobre posibles impagos y, sobre todo, justifica poner fin a la venta de otras partes del negocio (la última la división de viajes).
Según la propia Carabel, Caprabo va poco a poco también viendo la luz de la mano de esas inversiones en las tiendas y de "un esfuerzo promocional importante". La evolución del negocio en Cataluña habría "cambiado radicalmente" en los últimos dos años, según la empresaria gallega, que se mostraba "satisfecha" de cómo iban las cosas en ese territorio después de una larga etapa de sinsabores.
Cataluña supone tras el tirón de 2023 casi un 15% de la facturación de todo el grupo, tercer mercado tras País Vasco y Galicia. Y el avance en ventas supera incluso al logrado en Euskadi, donde la cooperativa tiene su marca tan consolidada que debe sudar cada palmo de terreno que arrebata a la competencia.
Más retorno en el norte
Baleares es, junto a Galicia, los territorios fetiche de la cadena de Carabel. El buen rendimiento de ambas 'esquinas' de la franja norte está permitiendo al grupo seguir sosteniendo una cuota relevante en el norte (en torno al 13% de media) y evitar la tentación de iniciar nuevas aventuras en el centro y sur de España, donde en todo caso se apuesta por incursiones a través de franquicias.
"No queremos salir del perímetro core", decía Carabel en referencia a las comunidades autónomas del norte, "porque es donde las nuevas aperturas generan un mayor retorno". Una apuesta por los mercados que funcionan que en el caso de Baleares se traduce en un avance de la facturación en las islas de más del 12%, cerca del crecimiento del mercado gallego (15%), el que mejores resultados está aportando a Eroski en los últimos tiempos a través de Vegalsa (la cuota en esa comunidad supera el 20%).
Eroski anunciaba recientemente unas inversiones de 50 millones de euros en tres años en Baleares enfocadas a la remodelación de tiendas y la apertura de media docena de nuevos establecimientos en las islas.