Ternua prepara un ERE para hacer viables los planes de rescate de sus marcas

El grupo Ternua tiene en el laboral uno de sus grandes frentes para poder sobrevivir al concurso de acreedores con ciertas garantías y mantener parte de la actividad. El juzgado ya ha confirmado la compra de Loreak Mendian por el grupo Borobitex con la subrogación de 18 empleos.

La plantilla, de 180 trabajadores, vive unos meses de incertidumbre a la espera de conocer cómo evoluciona el proceso concursal y, en especial, el tipo de oferta que están dispuestos a poner sobre la mesa otros actores para dar continuidad a todas o algunas de las marcas asociadas al grupo.

Estas son la propia Ternua, Astore, Lorpen y la citada Loreak Mendian, que ya ha dado con un comprador, el grupo vasco Borobitex. Todas las enseñas cuentan con gran recorrido en el mercado, buen posicionamiento y han generado interés en el sector.

Así, pese a la delicada situación económica del grupo con sede en Mondragón, la administración concursal cuenta con ofertas por tres unidades de negocio de la compañía, lo que refleja que a buen seguro va a haber alternativas para continuar al menos con parte de la actividad.

Ropa y complementos de la marca Ternua

Exceso de stock

Como avanzó Crónica Vasca este martes, la administración concursal ha mantenido ya encuentros con esas partes interesadas para mejorar sus ofertas, que están ya en el juzgado mercantil de Donostia, de hecho la mencionada de Borobitex ya ha sido confirmada, lo que apunta a una continuidad parcial de la actividad. La supervivencia del grupo Ternua tal y como está ahora configurado "no es viable", según el escrito del propio administrador.

A la vez, se ha solicitado ya la apertura de un ERE en dos de las sociedades del grupo y, según ha podido contrastar este medio en fuentes de la plantilla, el ajuste de personal se da por hecho entre los trabajadores.

Como es habitual en este tipo de procesos, se abre un periodo de negociación que en este caso sirve para trasladar el contenido de las propuestas presentadas por esas unidades de negocio a la plantilla de cara a valorar en qué medida puede haber continuidad de parte de los trabajadores.

Tienda de Ternua en San Sebastián / X

Aunque continúan en plantilla, lo cierto es que la situación de exceso de stock actual de la compañía hace que los volúmenes de trabajo real sean mínimos.

Como se recoge en el informe concursal enviado al juez, es crucial que el grupo pueda salvar la campaña de invierno, que comienza ahora y en la que está enfocada buena parte del negocio, para obtener un balón de oxígeno a nivel económico.

Eso puede permitir, a su vez, una mejor presentación de las marcas ante los interesados y la obtención de mejores condiciones de venta, lo que a su vez repercute positivamente en el pago a acreedores y en la continuidad de la actividad.

Lo normal en estos casos es que tanto el juez como la administración concursal opten por las ofertas que, garantizando una salida financiera, sean más generosas desde el punto de vista del empleo, aunque la realidad de Ternua es la que es y las necesidades actuales de producción hacen casi inevitable un ajuste.