Arrese Confitería

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Gastronomía

Este es el producto de Bilbao que enamoró a María Pombo: “Las mejores que he probado en mi vida"

La influencer recibió este dulce típico de la pastelería vizcaína y no dudó en confesar, a través de sus historias de Instagram, que había caído rendida ante su sabor

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Este verano, María Pombo volvió a compartir con sus seguidores un pequeño descubrimiento gastronómico que rápidamente se convirtió en tema de conversación: las famosas palmeras de la pastelería Arrese, en Bilbao.

Durante la visita de unos amigos, la influencer recibió este dulce típico de la pastelería vizcaína y no dudó en confesar, a través de sus historias de Instagram, que había caído rendida ante su sabor. “No sé si daros las gracias por traernos de Bilbao las mejores palmeras que he probado en mi vida u odiaros por descubrirme las mejores palmeras que he probado en mi vida”, escribió, dejando claro que el flechazo había sido absoluto.

Captura de la historia de Instagram de María Pombo

Captura de la historia de Instagram de María Pombo

La reacción de Pombo no sorprende a quienes conocen la trayectoria de la pastelería Arrese, un nombre con más de siglo y medio de historia que sigue siendo un referente en Bilbao y en todo el País Vasco. Fundada en 1852, esta casa se ha mantenido fiel a la tradición artesana que la vio nacer, conservando recetas que han pasado de generación en generación y que hoy forman parte del patrimonio gastronómico de la ciudad.

Aunque la repostería de Arrese abarca un amplio surtido de productos, desde bollos de mantequilla hasta tartas y pastas de té, hay dos especialidades que despiertan auténticas pasiones: sus famosas trufas artesanales y, como ha descubierto María Pombo, las inconfundibles palmeras.

Elaboradas con un hojaldre delicado, crujiente y a la vez tierno, y con ese punto justo de dulzor que las hace irresistibles, estas piezas se han convertido en un símbolo para los bilbaínos y en un recuerdo imprescindible para quienes visitan la ciudad.

La tienda más emblemática de Arrese, situada en la Gran Vía bilbaína, conserva gran parte del encanto de su época dorada. Sus escaparates evocan la tradición y el buen hacer de una pastelería que ha sabido mantenerse actual sin renunciar a sus raíces.

Al cruzar sus puertas, los visitantes encuentran un universo de dulces que van mucho más allá de la simple repostería: bombones cuidadosamente elaborados, tartas de impecable presentación, pastas de té que invitan a la sobremesa y, por supuesto, esas palmeras que ahora cuentan con una fan de excepción.

Que una influencer como María Pombo, con millones de seguidores y una enorme capacidad de prescripción, destaque la calidad de un producto local supone también un reconocimiento al valor de la tradición. En un mundo donde lo inmediato y lo industrial parecen imponerse, resulta llamativo que un obrador con más de 170 años de historia sea capaz de conquistar a nuevas generaciones con la misma fuerza que antaño.

El fenómeno no es casual: las palmeras de Arrese condensan en cada bocado lo mejor de la repostería vasca, un equilibrio entre técnica, mimo y autenticidad. Quizá por eso, tras probarlas, resulta difícil no rendirse a su encanto.

Lo cierto es que, gracias a la confesión de María Pombo, más de uno habrá apuntado ya en su lista de pendientes una visita a esta pastelería bilbaína. Y es que hay experiencias que merecen la pena vivir en primera persona, y probar las palmeras de Arrese parece ser, sin duda, una de ellas.